domingo, 25 de febrero de 2018


Venezuela: Cuando el pueblo actúa, el Pentágono lo piensa dos veces


Por Luis Beatón *
Caracas (PL) El pueblo miliciano es un serio obstáculo para la ejecución de los planes estadounidenses de apoderarse de Venezuela y sus recursos.
Esto se desprende de comentarios de altos funcionarios del Comando Sur, el centro del Pentágono donde se cocinan los planes de agresión contra la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.
Los jerarcas del Pentágono al parecer no le temen a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cuyas capacidades técnicas y la alta preparación de la tropa la convierten en la más sólida de la región.
Cabría preguntarse, cuál es el mayor obstáculo que ven los estrategas. La respuesta es sencilla, el pueblo uniformado, las milicias, que en número de más de 300 mil efectivos participaron en el Ejercicio Cívico-Militar Independencia 2018 que concluyó el 24 de febrero en todo el país.
Esa información fue proporcionada por el comandante general de la Milicia Bolivariana, mayor general Carlos Leal Tellería, quien destacó que estas prácticas militares se realizaron como una acción preventiva que involucró a todas las instituciones del Estado, los efectivos y el pueblo en pleno.
Venezuela se prepara para la guerra para mantener la paz. Estamos trabajando como un solo bloque para aumentar el nivel de apresto operacional e incrementar el poder defensivo de nuestra patria, explicó Leal desde el estado Aragua, donde se efectuaron parte de los ejercicios.
Dichas prácticas se efectuaron en diversas regiones del país de manera simultánea, para que las unidades militares avanzaran en su adiestramiento especializado y también previendo hacer pagar muy caro a los que se lancen a la agresión y se vean enfrentados a una guerra de todo el pueblo.
Eso asusta a la Casa Blanca; un conflicto prolongado, para el que se prepara Venezuela desde hace años, tendría un impacto devastador para Estados Unidos, y pudiera convertirse en otro Vietnam, un recuerdo nada grato para Washington y los halcones el Pentágono.
El general división Domingo Hernández Lárez opinó que todos los efectivos y ciudadanos que participaron en las prácticas traían consigo una preparación que se va complementando, según los niveles de adiestramiento.
Es importante destacar la importancia de la población civil para la defensa, sobre todo si se tiene en cuenta que la Milicia Nacional Bolivariana -conformada por más de 350 mil efectivos, equipados con el fusil automático ligero FN-FAL, de fabricación belga en su gran mayoría, y con el fusil ruso Mosin-Nagant M91/30, en el caso de las milicias campesinas-, sería un fuerte escollo para los marines estadounidenses y su comparsa acompañante.
En un reciente artículo, el estudioso venezolano Carlos E. Lippo señaló: ‘Que la revolución bolivariana es una revolución armada, es algo evidente a partir del hecho de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), eje fundamental de la unión cívico-militar que la sustenta, logró liberarse casi desde sus inicios del tutelaje militar gringo’.
También se evidencia a partir del actual equipamiento de la FANB, inspirado en su nueva doctrina y en aquel principio latino que establece: ‘si quieres la paz, prepárate para la guerra’, que hace de ella, aunado a sus frecuentes ejercicios y maniobras, una de las de mayor apresto operacional de la región, precisó.
Ese fue uno de los objetivos centrales de las operaciones de defensa multidimensional integral del territorio nacional denominadas Independencia 2018.
En su aproximación al tema, Lippo abordó elementos que evidencian que Venezuela no será un objetivo fácil para los ‘pensadores’ del Comando Sur, encabezados por Kurt Tidd, quien estuvo recientemente en un probable escenario de agresión, Colombia, donde para algunos analistas, pese a negativas, puede partir el desafío.
Venezuela tiene una aviación considerada la más poderosa de la región latinoamericana desde el punto de vista técnico, por contar con 24 Sukhoi 30 MK2l, precisó analista venezolano, sin incluir otras unidades aun en operación.
Asimismo una armada equipada con unidades de origen estadounidense, italiano y español, que si bien no es la más poderosa de la región, también tiene poder de fuego.
También existe un ejército de tierra conformado con más de 120 mil combatientes activos equipados con el rifle de asalto AK-103; con alrededor de 200 tanques rusos T-72BM1, de comprobada efectividad en la protección y defensa de áreas urbanas.
Un peso de disuasión es sin dudas el más poderoso sistema de defensa aérea de la región, desarrollado con la asistencia de Rusia y conformado por brigadas de misiles S-300 y de misiles antiaéreos Igla-S y Super Igla, algo que debe llevar a los adversarios de Caracas a pensarlo dos veces.
Estos elementos evidencian que los venezolanos se preparan para la guerra con el objetivo de preservar la paz, o lo que es lo mismo, no es un país indefenso.
Al respecto, Lippo citó una valoración de la revista estadounidense Foreign Affairs, según la cual para ‘superar a los partidarios de Maduro y controlar las secuelas de la intervención requeriría una fuerza de alrededor de 200.000 personas: 20.000 más que la coalición liderada por los EE.UU. para invadir a Irak en el 2003’.
‘Usar la fuerza contra Venezuela minaría los otros compromisos militares de los EE.UU., presionando fuertemente sus finanzas y alejando a sus efectivos de problemas mucho más importantes para su seguridad’.
Agrega la publicación que es poco probable que Trump y quienes apoyan una intervención comprendan el alcance de tales costos; resulta difícil predecir ‘cuántas vidas y cuánto dinero se perdería en una intervención estadounidense, aunque las cifras no serían irrelevantes, especialmente si los EE.UU. invadieran Venezuela y luego tratasen de estabilizarla’.
‘El uso de la fuerza en Venezuela redirigiría la atención y el poder de los EE.UU. de los asuntos más importantes para su seguridad y colocaría una carga innecesaria en sus ya sobrecargados militares, en momentos en los cuales el Pentágono está ocupado gestionando operaciones en áreas desde Irak y Siria hasta el oeste de África y el mar del sur de China’, añade la revista.
En materia política, el artículo de marras es enfático en señalar que una intervención militar tendría un alto costo para la influencia de los Estados Unidos en el Hemisferio Occidental, ya que provocaría una reacción muy fuerte, incluso de sus socios más cercanos.
En resumen, los ejercicios que concluyeron en Venezuela, Independencia 2018, donde las milicias tuvieron un papel fundamental son para ganar la paz, según indicó el mayor general Jesús Suarez Chourio, en especial con un arma fundamental, la unión cívico-militar.
arb/lb
*Corresponsal Jefe de Prensa Latina en Venezuela.

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