domingo, 1 de abril de 2018

DE REPENTE, A SUIZA Y A PANAMÁ LES PREOCUPA EL ORIGEN DE LOS FONDOS QUE RECIBEN 
Lo de Suiza y Panamá es una hipocresía de campeonato mundial. Dos países que, 
cada uno a su manera, han sostenido sus economías con el dinero sucio del mundo, 
asumen poses de supuesta preocupación por el origen de los fondos de unos 
funcionarios venezolanos, la mayoría de quienes  ni siquiera tienen cuentas o 
inversiones en esas naciones.

Si las autoridades suizas y panameñas realmente estuvieran interesadas en cuidar 
el origen de los capitales que inyectan los extranjeros en sus economías, 
pronto las dos naciones entrarían en una crisis tal que podría degenerar en la 
bancarrota. 

Suiza, la secreta 

El caso de Suiza es particularmente vergonzoso. El país alpino ha sido la caja 
fuerte de las peores organizaciones de la humanidad: el fascismo, las 
dictaduras más sanguinarias, las mafias criminales de diversas especialidades, 
empezando por el narcotráfico, perros de la guerra, corruptos de toda laya, 

apostadores ilegales y profetas que usan la religión para su provecho personal 
están en la cartera de sus instituciones financieras.

Hasta el año pasado, Suiza amparó de manera absoluta todas las operaciones, 
tanto de origen lícito como ilícito, mediante la figura del secreto bancario. 
Todas las investigaciones policiales, judiciales y periodísticas se han encontrado 
con el escudo de la confidencialidad suiza, que ha sido, en términos más claros, 
una forma de complicidad.

A partir de 2017, quedó parcialmente abolido el secreto, pero con una experiencia 
de siglos en ese terreno, los bancos suizos se las han arreglado para seguir 
protegiendo a sus poderosos clientes.

Si Suiza tuviera verdadero interés en verificar la limpieza de todos los fondos 
que tienen en sus arcas, temblarían unos cuantos en Venezuela, y no 
necesariamente los personajes "sancionados". Entre los nerviosos se 
cuentan varios "empresarios" (tanto opositores como boliburgueses), 
dirigentes políticos y hasta figuras del mundo mediático y farandulero.

Panamá, al son que le toca EEUU

Por su parte, Panamá ha experimentado en los últimos años un crecimiento 
con todos los síntomas de estar basado en dinero de mal origen. Lo que quedó 
al descubierto con el paquete de denuncias denominado Papeles de Panamá 
es el retrato de un país que está dispuesto a recibir cualquier depósito, 
sin preguntar de dónde salió.
En los años de los altos precios petroleros, Panamá fue uno de los lugares 
favoritos para las inversiones venezolanas, tanto legítimas como ilegítimas. 
Muchos de los desarrollos inmobiliarios de la capital istmeña fueron posibles 
gracias a esos fondos, además de otros no menos cuestionables, como los 
provenientes del narcotráfico.

Si Panamá llegara a poner al descubierto las tramas oscuras detrás del 
dinero que se acumula en empresas fantasmas, rascacielos vacíos y 
conexiones con paraísos fiscales, también empezaría la tembladera 
generalizada por estos lados, y seguro que no serían únicamente 
funcionarios o exfuncionarios del rrrrégimen los que experimentarían los temblores.
Es obvio que en este caso específico, Panamá  se muestra tan diligente en cuidar 
la legalidad del dinero que ingresa, simplemente porque está cumpliendo 
instrucciones de Estados Unidos.  Pura conveniencia, puro negocio, pura hipocresía.
(Clodovaldo Hernández / @clodoher)

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