lunes, 30 de enero de 2012


Ratifica Raúl Castro que Cuba no sacrificará la unidad de su pueblo



Ante los más de 800 delegados, Raúl criticó a quienes se ilusionaron con que esta Conferencia marcaría el inicio del desmontaje político y social de la Revolución y reclamaban la restauración del modelo multipartidista


El General de Ejército Raúl Castro ratificó hoy que Cuba jamás renunciará a contar con un solo Partido, como pretende el imperialismo, pues hacerlo sacrificaría la unidad del pueblo.

Al resumir, en el Palacio de Convenciones de La Habana, la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba, destacó el carácter democrático con que se desarrolló el proceso preparatorio, con la participación de la militancia del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en el debate del documento base de la cita.

Ante los más de 800 delegados, Raúl criticó a quienes se ilusionaron con que esta Conferencia marcaría el inicio del desmontaje político y social de la Revolución y reclamaban la restauración del modelo multipartidista.

Sin el menor menosprecio a ningún otro país por tener sistemas pluripartidistas y en estricto apego al principio del respeto a la libre determinación y la no injerencia en los asuntos internos de otros estados, consagrado en la carta de las Naciones Unidas, en Cuba, partiendo de sus experiencias en la larga historia de luchas por la independencia y soberanía nacional, defendemos el sistema del partido único frente al juego de la demagogia y la mercantilización de la política, señaló.
Añadió que el concepto de un solo partido, al que jamás renunciaremos, se encuentra en plena correspondencia con el artículo 5º de la Constitución de la República, aprobada en referendo por el 97,7 % de los electores, mediante el voto libre, directo y secreto.
Recordó que aún cuando el imperio cuenta con un Partido Republicano y otro llamado Demócrata, tanto uno como el otro responden a la misma ideología y esté quien esté en la Casa Blanca, siempre ha tenido en el centro de su política la hostilidad contra Cuba.
Reiteró promover, cada vez más, una mayor democracia en nuestra sociedad, empezando por dar el ejemplo dentro de las filas del Partido.
Agregó que ello presupone fomentar un clima de máxima confianza y sincero intercambio de opiniones, tanto en el seno de la organización como en sus vínculos con los trabajadores y la población, incluyendo a los medios de comunicación masiva, los que deberán involucrarse con responsabilidad y la más estricta veracidad en este empeño, no al estilo burgués, lleno de sensacionalismo y mentiras, sino con comprobada objetividad y sin el secretismo inútil.
A este fin -puntualizó- es necesario incentivar una mayor profesionalidad entre los trabajadores de la prensa, tarea en la que estamos seguros que contaremos con el apoyo de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), los medios de comunicación y los organismos e instituciones que deben tributarles información fidedigna y oportuna para, entre todos, con paciencia y unidad de criterio, perfeccionar y elevar continuamente la efectividad de los mensajes y la orientación a los compatriotas.
En su intervención, el Primer Secretario del PCC afirmó que al propio tiempo, la conformación de una sociedad más democrática contribuirá también a superar actitudes simuladoras y oportunistas surgidas al amparo de la falsa unanimidad y el formalismo en el tratamiento de diferentes situaciones de la vida nacional.
Es preciso acostumbrarnos todos a decirnos las verdades de frente, mirándonos a los ojos, discrepar y discutir, discrepar incluso de lo que digan los jefes, cuando consideramos que nos asiste la razón, como es lógico, en el lugar adecuado, en el momento oportuno y de forma correcta, o sea, en las reuniones, no en los pasillos, acotó.
Hay que estar dispuestos a buscarnos problemas defendiendo nuestras ideas y enfrentando con firmeza lo mal hecho, sentenció Raúl.
Lo único que puede conducir a la derrota de la Revolución y el socialismo en Cuba sería nuestra incapacidad de superar los errores cometidos durante más de 50 años, desde el primero de enero del 59, los nuevos y los del futuro, señaló.
Aclaró que no ha existido ni existirá una Revolución sin errores porque son obra de los hombres y pueblos enfrentados a enormes y descomunales retos, por lo que, expresó, "tenemos el deber sagrado de perfeccionar la Revolución y nunca sentirnos satisfechos con lo que hagamos".
Instó a no considerar que las decisiones aprobadas en la Conferencia Nacional del PCC y los acuerdos adoptados en el VI Congreso constituirán la solución mágica a nuestros problemas, e informó que el Buró Político decidió evaluarlos dos veces al año, lo cual también harán los comités provinciales y municipales de la organización.
Se impone trabajar con orden, disciplina y exigencia para hacer realidad los Lineamientos de la Política Económica y Social, al igual que los objetivos de trabajo aprobados en esta conferencia, dijo.
Llamó a fortalecer la unidad en torno al Partido y a la Revolución y también el vínculo permanente con las masas y a preservar la nación cubana y las conquistas económicas y sociales sobre la base de que la Patria, la Revolución y el socialismo estén asociados indisolublemente.
Al concluir, Raúl denunció:  "las brutales campañas anticubanas instigadas por el gobierno de Estados Unidos y algunos otros tradicionalmente comprometidos con la subversión contra nuestro país, con el concurso de la gran prensa occidental y la colaboración de sus asalariados dentro de la isla".
Advirtió que su propósito ha sido "desacreditar a la Revolución, justificar la hostilidad y el bloqueo contra la población cubana y crear una quinta columna que facilite la aspiración de privarnos de la independencia y soberanía nacional".
Como expresa el editorial del periódico Granma del pasado lunes 23, dijo, los hechos hablan más que las palabras. Las campañas anticubanas no harán mella en la Revolución ni en el pueblo, que continuará perfeccionando su socialismo.

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