sábado, 25 de diciembre de 2010

MEXICO LINDO Y QUERIDO... ¡RESISTE!...


México: un país conocido por su patrimonio arqueológico y cultural, por su música, su cinematografía, su variada gastronomía y la belleza de su territorio, pero hoy la violencia lo sobrepasa, al escuchar la palabra ‘México’, probablemente, se piense en’violencia’, ‘inseguridad’ o ‘narcotráfico’.

En un país con más de 40 millones de personas en la pobreza extrema, hay muchos dispuestos a arriesgar su vida por tener “una mejor” dedicándose al crimen organizado. Cada vez que capturan a un gran líder, hay otros que tomarán su lugar, y será así mientras su vecino Estados Unidos, con el que comparte una extensión de 3.141 kilómetros, siga siendo el primer consumidor mundial de droga.

En diciembre del año 2006 el presidente de la república Felipe Calderón anunció que su gobierno combatiría firmemente al crimen organizado y para eso utilizaría a la Policía Federal, al Ejercito Mexicano y a la Marina.

Sin embargo parece que la estrategia del gobierno de Calderón seguida hasta el momento no ha dado el éxito esperado ya que el gobierno federal ha capturado a importantes líderes de los cárteles más importantes pero la violencia ha aumentado y al faltar el poder central, los cárteles se han seccionado y han surgido grupos que son aún más peligrosos que los mismos cárteles, dando paso al surgimiento de grupos delictivos como los Zetas, los Negros o la Familia Michoacana.

Por otra parte la violencia se ha recrudecido en los últimos años a causa de la encarnizada lucha que mantienen los cárteles del narcotráfico por conseguir el control de la ruta de la droga que se comercializa en Estados Unidos.

Las zonas más violentas del país son los estados fronterizos con Estados Unidos –como Chihuahua y Tamaulipas– y la zona de los puertos marítimos, como Michoacán (oeste), según información suministrada por el titular de la Procuraduría, Arturo Chávez .

Caso: Ciudad Juárez

Más de 5 mil viviendas de la fronteriza Ciudad Juárez, fueron abandonadas a causa de la fuerte ola de violencia de los últimos seis meses. El pasado mes de octubre fueron asesinados 14 jóvenes mientras celebraban una fiesta de cumpleaños. Esta ciudad mexicana es considerada la urbe más peligrosa y centro de operaciones de varios cárteles del narcotráfico encargados de la venta y suministro ilegal de drogas hacia EEUU .

Ante esta ola de violencia registrada en su país, Chávez ha reconocido que el Estado “necesita transformar sus instituciones para estar a la altura de las necesidades que la sociedad le impone”

Cifras que espantan forman parte de la normalidad de una patología somatizada, tanto como el que la inflige como el que la padece: la narcoviolencia.

Sólo en éste último año el narcotráfico en México ha cobrado la vida la vida de 12.456 personas, con lo que la cifra de víctimas asciende a 30.196 desde que asumió el presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006, según datos oficiales divulgados recientemente.

Por otra parte este año con el rapto y posterior asesinato del alcalde electo de un municipio del estado de Veracruz, Gregorio Barradas Miravete, se eleva a 14 el número de ediles ultimados en distintas partes de México.

La inocencia que se pierde sin conocerla

México enfrenta otro problema la semilla del crimen está sembrada en las nuevas generaciones, matar es cotidiano y la expectativa de vida entre los jóvenes no pasa de los 16 años, pertenecer a un cartel denota un estatus, en una sociedad distorsionada, donde lo que predomina es el dinero y lo que se pueda comprar con él, su procedencia es lo de menos, nada importa que cause la desgracia propia y la de millones de familias.

No existen datos oficiales sobre los niños y adolescentes involucrados en redes de narcotráfico o entrenados como sicarios, organizaciones civiles mencionan que unos 25.000 estarían involucrados en delincuencia de varios niveles, desde robos hasta asesinatos.

Según especialistas muchos de los adolescentes pertenecientes a bandas de narcotráfico, se inician como consumidores y de ahí escalan posiciones hasta convertirse en vendedores de droga, vigilantes de casas de seguridad o sicarios.

Algunos mueren en enfrentamientos con bandas rivales, pero otros son asesinados por sus propios reclutadores.

Según la Red por los Derechos de la Infancia, que agrupa a varias organizaciones pro derechos de los niños, en los últimos cuatro años han muerto unos 1.200 menores de 18 años por la violencia del narcotráfico.

Un adolecente de 14 años que fue capturado recientemente, era sicario para el Cártel Pacífico, en sus declaraciones afirmó que recibía US$3.000 por cada rival asesinado y cuando no localizaba a sus adversarios elegía a cualquier persona inocente, para cobrar el dinero.

Protagosnistas de un infierno

Alrededor de 20 mil inmigrantes centroamericanos fueron secuestrados por bandas del crimen organizado y policías durante este año, en su paso por territorio mexicano rumbo a Estados Unidos, informó el director ejecutivo de Amnistía Internacional en México, Alberto Herrera Aragón.

Las víctimas denunciaron haber sido retenidos por policías, y posteriormente entregados a bandas del crimen organizado. La masacre en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, perpetrada en agosto pasado, puso en evidencia ante el mundo esta realidad.

En busca de una quimera encontraron la muerte

14 mujeres y 58 hombres migrantes de diferentes nacionalidades de Centroamérica, habrían sido interrogados con el fin de que proporcionaran información de sus parientes en Estados Unidos, y tras obtener respuestas negativas para la entrega de dinero a cambio de su libertad, fueron golpeados. Asimismo les ofrecieron el ingreso al cártel de Los Zetas, aunque no está claro para qué los querían.

Los inmigrantes fueron maniatados y les vendaron los ojos, según las investigaciones de las autoridades, los asesinaron entre el 22 y 23 de agosto, al negarse a formar parte de esa organización criminal. Los colocaron en fila y boca y los ejecutaron con disparos a quemarropa, un joven logró sobrevivir. Esperó hasta que sus captores los dieron por muertos. Herido en el pecho y el cuello logró escapar. Recorrió al menos 15 kilómetros antes de encontrar a un grupo de marinos, a los que solicitó ayuda médica. Mas tarde se confirmó la existencia de otros dos sobrevientes.

Días más tarde el 26 de agosto fueron hallados dos cuerpos sin vida, entre ellos el del agente del Ministerio Público del fuero común Roberto Javier Suárez Vázquez, quien se hizo cargo inicialmente de la investigación sobre los 72 migrantes de Centro y Sudamérica asesinados por integrantes del cártel de Los Zetas.

Anteriormente, los antiguos capos de la droga en México tenían códigos que todos respetaban, creencias religiosas y costumbres características tan reconocidas que se llegó a hablar de una narco-cultura.

Sin embargo, actualmente México se enfrenta a la violencia pura de criminales que no tienen el más mínimo respeto por el país, por la seguridad de sus ciudadanos ni por la vida misma.

Fuente: Patria Grande/Agencias

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