Elecciones en Grecia: las claves de unos comicios que cambiarán Europa
Cuando Grecia acuda a las urnas este domingo, más que unas elecciones puramente nacionales acogerá unos comicios sobre el modelo de Europa. Si tras los sucesivos rescates es Bruselas la que ha dado forma a la sociedad griega a golpe de reformas y recortes, el impacto parece estar viniendo de regreso como un bumerán. El tornado Syriza, cualesquiera que sean sus consecuencias a largo plazo, ha colocado en modo existencialista a toda la Unión Europea. Al mismo tiempo, Grecia, un país en circunstancias normales poco eurófilo, se ha visto lanzada hacia el debate de “dentro o fuera” de la UE.
La más que probable victoria de Alexis Tsipras podría traer una ola impredecible para la eurozona y para la Unión. Primero, porque si consigue un alivio de la deuda, otros países en apuros se verán tentados de buscar lo mismo, eligiendo a gobiernos combativos. El ejemplo está en España, donde Podemos, partido hermano de Syriza, ya ocupa el primer puesto en varias encuestas. Segundo, porque su efecto podría hacer ascender a los partidos eurófobos de la Europa del norte rica… en Alemania, Finlandia o Dinamarca. En este 2015 se celebrarán elecciones de trascendencia diversa en Francia, en Reino Unido (con un referéndum de permanencia en la UE prometido por Cameron si gana), Finlandia, Polonia, España, Portugal y Dinamarca.
Un dominó cuya primera pieza puede ser Grecia.
Victoria de Syriza pero, ¿por cuánto?
Tsipras, a pesar de sus defectos, entre ellos la falta de concreción hasta hace bien poco de sus planes, ha conseguido aguantar el envite del Gobierno de coalición, que aseguraba que con él se volvía al dracma, y está en cabeza en todas las encuestas. Mañana, salvo que todos los analistas y encuestadores merezcan ser despedidos, obtendrá una mayoría. ¿Pero, de qué calibre?
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