sábado, 23 de febrero de 2013


Hablemos claro: ¿Chávez llegó o no?

En verdad, que el hecho comunicacional más importante del mes ha sido el anunciado retorno del comandante presidente a Venezuela. En lo particular, como médico, he escrito y he defendido en conversaciones privadas el derecho de todo ser humano que se encuentre enfermo, en mantener en secreto su enfermedad. En ese sentido, he defendido la tesis del secreto médico que va en contraposición del morbo que el profano quisiera manejar en “detalle” en cuanto al diagnóstico. Suficiente es que sepa el profano, que su presidente padece de un cáncer, lo demás, en cuanto al tipo, carece de importancia.

El Presidente, en tanto y en cuanto lo pudo hacer de viva voz, expresó que por ningún motivo y por dura que fuese la circunstancia, se tuviera desinformada a la población de su estado de salud. A estas alturas nos preguntamos: ¿Se le ha dado cumplimiento a esta orden presidencial?

Para nadie es un secreto que el presidente se encuentra afectado por un cáncer desde hace año y medio, él mismo lo informó. Para nadie es un secreto que el líder presidente ha sido operado en 4 oportunidades por dicho cáncer, también lo informó. Para nadie es un secreto que pasó por esquemas de quimioterapia y de radioterapia y él mismo lo informó y para nadie es un secreto que después de irse a la Habana para someterse a unos exámenes de seguimiento de su enfermedad, sus médicos de cabecera le informaron de la necesidad de una nueva cirugía, la cuarta, y que debía ser de inmediato; no obstante, fiel a este pueblo y pasando por encima de su propia salud, se vino a Venezuela a informarnos que debía ser sometido a esa cirugía y fue más allá; dijo, con voz grave, si por cualquier motivo yo no pudiese retomar funciones, no duden en elegir a Nicolás Maduro Moros como presidente de Venezuela. ¿Lo dijo o no lo dijo?

Ante la prolongada espera de noticias sobre el líder presidente después de su última cirugía, los sectores fascistas de la oposición expresaron el deseo de ver a su presidente, y fueron complacidos. Desde la Habana nos enviaron un cuarteto de fotos en donde aparecía sonriente nuestro querido presidente rodeado por sus hijas leyendo un ejemplar del diario Granma del día. Al respecto, hubo todo un cúmulo de especulaciones: que sí estaban montadas, que sí eran viejas, etc., etc.

Sorprendidos fuimos entonces la madrugada del 18 de febrero cuando el propio presidente, a través de su cuenta @chavezcandanga, nos informaba de su retorno. Eso fue tremendo aliciente, los venezolanos sentimos como la tensión que existía en el ambiente se disipaba y a partir de esa maravillosa noticia pensamos que todo iría por mejor camino, que la información sobre su salud iba a fluir mejor, pero no ha sido así.

Todos vimos por la televisión a una trabajadora del Hospital Militar Carlos Arvelo, declarando que el presidente había entrado al hospital por sus propios medios, dijo que lo vio fuerte, que no entró en camillas, ni en silla de ruedas y sin invasión. Invasión se entiende por catéteres, tubos, sondas o vías endovenosas, insertadas en la humanidad del paciente.

Un movimiento neo nazi conocido por JAVU se ha apostado, primero en las cercanías de la Embajada de Cuba protestando el supuesto secuestro por cuenta del gobierno cubano del ciudadano presidente una vez vistas las primeras fotos presentadas por el Ministro Arreaza después de su cirugía. Este grupo de mercenarios disfrazados de estudiantes, ante el arribo del comandante a la patria, se atribuyen que su protesta surtió efecto y que por tal motivo el alto gobierno tomó la decisión de traerse al presidente de nuevo a Venezuela. Pero el morbo de estos pajaritos va más allá. Han estado exigiendo que se publiquen imágenes similares a las recibidas desde Cuba pero ahora con el presidente en Venezuela; han dicho que las fotos no son fe de vida; han dicho que el anunciado retorno del Presidente no lo creen; exigen verlo y por eso ahora amenazan con irse al Hospital Militar Carlos Arvelo para constatar de que en efecto se encuentra en Venezuela, en donde hay todo un pueblo chavista en vigilia con su presidente lo cual es altamente peligroso en caso que llegaran a tal grado de provocación. Asumo que querrán verlo de nuevo probablemente con sus hijas pero a lo mejor les encantaría verlo leyendo un ejemplar del día del Nacional, de El Universal o del Correo del Orinoco y nosotros nos preguntamos ¿y por qué no?

Recuerdo en la jornada histórica del 12 y 13 de abril de 2002 cuando el pueblo volcado en la calle gritaba: ¡QUEREMOS VER A CHÁVEZ! Ahora, la situación no tiene por qué ser distinta. Como Chavista, como seguidor de este proceso, marcando distancia del morbo necrofílico con lo cual lo solicitan los fascistas de JAVU, sino investidos, acobijados con el más sublime sentimiento de amor que sentimos por nuestro camarada Presidente, pedimos: ¡QUEREMOS VER A CHAVEZ DE NUEVO!

Por favor, Ministro de Información Ernesto Villegas, aparezca no con un cuarteto de fotos del Presidente, aparezca con un mollejero de fotos del Presidente para que este pueblo sienta de nuevo ese aliciente y la derecha morbosa entristezca; hágalo, lo sabremos agradecer todos.

¡El que tenga oídos, que oiga!


Eliécer Alvarado
Médico
elieceralvarado@hotmail.com

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