martes, 20 de marzo de 2012


PLANES PARA NO CAMBIAR...
"Un proceso de transformación política, puede concluir perfectamente sin producir transformaciones, puede interrumpirse o paralizarse y derrumbarse como  el socialismo soviético"
 Por  Eseario Sosa Rodríguez 
 
Todos y cada uno de los actos de nuestra vida, tiene una carga política para liberarnos o para seguir siendo lo mismo.. Por tal razón en cada asunto ayudamos o estorbamos el proceso revolucionario. El Capitalismo, nuestras ganas de tener dinero, el miedo a perder el empleo, el deseo de ser eficientes, la necesidad de quedar bien con el POA, nos hacen ocupar nuestro tiempo y nuestros recursos, en actividades, tareas, quizás necesarias y buenas pero que no apuntan a  la transformación.
 
Por esas razones, nuestra agenda siempre está llena, muy llena y la actividad programada o las que nos programan, tienen prioridad ante cualquier propuesta de formación política o de agitación con fines transformadores. Es cierto que muchas de esas actividades, también son tareas de la revolución, lo que pasa es que ese “tareísmo insensato”, justificado normativamente y hasta necesario, puede no ser transformador.
 
Habría que recordar lo de Habermas en torno a los “Intereses constitutivos del saber” para  revisar bajo cual interés hacemos las cosas. Esto es tan real que hasta programas de formación política pueden hacerse para cumplir una tarea, para no transformar.  Tareas, reuniones, talleres, asambleas, supervisiones, pueden hacerse para que se de aquello de CAMBIAR PARA QUE NADA CAMBIE.  Esto es fácil de observar cuando no logramos demostrar el impacto real en la producción, en la organización de las y los trabajadores, en la participación política, en las diferentes instancias de nuestras instituciones, luego de que hemos ejecutado algún plan en esos espacios. Sea propicio aclarar que la formación política, técnica y miliciana, son parte esencial del proceso productivo. Un viejo libro dice: Qué ganara un ser humano que ganándolo todo pierde su humanidad? y el Camarada Che Guevara, terror de dogmáticos, revisionistas y flojos, nos dice de que de nada vale elevar la producción sino elevamos la conciencia del trabajador/trabajadora.
 
En cualquier reunión que se hable de esto, nadie está en contra de la formación. Todo el mundo está de acuerdo, pero a la hora de enviar a alguien para la formación política, todo el mundo está ocupado. En una ocasión se designó a un trabajador para ir a la Escuela de Formación ubicada a dos kilómetros de su casa a un curso de 5 días y él manifestó no poder asistir porque cuidaba a su hija. A la semana salió seleccionado para ir a Cuba por 21 días lo cual le emocionó. Recuerdo que su Jefa le dijo Ud. no puede  ir porque son muchos días y Cuba queda muy lejos de su casa y no va a poder cuidar a su hija. Esta historia cruel sirve para ilustrar lo que pasa en algunos casos con la formación. Hay gente indispensable que no puede moverse de su puesto. Qué pasará cuando se enferma? Es justo impedir el crecimiento de un trabajador/trabajadora?.
 
Estas líneas llevan la intención de que reflexionemos sobre la manera como estamos actuando en torno a la Formación  de nuestros hermanos trabajadores y trabajadoras…¿Qué pasará con  nuestra formación? ¿Ya estamos formados?. NADIE EDUCA NADIE PERO NADIE SE EDUCA SOLO/SOLA.                                           
                                                                                           Eseario Sosa Rodríguez 3857257
                                                                                         eseariososar@yahoo.es

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