Bolivar Chavez está en Píritu, Portuguesa, Venezuela con Tatiana Gabaldón Martíy 98 personas más.
Tal dia como hoy hace 42 años, el viernes 27 de febrero de 1976, el movimiento de guerrilleros de izquierda venezolanos autodenominado Grupo de Comandos Revolucionarios, procedieron a la captura en Caracas del industrial estadounidense WILLIAM FRANK NIEHOUS (agente encubierto de la CIA norteamericana) gerente general en Venezuela y vicepresidente mundial de la empresa multinacional del vidrio OWENS ILLINOIS, como una forma de escarmiento, de denuncia y de juicio popular. La captura y posterior reclusión en una Cárcel del Pueblo del mencionado industrial se produce por cuanto quedó demostrado que la Owens Illinois ha sido una de las tantas corporaciones transnacionales saqueadoras del país y que por largos años han sometido a la clase obrera a sobreexplotación, la cual en su momento dispuso de enorme poder político y económico para intervenir descaradamente en todos los asuntos internos del país. En el previo proceso de investigación y seguimiento, realizado por los revolucionarios en los archivos de la propia empresa, se determinó el profundo grado de corrupción en el que estaba envuelto el señor Niehous en conchupancia directa con el señor Carlos Andrés Pérez, a través de José Ignacio Casal, ministro de fomento, Octavio Lepage ministro de relaciones interiores, David Morales Bello y otras joyitas de la época, que se encargaban de entregarle todos los contratos del gobierno a la Owens y mover sus influencias en los contratos de los países integrantes del Pacto Andino.
La Operación Argimiro Gabaldón en su momento fué un acto casi simbólico pero profundamente revolucionario, realizado por un comando de camaradas convencidos de la importancia de ese acto de denuncia como una contribución a la elevación de la conciencia del pueblo en su lucha por construir el socialismo.
Ni imaginaban siquiera que, 13 años después, el 27 de febrero de 1989, un acto revolucionario de mayor magnitud e impacto, y en el que el protagonista sería el propio pueblo, marcaría el hito más importante que abriría las puertas a la Revolución Bolivariana.
La Operación Argimiro Gabaldón en su momento fué un acto casi simbólico pero profundamente revolucionario, realizado por un comando de camaradas convencidos de la importancia de ese acto de denuncia como una contribución a la elevación de la conciencia del pueblo en su lucha por construir el socialismo.
Ni imaginaban siquiera que, 13 años después, el 27 de febrero de 1989, un acto revolucionario de mayor magnitud e impacto, y en el que el protagonista sería el propio pueblo, marcaría el hito más importante que abriría las puertas a la Revolución Bolivariana.
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