jueves, 21 de diciembre de 2017

Un balance sin culpas, ni disculpas

Seguimos teniendo Patria y podemos asegurar que este pueblo está empeñado en preservarla. No se equivocó el Comandante Eterno cuando nos dijo que estaba hecho de la estirpe de los libertadores. Que sus acciones concretas trascienden cualquier perspectiva analítica, sobre todo de aquellos que desde una malograda critica parcial, pretenden categorizarlo, disminuirlo, cuando no obviarlo en nombre de sus miedos y frustraciones de clase.
Lo bueno es, que contrario a los conciábulos de la idiotez ilustrada y sus detractores eternos, ese pueblo siempre nos muestra sus logros como soporte de sus irrebatibles razones hecha praxis revolucionaria. Por esa razón ineludible él (el pueblo chavista organizado) en cada encuentro electoral se supera a sí mismo y en descargo de los daños propinados por las terribles condiciones económicas impuestas por los enemigos de la patria, no deja de luchar por su convicción de proveerse la mayor suma de felicidad posible.
2017 en particular, nos deja una gran enseñanza. Los Venezolanos nos reafirmamos como guerreros invencibles y demostramos en lo tangible, quien es el enemigo real de nuestro desarrollo socio histórico actual. Así, luego de la elección Constituyente, abrimos el horizonte y doblegamos a los demonios oposicionistas y sus acciones cipaya, apátridas y terroristas.
Tal vez, gracias a tanta estupidez ilustrada de los dinosaurios de la IV República (los de la seudo izquierda y los de la derecha militante), tantos modelaje rancio de la vieja y atrasada clase media y sus ademanes ridículos de superioridad y distinción o simplemente, gracias al anticomunismo infeliz, a los neoliberales tramposos, arrebatados de odio, sifrinos poseídos por sus egos exacerbados; nuestro pueblo sabio y paciente pudo despejar entre la vacuidad del derruido discurso de la derecha y la contundencia de su compromiso superior con la patria, por ello ganamos 19 de la 23 gobernaciones, 308 alcaldías y de seguro, ratificaremos en la Presidencia a Nicolás Maduro en las venideras elecciones del próximo año.
En ese sentido, hemos derrotado a la violencia, acallado los estruendos de la sinrazón opositora y devuelto la sensatez a un dialogo convocado en nombre de la Paz, sobre el cual aún es temprano para ser evaluado.
Sin embargo, hay que destacar, que todo eso ha sido posible gracias al Presidente Maduro, quien para desgracia de sus detractores (dentro y fuera del ámbito operativo de los circunstanciales aliados y los traidores del Chavismo) ha conducido con sabia paciencia la revolución bolivariana de triunfo, en triunfo, de batalla, en batalla.
Ahora bien, en lo económico el balance del año viejo sigue el curso de una infeliz guerra que se hace sentir en los bolsillos de cada hombre y mujer de la patria. Para nadie es un secreto, que los encomiados opositores se han atrincherado en la raíz medulas de nuestra economía doméstica, al punto de controlar el flujo de los productos de nuestra dieta básica además de devaluar a diario nuestro cono monetario. Sin embargo, allí también estamos avanzando, pues los especuladores de oficio y las alimañas que históricamente han vivido de la corrupción en el Estado, van cayendo tras las rejas como moscas en la azúcar.
En consecuencia de cara al futuro, en el 2018 continuaremos en batalla y aunque la derecha maltrecha insista en desmoronar nuestro cono monetario, se abrirá una nueva alternativa al dólar criminal y a las imposiciones de un imperio cuyos cachorros en la región no dejaran de ladrar tras la cerca de sus cómodas posiciones de verdugos de sus pueblos.
Así, entraremos al nuevo año con nuestra moneda virtual: el Petro. Con un cuadro político a favor de los más caros intereses de la patria. Y con la tarea impostergable de transformar el poder municipal en Poder Popular y las Gobernaciones en expresión genuina del Poder Comunal.
Fue duro el camino que juntos hemos transitado hasta aquí, no ha sido fácil el andar, pero estamos en la senda por la construcción del socialismo, en consecuencia, seguiremos teniendo patria grande y libertaria. Ellos, los tránsfugas y cobardes desempleados de la revolución, seguirán huyendo hacia adelante, gritaran a los cuatro vientos que el chavismo autentico lo llevan en sus bolsillos. Todos ellos, derecha y seudo izquierda, danzaran en un circo derruido, que no rectificara en sus acciones y por ende terminaran donde siempre: en el círculo vicioso de conspirar, gritar, huir y nunca proponer nada más allá de las formulitas neo liberales de los años noventa.
Sigamos en unidad, que la lucha es larga y la victoria siempre será un instante para respirar y seguir luchando. Feliz Navidad y Prospero año Nuevo Compatriotas. Sigamos Juntos.

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