La prostitución de la conciencia
Por: José A. Rangel A
Fecha de publicación: 08/04/10
Hay que ver como algunos de nuestros compatriotas, que afortunadamente son pocos, tienen conciencia y no la usan. Más poder tiene en ellos los antivalores, les brota de los labios. Los antivalores se adquieren, no nacemos con ellos. Los antivalores los fundan en nuestra mente y dominan nuestro corazón. Con la conciencia sí nacemos. La conciencia es un órgano de nuestro espíritu que se debilita con los antivalores. Al nacer, la conciencia está latente en el nuevo ser y su primera característica es una inteligencia excepcional carente de valores y antivalores, que nos permite la sobrevivencia. En esta etapa nuestra conciencia no usa el razonamiento, dándonos ese aire de elevada pureza.
Decíamos, que afortunadamente son pocos los compatriotas que tienen conciencia y no la usan. Se les hace difícil usarla por los antivalores. Pero, ¿cómo llegan los antivalores a dominar nuestra conciencia hasta prostituirla? Uno es con el mal ejemplo que nos dan y la otra, de tanto oír mentiras y desinformación. El resultado de los antivalores es la involución humana. El mal ejemplo y la desinformación estimulan los antivalores, que a la final nos van transformando en minusválidos espirituales. La operación para crear un antivalor es muy sencilla, pero eficaz como un virus. Consiste en transformar lo positivo en negativo y lo negativo en positivo. Por ejemplo, tenemos el valor de la libertad, del amor, de la paz o de la unidad y sus antivalores es lo contrario: la esclavitud, el odio, la guerra, el divisionismo respetivamente. Esto se puede llevar a cualquier ejemplo individual, sea personal o social.
Perfectamente a un niño se le puede enseñar con el ejemplo que el odio adquiere más poder sobre los demás, eres superior, esto tiene como resultado la generación de delincuencia. El odio se vuelve aquí “positivo”. Lo mismo ocurre con la desinformación. No decir la verdad sino a medias, sin explicar su contexto o algún elemento clave, sugiriere el error, que hay algo oculto y esto nos desliza al antivalor que se busca, sea odio, ignorancia, etc. Se implanta por vía más sicológica.
Uno observa a estos compatriotas al que le han implantado estos antivalores. Parecieran dejar su condición humana. Los antivalores manejan su cuerpo y mente. Veamos el comportamiento de los soldados norteamericanos que disparan desde un helicóptero a unos periodistas en Irán. No son humanos, sino lo contrario lo que allí actúan. Pero aquí no se juzgará el sistema capitalista que los creó, sino a ellos por su comportamiento personal. Uno toma un individuo de estos y lo observa y lo que miras es al inmenso sistema que lo creó, no a una humanidad. Un sistema imperante que es el capitalista basado en un modo de vida efectivamente dañino y dañado, que manipula al individuo como a una marioneta. Imagínense un ser deshumanizado de estos en cargos claves, como la presidencia, una gobernación, alcaldía, Asamblea Nacional, el daño que haría a los demás. Ejemplos de esto tenemos abundantemente en Venezuela.
Opinar que Chávez nos tiene bañando con totumas, viéndolo como el culpable y no al cambio climático mundial, es un verdadero absurdo. Y miras al anti hombre o anti mujer que lo dice y le haces una sola pregunta y descubres que hasta profesional es, ha estudiado. Inmediatamente te asalta la pregunta: ¿Cómo es posible que piense así, si tiene conocimientos? Y evidentemente deduces: los conocimientos no ayudan a la conciencia cuando acosada está por los antivalores. En los líderes de oposición la ausencia de conciencia es totalmente explicable. Optar por un cargo, sea gobernación o de asamblea, es un negocio para ellos, como siempre lo ha sido. No es amor a Venezuela ni a su pueblo. Y Chávez es un gran obstáculo para hacer la fortuna que quieren y maquinan la forma de sacarlo del medio, como eso de lograr la mayoría en la Asamblea Nacional el 26 de septiembre y dar el golpe de estado tipo hondureño.
De ocurrir esto, volveremos a la edad de piedra espiritual, propia del capitalismo. Se generaría el sistema que puede prostituir a la conciencia masivamente, ese que existe campante por el mundo.
En Venezuela cada día es más necesario enfrentar los antivalores, utilizando todos los medios posibles. Y la batalla contra los antivalores es permanente, hasta que se extinga del planeta.
jarach16@hotmail.com
Por: José A. Rangel A
Fecha de publicación: 08/04/10
Hay que ver como algunos de nuestros compatriotas, que afortunadamente son pocos, tienen conciencia y no la usan. Más poder tiene en ellos los antivalores, les brota de los labios. Los antivalores se adquieren, no nacemos con ellos. Los antivalores los fundan en nuestra mente y dominan nuestro corazón. Con la conciencia sí nacemos. La conciencia es un órgano de nuestro espíritu que se debilita con los antivalores. Al nacer, la conciencia está latente en el nuevo ser y su primera característica es una inteligencia excepcional carente de valores y antivalores, que nos permite la sobrevivencia. En esta etapa nuestra conciencia no usa el razonamiento, dándonos ese aire de elevada pureza.
Decíamos, que afortunadamente son pocos los compatriotas que tienen conciencia y no la usan. Se les hace difícil usarla por los antivalores. Pero, ¿cómo llegan los antivalores a dominar nuestra conciencia hasta prostituirla? Uno es con el mal ejemplo que nos dan y la otra, de tanto oír mentiras y desinformación. El resultado de los antivalores es la involución humana. El mal ejemplo y la desinformación estimulan los antivalores, que a la final nos van transformando en minusválidos espirituales. La operación para crear un antivalor es muy sencilla, pero eficaz como un virus. Consiste en transformar lo positivo en negativo y lo negativo en positivo. Por ejemplo, tenemos el valor de la libertad, del amor, de la paz o de la unidad y sus antivalores es lo contrario: la esclavitud, el odio, la guerra, el divisionismo respetivamente. Esto se puede llevar a cualquier ejemplo individual, sea personal o social.
Perfectamente a un niño se le puede enseñar con el ejemplo que el odio adquiere más poder sobre los demás, eres superior, esto tiene como resultado la generación de delincuencia. El odio se vuelve aquí “positivo”. Lo mismo ocurre con la desinformación. No decir la verdad sino a medias, sin explicar su contexto o algún elemento clave, sugiriere el error, que hay algo oculto y esto nos desliza al antivalor que se busca, sea odio, ignorancia, etc. Se implanta por vía más sicológica.
Uno observa a estos compatriotas al que le han implantado estos antivalores. Parecieran dejar su condición humana. Los antivalores manejan su cuerpo y mente. Veamos el comportamiento de los soldados norteamericanos que disparan desde un helicóptero a unos periodistas en Irán. No son humanos, sino lo contrario lo que allí actúan. Pero aquí no se juzgará el sistema capitalista que los creó, sino a ellos por su comportamiento personal. Uno toma un individuo de estos y lo observa y lo que miras es al inmenso sistema que lo creó, no a una humanidad. Un sistema imperante que es el capitalista basado en un modo de vida efectivamente dañino y dañado, que manipula al individuo como a una marioneta. Imagínense un ser deshumanizado de estos en cargos claves, como la presidencia, una gobernación, alcaldía, Asamblea Nacional, el daño que haría a los demás. Ejemplos de esto tenemos abundantemente en Venezuela.
Opinar que Chávez nos tiene bañando con totumas, viéndolo como el culpable y no al cambio climático mundial, es un verdadero absurdo. Y miras al anti hombre o anti mujer que lo dice y le haces una sola pregunta y descubres que hasta profesional es, ha estudiado. Inmediatamente te asalta la pregunta: ¿Cómo es posible que piense así, si tiene conocimientos? Y evidentemente deduces: los conocimientos no ayudan a la conciencia cuando acosada está por los antivalores. En los líderes de oposición la ausencia de conciencia es totalmente explicable. Optar por un cargo, sea gobernación o de asamblea, es un negocio para ellos, como siempre lo ha sido. No es amor a Venezuela ni a su pueblo. Y Chávez es un gran obstáculo para hacer la fortuna que quieren y maquinan la forma de sacarlo del medio, como eso de lograr la mayoría en la Asamblea Nacional el 26 de septiembre y dar el golpe de estado tipo hondureño.
De ocurrir esto, volveremos a la edad de piedra espiritual, propia del capitalismo. Se generaría el sistema que puede prostituir a la conciencia masivamente, ese que existe campante por el mundo.
En Venezuela cada día es más necesario enfrentar los antivalores, utilizando todos los medios posibles. Y la batalla contra los antivalores es permanente, hasta que se extinga del planeta.
jarach16@hotmail.com
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