ANCA24 | Por casi 70 años especie invasora ha amenazado la biodiversidad de la Patagonia
Según los especialistas, junto con la contaminación y el cambio climático, las especies invasoras son uno de los retos más perjudiciales para nuestro planeta.
Hasta hace unas décadas, no había castores en la Patagonia. Eso cambió cuando se introdujeron 20 parejas de estas criaturas mastica-árboles, con la esperanza de crear una industria peletera internacional.
Introducido en 1946, su voraz expansión ha llegado a todas las islas más importantes al sur del estrecho de Magallanes, y ahora, están invadiendo la península de Brunswick, en los confines de América del Sur, ocupando una superficie total de aproximadamente 70.000 km2.
Hoy en día, su número poblacional se ha disparado y supone una grave amenaza para la biodiversidad en la región patagónica. A los pocos años de su exportación hacia el extremo sur de la Patagonia, los animales habían ampliado y modificado los ecosistemas de la región.
En América del Norte y Europa, los castores viven en equilibrio en su hábitat natural. Pero en la Patagonia, los árboles nativos no se regeneran lo suficientemente rápido para mantener el ritmo del poder destructivo de estos animales. Los castores en la Patagonia no tienen depredadores naturales, como los osos o lobos, lo cual permitió su propagación sin control.
Con la árboles caídos, los castores construyen diques de hasta tres metros de altura. Estas estructuras pueden cambiar los cursos de agua y provocar inundaciones o sequías de las vías fluviales tradicionales.
Los bosques de la Patagonia han demostrado ser particularmente vulnerables a los castores. A diferencia de los árboles de América del Norte como el álamo, el abedul y el sauce, ninguna de las especies de árboles endémicos de la región vuelve a crecer una vez que son roídos o inundados.
El cincuenta por ciento de los bosques de ribera en Tierra del Fuego están ahora dañados por los castores, según Christopher Anderson, científico e investigador del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC). Lo que es más, los estanques de castores pueden retener hasta 75 por ciento más de materia orgánica, alterando el ciclo del carbono de las cuencas.
Los Castores, según Anderson, “son responsables de la mayor transformación de los bosques patagónicos desde la última edad de hielo. Han rediseñado el ecosistema aún más que los seres humanos”.
Los esfuerzos han sido objeto de estudio científico. Actualmente, el énfasis en el Parque Nacional Tierra del Fuego está en el control, no en la erradicación.
Su avance ha sido tan rápido que hoy representan una amenaza que está resultando difícil de controlar. Las autoridades de Argentina y Chile han autorizado la caza de los animales, pero estos esfuerzos no han detenido al castor.
Chile y Argentina están decididos a erradicar por completo a esta especie invasora, informó Adrian Schiavini, especialista en castores de un centro regional de investigación.
En la reserva Huilo Huilo en el sur de Chile, decenas de expertos en especies invasoras se reunieron recientemente para el primer Encuentro Nacional de Especies Invasoras en las Áreas Protegidas, para tratar de hacer frente a la falta de conocimientos y normas para abordar el problema.
La erradicación del castor en Sudamérica presenta desafíos únicos, así como oportunidades únicas para desarrollar un nuevo modelo de cooperación para manejar los problemas ambientales complejos y globales.
Algunos guardaparques utilizan trampas de acero que encajan a presión hacia abajo sobre la cabeza del animal y al instante lo matan. Los particulares reciben recompensas por la captura de castores, aunque el éxito ha sido esquivo.
Pero, todavía hay un desafío. Si la erradicación funciona, Argentina y Chile tendrán que encontrar la manera de restaurar los bosques que ya han sido dañados. Los especialistas están investigando si los dólares de compensación de carbono podrían utilizarse para financiar la reforestación. Esperemos obtengan los recursos necesarios para reforestar la Patagonia.
Gustavo Carrasquel | ANCA24
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