El diálogo, mecanismo de concertación impulsado por el Ejecutivo para la superación de la actual coyuntura nacional, es la única opción para disipar las pretensiones de generar violencia en el país, una tarea que demanda sensatez y reflexión de los sectores políticos en el país, indicó este domingo el periodista y exvicepresidente José Vicente Rangel.
“Es la única opción, es lo único que permitirá racionalizar el ejercicio de la política y disipar los fantasmas de la violencia”, expresó en su programa José Vicente Hoy, transmitido este domingo por Televen.
Indicó que la actual crisis incluye elementos nunca vistos en coyunturas anteriores, como el comportamiento de los grandes medios de comunicación como un poder autónomo sin limitaciones, a cargo de corporaciones e individualidades que invaden campos de acción del mismo Estado, la administración de justicia y el rol que tradicionalmente corresponde a los partidos políticos en la orientación de la opinión pública.
“Ese papel de los medios distorsiona el ejercicio de la política, falsea las bases del Estado de Derecho y amenaza gravemente el funcionamiento de la democracia”, expresó.
A ello se suma la mundialización de la política, que salta los límites naturales que supone el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, propios del Derecho Internacional.
“Ambos situaciones inciden directamente en lo que está sucediendo en Venezuela. El concierto mediático nacional e internacional deforma la realidad del país y abona el terreno para las aventuras injerencistas”, sustentadas en campañas de mentiras que muestras una imagen falsa de la nación suramericana, “país en el cual hay sin duda problemas, pero también hay logros incuestionables en materia de libertades públicas, participación política, (logros) sociales y reivindicación de la soberanía nacional”.
Tal panorama exige al liderazgo nacional “estar consciente de las amenazas que se ciernen sobre el país para eludir provocaciones, para evitar el choque de poderes, para no profundizar la polarización y, sobre todo, para asumir el diálogo como única acción para conjurar la violencia”.
Sin embargo, Rangel refiere que la derecha tiene una actitud reticente al diálogo —que cuenta con la mediación de la Unión de Naciones Suramericanas y los expresidentes José Rodríguez Zapatero, de España; Leonel Fernández, de República Dominicana, y Martín Torrijos, de Panamá—porque tiene planes alternos. En contraste, el chavismo tiene un rol esencial: la tarea de tender puentes y apostar a rescatar la normalidad en medio de la crisis, “lo cual se puede lograr con inteligencia y buena voluntad”.
“La sensatez obliga a reflexión y el liderazgo nacional todo, sin excepción, afronta una auténtico desafío ante el cual no puede cruzarse de brazos”.
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