Saludos, camaradas!
Ustedes saben bien que no soy religioso. Solo que el hecho de que hoy es jueves ¿"santo"?, me tocó la memoria histórica y me trasladé hasta la ¿"casualidad"? de que, precisamente, nuestra Primera República nació y tuvo entre sus causales de muerte, también, un hecho que se produjo un jueves "santo" (19 de abril de 1810, y 26 de marzo de 1812 -terremoto de Caracas-).
La belleza de conocer algunos hechos históricos, está en que -una vez libre de los relojes, y dueño del tiempo- puedes viajar en él sin pagar boleto y sin tener que presentar pasaporte alguno (¡Viva Einstein, y los pueblos originarios no occidentalizados!). Así que el recorrido imaginario que hice (no estoy seguro, ¡me pareció muy real!) me paseó por varias aristas interconectadas con nuestra realidad presente, unidas por la duración y no por "hilos" o continuos como había imaginado (es una dimensión que no se puede entender desde la racionalidad cartesiana).
Lo cierto es que descubrí, o redescubrí, que Marc Bloch -¡en 1952!- cuando yo apenas comenzaba a abrir los ojos, afirmaba en "Introducción a la Historia. Cap. VII: La Historia, los hombres y el Tiempo. Comprender el pasado por el presente, pág. 38": "…la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente".
Las lecciones del pasado, si no las aprendemos bien, nos conducirá a repetir errores que pudieran evitarse si tuviéramos un poco, solo un poco, de humildad y prudencia; la coyuntura histórica que nos ha tocado -por suerte- vivir, nos obliga a desprendernos de la arrogancia del necio, que como el perro, vuelve a su vómito.
Quizás algunos/as de ustedes me llamen "loco", no me importa ni me preocupa; prefiero ocuparme aunque sea de alertar como los gansos que salvaron una vez a Roma. Pero Einstein, no dudarán que es más sabio que todos nosotros, decía que -palabras más, palabras menos- "locura" es hacer las cosas siempre de la misma manera y con los mismos ingredientes, y esperar que desde esa práctica se generen resultados diferentes. Quizás le paren más bola al "loco" ese, que a mí.
Un abrazo Galeanero, ¡de mil brazos!
"Donde quiera que la muerta nos sorprenda, será bien recibida mientras nuestro grito de guerra sea escuchado".
Ernesto "Ché" Guevara.
Ustedes saben bien que no soy religioso. Solo que el hecho de que hoy es jueves ¿"santo"?, me tocó la memoria histórica y me trasladé hasta la ¿"casualidad"? de que, precisamente, nuestra Primera República nació y tuvo entre sus causales de muerte, también, un hecho que se produjo un jueves "santo" (19 de abril de 1810, y 26 de marzo de 1812 -terremoto de Caracas-).
La belleza de conocer algunos hechos históricos, está en que -una vez libre de los relojes, y dueño del tiempo- puedes viajar en él sin pagar boleto y sin tener que presentar pasaporte alguno (¡Viva Einstein, y los pueblos originarios no occidentalizados!). Así que el recorrido imaginario que hice (no estoy seguro, ¡me pareció muy real!) me paseó por varias aristas interconectadas con nuestra realidad presente, unidas por la duración y no por "hilos" o continuos como había imaginado (es una dimensión que no se puede entender desde la racionalidad cartesiana).
Lo cierto es que descubrí, o redescubrí, que Marc Bloch -¡en 1952!- cuando yo apenas comenzaba a abrir los ojos, afirmaba en "Introducción a la Historia. Cap. VII: La Historia, los hombres y el Tiempo. Comprender el pasado por el presente, pág. 38": "…la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente".
Las lecciones del pasado, si no las aprendemos bien, nos conducirá a repetir errores que pudieran evitarse si tuviéramos un poco, solo un poco, de humildad y prudencia; la coyuntura histórica que nos ha tocado -por suerte- vivir, nos obliga a desprendernos de la arrogancia del necio, que como el perro, vuelve a su vómito.
Quizás algunos/as de ustedes me llamen "loco", no me importa ni me preocupa; prefiero ocuparme aunque sea de alertar como los gansos que salvaron una vez a Roma. Pero Einstein, no dudarán que es más sabio que todos nosotros, decía que -palabras más, palabras menos- "locura" es hacer las cosas siempre de la misma manera y con los mismos ingredientes, y esperar que desde esa práctica se generen resultados diferentes. Quizás le paren más bola al "loco" ese, que a mí.
Un abrazo Galeanero, ¡de mil brazos!
"Donde quiera que la muerta nos sorprenda, será bien recibida mientras nuestro grito de guerra sea escuchado".
Ernesto "Ché" Guevara.
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