HORA DE CAMBIOS

¡ Maduro dales duro!

Nelson Montiel Acosta

¡Maduro dales duro!, es el clamor del pueblo en la calle, dale duro a la burguesía especuladora, estafadora, tramposa, hipócrita, hambreadora. Les comenzó a llegar la hora. El Comandante en Jefe Nicolás Maduro se puso al frente de un plan de operaciones para desarticular la guerra económica, orquestada entre los yanquis y la burguesía fraudulenta de Venezuela. Ellos habían subestimado al presidente Maduro, como lo hicieron con nuestro  comandante Supremo Hugo Chávez. Los burgueses no han querido aceptar la legalidad de este país, la rechazan porque la redactaron y las aprobó el pueblo a través de sus instituciones. Se burlan de nuestro marco legal. Así lo hicieron con la Constitución de 1999, con la Ley de Tierras que el petulante de FEDENAGA de ese momento la rompió frente a las cámaras de televisión. Pero les hemos ido ganando la batalla, dentro de ese estado de derecho  construido por la revolución.

            Hoy estamos en un nuevo capítulo: ENFRENTAR LA GUERRA ECONÓMICA que nos decretó la burguesía desde la lamentable pérdida de nuestro Comandante Chávez. “Debemos poner de rodillas al pueblo venezolano para ganar todas la Alcaldías el 8D y tumbar a Maduro”. Dijeron los burgueses. Aceleraron la especulación valiéndose de distintas estrategias que ya están en su mayoría develadas: Solicitaban dólares a CADIVI para importar bienes que compraban con sobreprecios a sus mismas firmas, establecidas en las lavadoras de dólares de Panamá o Miami, traían los container cargados de desechos y chatarras, para simular la inversión  de  las divisas, los dólares eran colocados en el mercado paralelo para obtener jugosas ganancias en bolívares y mantener una economía dolarizada desde sus portales de Internet como Mercado Libre, Tu Carro Punto com y toda esa basura internetica donde se esconden todas esas sabandijas que ya está empezando a ser fumigadas. El resultado: humillación completa de un pueblo que no puede adquirir nada de lo que la burguesía tiene en sus exhibidores comprados con los dólares de la nación: ni electro-domésticos, ni ropa, ni zapatos, ni juguetes y mucho menos vehículos. Sólo los pelucones burgueses, los narcotraficantes, lavadores y raspadores de cupos podían acceder a estos bienes. Mientras tanto el criminal principal, autor intelectual del saboteo conocida como Operación Colapso total, conocido como Caprichito, pedía una audiencia con el papa: “yo soy el presidente de Venezuela- le dijo al entrar- el papa, lo vio fijamente a los ojos puyudos de drogadicto que siempre carga y le dijo:” Vete a dialogar hijo”. Puro hipócritas, una mano se la ponen en el pecho mirando a dios y sus representantes en la tierra y con la otra roban al pueblo.

            No contaban que el presidente Maduro, con su estatura moral como hijo del Comandante Chávez, les iba a echar la mosca en la sopa. Ahora andan desaforados maquillando precios, escondiendo mercancías, calentando los motores de sus lujosos aviones para huir como ratas a la cloaca de Miami a Panamá, donde tienen sus bienes fraudulentos. Ya habían cantado la Capitulación de Maduro, en la revista Semana del sátrapa de Poleo, salía nuestro presidente con cara de entregado. Pero algo grande se anunciaba: EL MADURAZO. Un ejército de hombres y mujeres armados con las leyes de este país, en el marco de nuestra Constitución irrumpió en sus madrigueras y han ido develando lo que sabíamos y lo que ellos negaban LA GRAN ESTAFA. Se hicieron cotidianas las escenas siguientes en sus negocios establecidos en lujosos centros comerciales: ¡Buenos días, venimos a nombre del gobierno nacional, para revisar los precios de las mercancías!. L@s encargad@s de los negocios salían con cara de yo no fui, a decir :“es que el gerente no está,  se encuentra en Valencia”. Por favor muéstreme las facturas. La persona hacía una llamada y respondía:” no puedo, no hay sistema, porque hoy es día de Valencia y las oficinas principales están cerradas”. ¿Podemos ver los depósitos?. Déjeme preguntar. Comenzaba el dueño a dar instrucciones interrumpiendo su asueto del día de Valencia. Muéstreme las fechas de su inventario. Están en Valencia. Mientras tanto los empleados se veían serenos,  un sentimiento de alegría que se les notaba en sus ojos, le llegó el día al patrón.  Se les preguntaba: ¿ te pagan completo?, ¿te dan la tiquera de alimentación?. ¿Te dan los días consecutivos de descanso que establece la ley?, ¿te cotizan al Seguro Social?, nada, no nos dan ni agua. Nada, le debo al dueño dos pares de zapatos que me los vende precio full, es decir me pagan mi salario con zapatos caros. Ni siquiera relaciones capitalistas, mi comandante Maduro, usted que sabe de metodología marxista, Relaciones de producción semi-esclavistas, con una tienda de raya al estilo de los viejos hatos coloniales, que los peones debían todo en la tienda del dueño del hato.  Ante este descaro los burgueses se mantienen en las iglesias rezando y dándose golpes de pecho y rasgándose las vestiduras. Pero les llegó Maduro. El pueblo alegre con la actuación de los organismos gubernamentales comenzó a identificar los especuladores y comenzaron a organizarse en colas para adquirir las mercancías negadas por sus altos precios. Un verdadero espectáculo ver a los especuladores chorreados, descubrieron que Maduro les estaba diciendo la verdad, que les iba a aplicar la ley sin miramientos. Llegó San Nicolás, pero San Nicolás Maduro Moros, Comandante en Jefe, Presidente de la República Bolivariana Venezuela, digno heredero del Legado del Comandante Chávez.

Chávez vive, la patria sigue.