Honduras se hunde entre luto y represión del dictador Juan Orlando
Hernádez
Honduras está de
luto, en los últimos tres días, seis personas han sido asesinadas,
producto de las protestas contra el fraude electoral del Tribunal Supremo
Electoral (TSE) planificado por Juan Orlando Hernádez, tras no publicar los
resultados definitivos de las elecciones presidenciales del pasado domingo
26 de noviembre.
Los barrios
y colonias se convirtieron en campo de guerra, la suspensión de las
garantías democráticas que entraron en vigencia desde el viernes 1° de
diciembre abrieron la brecha para que la represión policial y militar
iniciara.
Hasta el momento
las autoridades de Medicina Forense en San Pedro Sula, al norte de Honduras,
confirman el ingreso de cinco cuerpos de manifestantes desde la Colonia López
Arellano en Choloma, Cortés. Tegucigalpa no es la excepción, en horas de la
noche del viernes fue asesinada la joven Kimberly Dayana Fonseca de 19
años.
El registro de
Medicina Forense en la zona norte confirma que las víctimas son José David
Ramos Lambert de 22 años, Roger Alberto Vásquez Reyes de 35 años, Víctor Evelio
Martínez Álvarez, ellos fueron asesinados durante las protestas registradas en
la tarde del viernes en la López, los demás cuerpos todavía no se identifican.
La crisis política
se agudizó desde el ascenso de los saqueos de negocios en Tegucigalpa, San
Pedro Sula, Choloma y El Progreso, el candidato del partido Alianza de
Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla se desmarcó de actos
vandálicos y dijo que el Partido Nacional y la Agencia Técnica de Investigación
Criminal (ATIC) infiltraron a sus integrantes para desestabilizar el país, y
desacreditar las tomas pacíficas de la población.
Esto sirvió de
excusa perfecta para que el gobierno en Consejo de Ministros extraordinario
decretara la suspensión de las garantías constitucionales correspondientes a la
libre circulación, la que será aplicable los siguientes diez días de seis de la
tarde a seis de la mañana. “Las iglesias, los empresarios y la sociedad civil
nos pide que tomemos medias para mantener la gobernabilidad en el país, por eso
tomamos esa decisión”, dijo el presidente Juan Orlando Hernández.
En el primer
día de toque de queda, el miedo, las detenciones y las violaciones a los
derechos humanos se apoderaron de la ciudadanía, en redes sociales la
población rompió el cerco mediático y denunció a través de la publicación de
videos en Tegucigalpa y San Pedro Sula sobre las detenciones y
las violaciones de los derechos de la gente que todavía se encontraba en la
calle.
Fue en ese periodo
de tiempo que, junto a la suspensión de las garantías, la población quedó más
vulnerable ante el poder militar, que de acuerdo al mandato presidencial tomó
posesión de las calles de todo el territorio nacional.
Sobre esa realidad
un conjunto de organizaciones defensoras de derechos humanos en Tegucigalpa
brindaron conferencia de prensa, en la que denunciaron el papel del
Estado, los militares y la policía en las violaciones de derechos registradas
en las últimas horas.
Las organizaciones
hicieron un llamado a la comunidad internacional para que exija al Estado el
respeto de los derechos fundamentales de la gente, asimismo pidieron el respeto
a la vida de los detenidos en las distintas postas policiales del territorio
nacional, así lo manifestó el coordinador del Comité por la Libre Expresión
(C-Libre) Eddie Tábora.
La tensión
se apodera de las calles nacionales, los negocios, agencias bancarias están
cerrados, las gasolineras y cajeros automáticos también están abarrotadas por
la población que se prepara para cualquier eventualidad generada por la
suspensión de las garantías constitucionales.
La situación sigue
abierta, y la demanda es permanente de los defensores de derechos humanos, para
que no se incurra en un abuso policial y militar que ponga en peligro la vida
de los ciudadanos y ciudadanas.
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