NO HUBO "MESA REDONDA" PERO EL DÍA FUE REDONDITO, LUZ BERENICE YEPEZ ORADORA DE ORDEN, PRIMERA EMOCIÓN.
Uno ya no está pa´tantas emociones, tenemos una edad que es contraindicada para la salud. Cuando te atreves a secarte escondido unas lagrimas que te afloran por que ves que, en un momento de un discurso de orden la oradora se quiebra en el relato de lo que conoció de la vida del gigante Ali y descubres que la caraja se quiebra emocionada, automáticamente esa emoción se te pega y tu lloras también, en tu mente aflora de forma fugaz la machisima máxima de que "los hombres no lloran" y escondido te enjugas el llanto, en vez de sentirte orgulloso pues, las originaron un discurso plagado de mucha sensibilidad.
Estoy convencido de que lo más acertado de la CLEL fue haber elegido a Luz Berenice Yepez la oradora de orden en el homenaje que se le hizo al Cantor del Pueblo el panita Ali, ese discurso era la experiencia personal de una niña, una adolescente, una mujer que plasmaba allí hasta que punto los recuerdos amorosos de toda una vida se mantienen en esa parte del corazón y la memoria como un archivo que uno desempolva cuando tiene la necesidad que reaparezca como un volcán de esos que jamás se apagan por que la fuerza de ese volcán tiene el nombre de Ali Primera.
Hace unos días le refería a Luz Berenice algunos tips donde le comentaba algo relacionado sobre el evento con el que colaborábamos para poner en escena un acto homenaje a Violeta Parra, Víctor Jara y Ali Primera en el Teatro Juares, ella sin parpadear cuando terminé en el orden escrito de nombrarle los cantores me espetó con un susurro cariñoso pero con firmeza, "¡no, no, Manolo no es en ese orden, en primer lugar hay que nombrar a Ali Primera nuestro cantor primero!", me dí cuenta de inmediato que en ese corazón el amor hacia el padre cantor en el caso de Luz es devocional, hasta en ese detalle que no tiene que ver con algún prejuicio en contra de los canta autores chilenos sino que el panita Ali tiene en ella a una militante de su memoria.
Al pie de estas lineas pongo algunos testimonios gráficos y dos videos de ese acto en el que tuve el orgullo de ser invitado.
Estoy convencido de que lo más acertado de la CLEL fue haber elegido a Luz Berenice Yepez la oradora de orden en el homenaje que se le hizo al Cantor del Pueblo el panita Ali, ese discurso era la experiencia personal de una niña, una adolescente, una mujer que plasmaba allí hasta que punto los recuerdos amorosos de toda una vida se mantienen en esa parte del corazón y la memoria como un archivo que uno desempolva cuando tiene la necesidad que reaparezca como un volcán de esos que jamás se apagan por que la fuerza de ese volcán tiene el nombre de Ali Primera.
Hace unos días le refería a Luz Berenice algunos tips donde le comentaba algo relacionado sobre el evento con el que colaborábamos para poner en escena un acto homenaje a Violeta Parra, Víctor Jara y Ali Primera en el Teatro Juares, ella sin parpadear cuando terminé en el orden escrito de nombrarle los cantores me espetó con un susurro cariñoso pero con firmeza, "¡no, no, Manolo no es en ese orden, en primer lugar hay que nombrar a Ali Primera nuestro cantor primero!", me dí cuenta de inmediato que en ese corazón el amor hacia el padre cantor en el caso de Luz es devocional, hasta en ese detalle que no tiene que ver con algún prejuicio en contra de los canta autores chilenos sino que el panita Ali tiene en ella a una militante de su memoria.
Al pie de estas lineas pongo algunos testimonios gráficos y dos videos de ese acto en el que tuve el orgullo de ser invitado.
Manolo Silva
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