domingo, 30 de septiembre de 2018

LOS ANALISTAS FURIOSOS NO PEGARON UNA CON SUS VATICINIOS ACERCA DEL PRESIDENTE MADURO EN LA ONU (+CLODOVALDO)
Los superanalistas opositores pronosticaron que el presidente Nicolás Maduro estaría ausente de la 73 Asamblea Anual de las Naciones Unidas. Alegaron que no iría porque es un ilegítimo dictador, no reconocido por “el concierto de las naciones”.  Se equivocaron, pero no tuvieron la gentileza de admitirlo. Nunca la tienen.
Cuando se dieron cuenta de que el jefe del Estado iba rumbo a la ONU, algunos analistas rápidos se atrevieron a vaticinar que Estados Unidos procedería a detener a Maduro. Argumentaron que las autoridades estadounidenses harían valer la orden de detención emitida por el Tribunal Supremo en el exilio. Se equivocaron y tampoco presentaron excusas.
Cuando vieron que Maduro llegó a Nueva York y se trasladó sin novedades hasta la sede de la ONU, analistas rápidos y furiosos (de la subespecie que se cataloga como expertos en asuntos internacionales)  aseguraron que en la 73 Asamblea no le concederían el derecho de palabra, en virtud de que ya no es presidente, pues ha sido destituido dos veces por la Asamblea Nacional, enjuiciado por los tales magistrados exiliados y sentenciado a pena de prisión. Se equivocaron porque sí le dieron el derecho, con todas las formalidades propias de su condición de jefe de Estado. Pero los analistas no admitieron su pelón. Se hicieron los locos.
Al percatarse de que era inevitable que hablara en el máximo foro mundial, los analistas rápidos y furiosos, ya sin control, profetizaron que lo haría mal, que pondría la del pato macho. Se basaron en su argumento de siempre: el tipo es demasiado bruto. Se equivocaron y es justo decir que de banda a banda. Pero, ni enfermos que estuvieran para reconocerlo. Primero muertos que aceptando los errores que cometen por el terrible y repetitivo vicio de subestimar a la dirigencia y al pueblo chavista.
Cuando se hizo claro que el presidente Maduro estaba dando un gran discurso, los analistas rápidos y furiosos vueltos locos optaron por pronosticar que al salir sería repudiado por la comunidad internacional y tendría que huir a toda prisa de territorio neoyorquino para evitar que, ahora sí, lo hicieran preso. Se equivocaron porque Maduro recibió muestras de respaldo y simpatía (hasta cola hicieron para saludarlo) y luego fue a un acto de solidaridad con Cuba en Harlem. Ninguno presentó excusas por su fallida predicción.
Al hacer un balance del episodio, los superanalistas rápidos y furiosos sin control y sin vergüenza decidieron hacer lo que siempre hacen: llegar a las conclusiones a las que hubieran llegado si sus pronósticos se hubiesen cumplido, aunque haya ocurrido exactamente todo lo contrario: que si Maduro está aislado internacionalmente, que si no se atreve a salir del país, que si no tiene guáramo para hablar en la ONU, que si su discurso fue pésimo y que si fue rechazado por medio mundo en Nueva York… No es muy científico que se diga, pero qué se le va a hacer. Así son estos analistas. Lo otro sería admitir que no pegan una. Si en lugar de dedicarse a la política se dedicaran al pronóstico hípico, ya una turba de apostadores defraudados hubiera tratado de lincharlos.

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)

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