REPSOL Y ESPAÑA
La nacionalización de la empresa REPSOL-YPF por parte del gobierno argentino, ha sacudido los cimientos imperialistas del gobierno fascista español. Las desaforadas protestas y gestos autoritarios de los ministros Margallo y Soria, con los rostros convulsos y descompuestos, son la viva imagen de la rabia y la incontinencia.
Han tardado muy poco en salir a defender los intereses neocoloniales de REPSOL, con la excusa de defender a todos los españoles. Mentira vil. Si en realidad defendiesen los intereses de los ciudadanos españoles, habrían impedido los despidos de trabajadores españoles en Puertollano y otras zonas del país. El gobierno marianista sólo defiende los intereses de las grandes empresas transnacionales, mismas que financian holgadamente las campañas políticas de los partidos y aportan generosas subvenciones a la clase política, para sus asuntos personales.
Para mayor vergüenza, es de sobra conocido, que la empresa “española” REPSOL, solamente declara el 25% en España, de todos sus beneficios obtenidos en el mundo. Luego entonces, es una de ésas empresas defraudadoras e insolidarias, que evaden capitales al fisco, perjudicando gravemente el presupuesto interno. Lo que conlleva al aumento salvaje de los impuestos, al resto de ciudadanos ESPAÑOLES, que sí cumplen con sus responsabilidades fiscales. Para más “inri”, la supuesta empresa española está participada en casi un 60% por capitales extranjeros, por lo que su españolidad queda en entredicho.
De ésta manera, el gobierno fascista español, secundado ésta vez por el PSOE como cómplice necesario para dar fuerza y argumentos de cohesión, ya que sirven ambos partidos a los mismos intereses espurios, se atreve a lanzar amenazas veladas al gobierno argentino, con represalias contundentes e invocar el respaldo de la UE y de otros gobiernos títeres. Como el de México, también de derechas, que no ha dudado en criticar el paso dado por la Argentina. Olvida el presidente mexicano, que si el país norteamericano goza y disfruta de su petróleo, es gracias a la nacionalización que de los hidrocarburos, hizo el presidente Lázaro Cárdenas en 1938. ¿O será por que PEMEX, la empresa estatal mexicana del petróleo también tiene intereses en REPSOL?
En lugar de ir por el mundo, defendiendo los intereses de empresas multinacionales y especuladoras en los mercados de acciones, debería el PP replantearse su actual política económica interna. Limitar los recortes sociales y las subidas de impuestos, que hacen caer el mayor peso de la crisis en los menos favorecidos. Debe crear instrumentos y normativas, que sirvan al conjunto de la sociedad española y no solamente a una minoría adinerada e insolidaria, como es el caso de la malhadada amnistía fiscal.
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