Se cumplen 25 años de la Rebelión
Cívico-Militar
del 27 de noviembre
Caracas, noviembre 27 - El 27 de noviembre de 1992, un grupo de civiles militantes de organizaciones revolucionarias y miembros de la Fuerza Armada Nacional se levantaron en contra de las políticas económicas neoliberales impuestas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, medidas que afectaron al pueblo venezolano.
El 4 de febrero de ese mismo año, se gestó la primera insurrección cívico-militar que se desarrolló simultáneamente en las principales ciudades del centro-occidente de Venezuela liderada por el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, reseña nota de Telesur.
El Distrito Capital fue el epicentro de la rebelión que se extendió también a los estados Miranda, Aragua y Carabobo. En la génesis de los acontecimientos se encontraba la crisis de dos instituciones que hasta la fecha había sido sinónimo de la estabilidad democrática: los Partidos Políticos y la Fuerza Armada Nacional.
Entre los protagonistas de la rebelión destacan nombres como los de los contralmirantes Hernán Gruber Odremán, Luis Enrique Cabrera Aguirre, y el general Francisco Visconti Osorio y los partidos políticos Bandera Roja y Tercer Camino.
Las medidas neoliberales aplicadas por el impopular gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1989 en Venezuela para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un préstamo para aliviar sus finanzas produjeron uno de los estallidos sociales más importantes del siglo 20 en América Latina: El Caracazo.
Aumento de los servicios básicos como transporte, combustible y hasta los alimentos de la canasta básica, fueron algunas de las medidas propuestas por CAP en la Venezuela de 1989 a cambio de un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El expresidente Carlos Andrés Pérez se comunicó con la nación a través de la señal de Televen, la única televisora nacional en su poder, donde anunció que este golpe era un “coletazo”, y que el gobierno tenía la situación controlada. A las 3.30 de la tarde, los rebeldes en VTV se rindieron, luego de un enfrentamiento con las fuerzas leales al gobierno que dejaron un saldo de nueve muertos, reseñó nota del Psuv.
A las cuatro de la tarde, varios rebeldes se rindieron aunque muchos escaparon a Perú donde fueron recibidos por el gobierno de Fujimori en calidad de perseguidos políticos. En abril de ese año, el gobierno venezolano había roto relaciones diplomáticas con Perú por el autogolpe que Fujimori había dado.
En la noche, aunque la situación se encontraba controlada en el plano militar, se reportaron enfrentamientos entre la policía y civiles en las parroquias caraqueñas de Caricuao y 23 de Enero.
Un total de 500 oficiales y suboficiales fueron arrestados tras los acontecimientos junto con 800 soldados sin rango y 40 civiles; no obstante, solamente 196 personas, entre civiles y militares, fueron llevadas a un tribunal militar, incluyendo a las que huyeron a Perú y se les abrió un proceso en su ausencia. De estos, 97 fueron condenados y el resto absueltos. Unas semanas después, la Corte Suprema de Justicia anuló los juicios y dentro del período de un año, todos los implicados ya habían sido liberados por los gobiernos de Ramón J. Velásquez y Rafael Caldera.
Las cifras oficiales hablan de 171 muertos (142 civiles y 29 militares), las extraoficiales de 300. Además, se contabilizaron 95 heridos militares. Los caídos en esta gesta heroica, ofrendaron su vida en la construcción de una patria nueva, en el intento de conseguir una vida mejor para millones de venezolanos azotados por la desesperanza.
El 4 de febrero de ese mismo año, se gestó la primera insurrección cívico-militar que se desarrolló simultáneamente en las principales ciudades del centro-occidente de Venezuela liderada por el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, reseña nota de Telesur.
El Distrito Capital fue el epicentro de la rebelión que se extendió también a los estados Miranda, Aragua y Carabobo. En la génesis de los acontecimientos se encontraba la crisis de dos instituciones que hasta la fecha había sido sinónimo de la estabilidad democrática: los Partidos Políticos y la Fuerza Armada Nacional.
Entre los protagonistas de la rebelión destacan nombres como los de los contralmirantes Hernán Gruber Odremán, Luis Enrique Cabrera Aguirre, y el general Francisco Visconti Osorio y los partidos políticos Bandera Roja y Tercer Camino.
Las medidas neoliberales aplicadas por el impopular gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1989 en Venezuela para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un préstamo para aliviar sus finanzas produjeron uno de los estallidos sociales más importantes del siglo 20 en América Latina: El Caracazo.
Aumento de los servicios básicos como transporte, combustible y hasta los alimentos de la canasta básica, fueron algunas de las medidas propuestas por CAP en la Venezuela de 1989 a cambio de un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El expresidente Carlos Andrés Pérez se comunicó con la nación a través de la señal de Televen, la única televisora nacional en su poder, donde anunció que este golpe era un “coletazo”, y que el gobierno tenía la situación controlada. A las 3.30 de la tarde, los rebeldes en VTV se rindieron, luego de un enfrentamiento con las fuerzas leales al gobierno que dejaron un saldo de nueve muertos, reseñó nota del Psuv.
A las cuatro de la tarde, varios rebeldes se rindieron aunque muchos escaparon a Perú donde fueron recibidos por el gobierno de Fujimori en calidad de perseguidos políticos. En abril de ese año, el gobierno venezolano había roto relaciones diplomáticas con Perú por el autogolpe que Fujimori había dado.
En la noche, aunque la situación se encontraba controlada en el plano militar, se reportaron enfrentamientos entre la policía y civiles en las parroquias caraqueñas de Caricuao y 23 de Enero.
Un total de 500 oficiales y suboficiales fueron arrestados tras los acontecimientos junto con 800 soldados sin rango y 40 civiles; no obstante, solamente 196 personas, entre civiles y militares, fueron llevadas a un tribunal militar, incluyendo a las que huyeron a Perú y se les abrió un proceso en su ausencia. De estos, 97 fueron condenados y el resto absueltos. Unas semanas después, la Corte Suprema de Justicia anuló los juicios y dentro del período de un año, todos los implicados ya habían sido liberados por los gobiernos de Ramón J. Velásquez y Rafael Caldera.
Las cifras oficiales hablan de 171 muertos (142 civiles y 29 militares), las extraoficiales de 300. Además, se contabilizaron 95 heridos militares. Los caídos en esta gesta heroica, ofrendaron su vida en la construcción de una patria nueva, en el intento de conseguir una vida mejor para millones de venezolanos azotados por la desesperanza.
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