José Vicente Rangel: Nadie está autorizado para jugar un doble juego, ni la oposición ni el gobierno
Con motivo de las próximas elecciones parlamentarias, verdaderamente decisivas para el país, hay que poner todas las cartas sobre la mesa. Hay que actuar con civismo. Nadie está autorizado para jugar un doble juego, ni la oposición ni el gobierno.
Sería un gravísimo error de parte de quien lo intente, de parte de quien trate de engañar a la opinión pública y pasarse de vivo, apelar a recursos desleales para apuntalar sus aspiraciones a ganar el evento comercial Por ejemplo, pretender adelantar una maniobra basada en la descalificación de las instituciones, el Consejo Nacional Electoral, que a diferencia de lo que solía hacer el organismo electoral durante la cuarta república, cuando avalaba el ventajismo y permitía la consumación sistemática de fraudes, ahora es garantía para todos, como lo demuestra la realización periódica de elecciones sin sombra de fraude.
Hay que jugar limpio, repito. El gobierno tiene la responsabilidad de que los comicios sean impecables. Tiene que ser garante para todos de su transparencia. Pero la oposición también tiene que actuar con seriedad, con respeto por la ciudadanía y por el acto de votar. Durante los procesos electorales efectuados en el marco de la revolución bolivariana, la oposición ha logrado victorias que le han sido respetadas. La votación del sector ha estado plenamente garantizada. Ni una sola de las denuncias sobre irregularidades se han confirmado.
En cambio que la dirección opositora cuestiona los procesos electorales en los que siempre termina participando. Pero lo hace con cartas marcadas, denunciando a priori infinidad de irregularidades que enrarecen el ambiente y proyectan una imagen distorsionada del sistema electoral venezolano, considerado por expertos como uno de los más confiables del mundo.
Por ejemplo, cuando ya comienza a calentarse el ambiente electoral, la oposición recurre de nuevo a la acusación falaz de que el chavismo y el gobierno preparan un fraude. ¿Qué pruebas tiene la oposición? ¡ninguna! Como ya sucedió en anteriores situaciones. ¿Qué finalidad persigue con este tipo de denuncia en abstracto? Sin duda la misma que se planteó en otras oportunidades. Particularmente en la última, cuando utilizó el inefable argumento del fraude. Me refiero al episodio de las presidenciales de hace dos años, cuando el candidato de oposición cantó fraude sin prueba alguna, con motivo de la victoria de Nicolás Maduro, desencadenando una violencia que costó la vida a 11 venezolanos.
Ante el desafío de las próximas elecciones se impone la seriedad, la ponderación y sobre todo jugar limpio. Todos sin excepción, para que éste evento cívico se realice con normalidad, con respeto a la legalidad democrática y abra las puertas al diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario