lunes, 8 de agosto de 2016

Pérez Abad: adios a nuestro Deng Xiaoping

Recientemente el Presidente Maduro anunció la sustitución de Pérez Abad, Vicepresidente del Área Económica, por cierto, suplantado por Carlos Faría, hermano del otro ministro de la misma área, dándole continuidad al "nepotismo burocrático" que ha denunciado el chavismo crítico. Esta decisión ha traído su cola, como decimos los venezolanos. En general, se ha percibido como un fortalecimiento del sector "ortodoxo y radical" del equipo político que acompaña al Presidente. Vamos a desgranar este último aspecto.
Fijemos, antes de presentar nuestro punto de vista, dos posiciones al respecto. Comencemos con el economista Víctor Álvarez:
"Las tensiones en el oficialismo se acentuaron a raíz de los anuncios hechos por el ala reformista. Por un lado, Pérez Abad provocó la reacción del ala dogmática al afirmar que ‘el gobierno venezolano no descarta la devolución de empresas que fueron expropiadas o de algunas que están ocupadas temporalmente’. Desde Panamá -donde se encontraba para la firma del contrato de compra de alimentos- Pérez Abad dijo que: ‘En los seis meses del Consejo Nacional de Economía Productiva, casos de industrias expropiadas, algunas paralizadas o en bajo rendimiento, han sido identificadas y hemos logrado avanzar con el sector privado para reanimar esas industrias. En otras empresas que no son estratégicas, no son medulares y tienen poca importancia, puede haber un plan de devolución y entrega dependiendo del caso’."
En resumen, para nuestro economista la salida de Pérez Abad es el triunfo del ala dogmática/radical frente a la reformista/pragmática, señala que vienen más destituciones porque Maduro decidió defenestrar a otros que etiquetan como pragmáticos, de esta manera se preservaría el legado del Comandante Eterno. Cabello lo ha dicho reiteradamente: no se puede hacer revolución sin revolucionarios en el alto gobierno. El próximo en la lista tal vez sea Eulogio Del Pino. Esperemos.
Desde otro posicionamiento político, Luis Vicente León (Datanalisis) indica que esta decisión del Presidente evidencia una "inconsistencia" en la política económica oficial, a saber, no se llegó al final con la medida de la unificación cambiaria:
"Siguió existiendo un estímulo para el arbitraje, es decir, para obtener dólares a la tasa protegida de 10 bolívares o a la del Dicom y revenderla en el paralelo. Por lo tanto, la demanda de divisas continuó siendo infinita. Por otro lado, si bien el paralelo detuvo su ascenso y bajó un tanto, se estabilizó en un punto donde sigue habiendo una brecha muy importante con el Dicom. El paralelo no cayó más, aun habiendo menos bolívares en circulación, por la desconfianza y la elevada inflación que hace que se prefiera el dólar al bolívar".
En resumen, el Pérez Abad se va del cargo a mitad de ver los resultados de la decisión de la unificación cambiaria en marcha, este articulista sostiene que el ajuste cambiario iniciado se tradujo en inflación (su dato es 900%: 550% este año "pero debes agregarle 400% de inflación implícita de los productos que se compran en el mercado negro") y la reducción dramática de los ingresos reales de los trabajadores.
Adicionalmente Luis Vicente León dibujó los "daños colaterales" de una unificación cambiaria trunca:
"Hemos sufrido los costos del ajuste sin obtener nada a cambio. Se devaluó la moneda pero la demanda de divisas sigue siendo infinita. A su vez la devaluación aceleró la inflación e hizo que Pérez Abad chocara con los radicales del Gobierno que culpan al Dicom por el incremento de los precios. Además, se contrajeron las importaciones y no hubo mayor producción".
¿Qué mensaje quiere dar el Presidente Maduro con esta nueva designación? Ahora explico mi posición. Cuando nombraron a Pérez Abad ("Pérez Abad y Deng Xiaopin"/http://www.aporrea.org/actualidad/a224821.html) escribí algo al respecto: veía el nombramiento como el fortalecimiento del ala pragmática en el equipo económico oficial. Recuerden que sustituyó a un sociólogo en rol económico que no pudo hacer nada, con Carlos Faría es el tercer ministro en seis meses, evidenciando la carencia de resultados exitosos en medio de la peor crisis económica del país en casi un siglo.
El nuevo ministro se formó en la extinta Unión Soviética, hijo de un fallecido líder comunista venezolano (Jesús Faría), de esta manera se indica el sentido de la decisión: la crisis se resuelve con "más socialismo", como lo dijo Maduro en persona.
¿Qué eso de más socialismo? Aquí entra la referencia al gran reformador de la economía china (Deng Xiaoping), tengamos en cuenta que en esa época la revolución asiática vivía una demoledora crisis política y económica --hambruna y represión que dejó un saldo de varios millones de muertos. Al morir Mao, el "alto mando de la revolución" se buscó a un pragmático/reformista para atender la emergencia, un dirigente que venía haciendo críticas al líder máximo y casi murió en las famosas purgas de la "banda de los cuatro". El resultado ya lo conocemos y una frase del reformador se hizo histórica en el socialismo real: "un país, dos sistemas". Se acudió al estímulo del mercado capitalista para salvar el legado de Mao, vean la paradoja del asunto, se buscaron a un opositor del líder ya muerto para salvar la Revolución China. Bueno, hoy en día no sé qué salvaron, pero eso es otro asunto.
Creo que el gobierno de Maduro vive un momento particular: debe decidir si salva el legado de Chávez aplicando las mismas recetas que heredó o da un golpe de timón y se pone creativo. Por contraste, Álvarez estima que repetir lo mismo es suicida: "Así fue disecando (Maduro) una a una sus políticas (heredadas): los controles de cambio y de precios quedaron petrificados, el dólar barato fosilizado, la gasolina sigue siendo regalada, las empresas expropiadas están quebradas, el Fonden es un cascarón vacío." Como dicen por ahí, la misma receta del fracaso que padecemos.
Así que el cambio de ministro del área económica no es cualquier movimiento en el bullpen, representa un viraje en el camino del reformismo o pragmatismo que se venía gestionando con la venia del Presidente hasta hace pocas semanas. Ello evidencia, y tiene razón Luis Vicente León, una grave inconsistencia. Esta decisión podría agudizar la crisis económica, con un agravante: el ajuste cambiario ya pulverizó los salarios de todos. En este contexto el porvenir es "pésimo" y lleno de incertidumbres, situación política muy mala para el gobierno.
Cerremos con una frase de Deng Xiaoping: "No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato." Yo no digo que copiemos a los chinos, pero es evidente que una pequeña dosis de pragmatismo y resultados económicos positivos que eviten el hundimiento del barco hacen falta. En el proceso de cambios sociales que emprendió Chávez en Venezuela, de vez en cuando, también es deseable menos ideología fracasada (socialismo real) y más transformación social acorde al siglo XXI. Pero, este sería otro tema interesante. ¡Ojalá los gatos rojo/rojitos cacen algunos ratones!

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