Uribe Vélez sería el artífice...
El asesinato del estudiante: ¿la señal para el asalto final contra Venezuela?
El expresidente colombiano de extrema derecha, Álvaro Uribe Vélez, junto al terrorista y reo de la justicia venezolana Lorent Gómez Saleth, quien reveló tener nexos con el recientemente detenido alcalde Antonio Ledezma por su vinculación con planes desestabilizadores contra Venezuela.
Por Carlos Machado Villanueva /El Peatón/
Caracas, 25 feb.- Que justo en este momento (ayer) un agente policial asesine a un estudiante en la ciudad de San Cristóbal, no puede despacharse así no más como si se tratase de un hecho aislado, sin conexión ninguna con la conspiración internacional contra Venezuela y su gobierno, y ello lo confirma el twitter enviado por el ex presidente derechista colombiano Álvaro Uribe Vélez a los pocos segundos de saberse la noticia.
Los artífices externos, sobre todo norteamericanos, e internos del plan golpista contra la institucionalidad democrática venezolana, al parecer aspiran reeditar su versión del tristemente célebre “Caracazo” que cobró la vida demás de tres mili personas, justo en el 26 aniversario de esta revuelta popular contra las medidas de shock económico ordenadas por el Fondo Monetario Internacional al gobierno del entonces presidente de derecha socialdemócrata Caros Andrés Pérez, quien había sido reelecto 2 meses antes. Para ello están convocando a una marcha este 28 de febrero.
Todo parece indicar que luego de la guerra económica prolongada -combinación de desabastecimiento, escasez inducidos e inflación también inducida- que ciertamente ha enervado a la ciudadanía -aunque sin lograr hasta ahora que ésta asuma la protesta violenta, sólo atribuible a que conserva aún fresca en la memoria lo que significo aquel trágico evento en pérdidas de vidas humanas y destrucción del circuito comercial y de distribución de alimentos del país-, los golpistas necesitaban de un resorte que empujase al estudiantado opositor hacia las calles.
Estaríamos entonces en presencia de lo que se suele llamar la masa crítica de eventos, pero no sólo para provocar la salida masiva a las calles de opositores a protestar, que de por sí es muy grave si esta se torna violenta como es de temer ante el odio que les ha sido inoculado mediáticamente; sino que además, y es lo más grave, estaríamos en el “momentún” adecuado a su parecer para que a nivel de la opinión pública internacional quede justificada una agresión militar externa contra Venezuela, no es de extraña,aliñada con un una acción de falsa bandera según la cual efectivos denuestra FANB dispararían contra indefensos protestantes pacíficos opositores.
Sólo que esta agresión externa además de comenzar por el estado Táchira, a todas luces la cabecera de playa del nuevo-viejo intento desestabilizador – al igual que la Bengasi y la Ohms de Libia y Siria- al parecer se iniciaría con la entrada en acción del ejército paramilitar colombiano al servicio de Uribe Vélez infiltrado y apostado desde hace tiempo en los estados andinos Táchira y Mérida como viene siendo denunciado, por lo que el tuiter de este nefasto individuo pudiera leerse como la señal a sus muchachos asesinos.
Ante la grave situación planteada para las próximas horas y días en Venezuela, es de confiar que el gobierno revolucionario y bolivariano que preside legítimamente el presidente Nicolás Maduro, extreme todas las medidas para impedir este tenebroso plan de la derecha nacional, colombiana, española y estadounidense para provocar un baño de sangre en nuestro país, sólo con el fin, en primer lugar, de apoderarse de su ingente riqueza petrolera y de otros importantes recursos, pero también para acabar con el mal ejemplo de Venezuela como país soberano e independiente.
También el pueblo organizado y todas las fuerzas partidistas patrióticas y revolucionarias deberán tensar toda su capacidad organizativa y de movilización al máximo para persuadir a los complotados contra la institucionalidad democrática de que en Venezuela hay un pueblo consciente y decidido a defender sus conquistas democráticas al precio que sea necesario.
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