EDUARDO SANOJA CAPRILES
Conocer a Eduardo Sanoja es todo un acontecimiento, irreverencia que compromete, que asalta, que sorprende, una de mis recordadas entrevistas que hice en Radio Crepuscular fue a Eduardo a quien fui a buscar a su casa en Agua Viva y mientras enrumbamos hacia La Carucieña me dijo, "¡a mi no me vas a poner el piii!", "¡no me vas a censurar!", pensando en otra cosa no logré entender que encerraban esas dos frases hasta que lo tuve al frente en el otro micrófono de la cabina radial, fue todo repentino, frente a mí el poeta hablaba en un lenguaje sencillo con su suave voz que no por ser suave deja de ser imponente y en ese horario "todo público" de una mañana sabatina en un lenguaje claro y pristino, se intercalaban tacos que sin ellos el mensaje no tenía sentido y pensando en la audiencia y los censores de oficio que a esa hora despues de levantarse de una profusa borrachera hacen su labor de catones y podían cerrarme el programa, ¡a vaina pa´buena!, me contagié de Sanoja y me importó un carajo lo que dijeran los "impolutos" de farras de viernes por la noche, pues había logrado para "El Filo" una de las entrevistas mas maravillosas que en ese programa realicé.
Manolo Silva
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