Análisis de Entorno
Situacional Político
¿Septiembre negro?
La derecha anda amenazando con “tomar Caracas” y le ha puesto fecha a la amenaza: 1° de septiembre. Aunque ayer recordábamos las razones por las cuales Chávez llamó “escuálidos” a los opositores, que son las mismas que nos permiten hoy constatar la escasa convocatoria de masas en la calle que ha vuelto a afectar a la oposición desde hace tanto tiempo como desde el año 2007 (las guarimbas no cuentan, fueron focos violentos planificados y absolutamente minoritarios), es mejor no descuidarnos. Esta vez se van a tomar casi un mes para prepararse y se van a concentrar para lo que podría ser su última oportunidad de presionar seriamente por el referendo revocatorio este año o para generar una situación de inestabilidad y caos en las calles de Venezuela. En ello van a poner todos sus recursos en todos los órdenes, van a recibir apoyos desde afuera, van a trabajar con ahínco (hasta donde puedan), van a echar el resto. Porque si fracasan ese día, si su bulla termina siendo más que la cabuya, si la convocatoria acaba por ser más bomba que chicle, entonces sí es verdad que se le podrá poner definitivamente el RIP al Revocatorio y a los planes de calentar las calles, al menos por ahora.
Si la derecha logra hacer una gran manifestación, no necesariamente significará que el Revocatorio quede ya cantado, pero acaso puedan reanimar a su base social, rescatar alguna credibilidad de ella y prepararse para nuevos planes más radicales de confrontación. Fue lo que ocurrió con la gran manifestación opositora del 23 de enero de 2002, que significó un notable cambio cualitativo en la situación política de entonces, les permitió a los opositores acentuar intensamente su contraofensiva y preparó el terreno para el 11 de abril de aquel año. Por supuesto, las condiciones actuales son diferentes, es distinta la situación en la Fuerza Armada y la canalla mediática ya no tiene el mismo número de medios al nivel nacional. También hay cambios en contra nuestra: ya no contamos con mayoritario apoyo popular, la campaña internacional es más feroz que nunca y, muy importante, no está ya con nosotros, físicamente, el gran convocador de voluntades que era Chávez. En todo caso, hay que estar muy pendientes de lo que vaya pasando de aquí al 1° de septiembre e irnos preparando por si acaso.
Tal como suele suceder cada vez que la derecha piensa que hay algo que pudiera ser definitivo en el panorama, termina por unirse alrededor de lo único que los congrega: el afán de acabar con la Revolución Bolivariana para restaurar el reino del neo-liberalismo y arrimarse al imperialismo, desde el gobierno, y a las oligarquías continentales para frenar la Revolución Latinoamericana. La propuesta del 1° de septiembre provino de Henrique Capriles e inmediatamente todos se plegaron a la idea, último intento de forzar el Revocatorio este año o de hacer que ardan las calles. Se puede decir que esa fecha es, ahora mismo, todo o nada para ellos.
El Secretario General de Un Nuevo Tiempo Chacao, Raúl Raffalli, bufó: “Todos a la gran movilización el 1º de septiembre… Todos debemos participar el próximo 1º de septiembre en la gran movilización del país hacia Caracas, por el cambio y el futuro digno de los venezolanos”. Y el secretario general de Primero Justicia, Tomás Guanipa, refiriéndose a la convocatoria del 1º de septiembre: “Todas las personas con los que hemos hablado, los hemos invitado para que se vengan a Caracas con nosotros, para así ejercer la presión necesaria desde la calle, democráticamente y pacíficamente con contundencia”.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, lanzó la línea organizativa que piensan desarrollar a partir de la mencionada fecha: “Tendremos el resultado de un proceso de organización de aquí al 1º de septiembre que nos dejará como saldo, no solamente la foto de la marcha ese día, nos dejará como saldo una estructura puesta a punto, optimizada, para hacer lo que hay que hacer y para seguir peleando de ahí en adelante. El 1º de septiembre no es una marcha más, es un proceso de organización, necesitamos poner a punto la maquinaria social y partidista del campo democrático… porque estamos enfrentado un reto de naturaleza diferente”.
Por supuesto, los sectores más radicales de la derecha, entre ellos Voluntad Popular, que suscriben la convocatoria, estarán preparándose para desatar la violencia si se dieran las condiciones. Acaso andarán pensando en la posibilidad de desatar un “septiembre negro”. Mucho cuidado, pues.
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