ESE CANDIDATO NO ME GUSTA…
Roger Capella Mateo
Hace varios días que el tema de las
candidaturas a alcaldes me preocupa, pero por diferentes razones, no lo
abordaba de forma pública. Llegué a pensar que algunas tensiones entre
compatriotas, habían cesado o disminuido después de haberse postulado los
candidatos en todo el País según acuerdo
alcanzado por los factores políticos que apoyan nuestro gobierno
Chavista. Pero esta mañana me abordó el cuidador de carros de una iglesia
cercana, que me conoce y que es Chavista confeso desde hace años. Me preguntó
que me parecía el candidato postulado en Valencia. Le respondí que es un hombre
que viene de una responsabilidad en la cual demostró lealtad al proceso Bolivariano
y que es apoyado por el PSUV y todo el GPP. Pero él no trabajó con el “pollo”? ,
me imprecó. Creo que no, o mejor, no lo recuerdo, respondí. Sabe una cosa
doctor, yo no voy a votar por ese
personaje…”Pero viejo, no comprendes que al no votar por él estas votando por
la derecha”, y le di otros argumentos. Estuvo imperturbable en su posición. Por
supuesto que esto incrementó mi preocupación y decidí escribir sobre el tema.
Me vino el recuerdo de una tarde,
miércoles, en mis días en Canoabo, hace 42 años. Termino la consulta y con un
calor espantoso, las calles solitarias, me voy a conversar con “yeyo” Palencia,
en su botiquín. Me invita una cerveza helada, irrechazable, y me siento en la
mesa con otros dos amigos. Después de un silencio, propongo que juguemos dominó.
Con este calor no provoca. Y entonces? Bueno, juguemos “la mosca”, “de a
bolivita”. Y como es eso? Fácil. Cada quien coloca un bolivar en la mesa, y al
primero que se le pare una mosca, se gana el resto. Y jugamos.
Pensé, aquí se juega
cualquier cosa. El componente lúdico de nuestra gente es inocultable. Será que
si se hubiesen sorteado los candidatos, nuestro pueblo los hubiese aceptado? No lo sé. Pero hubiese sido una monumental
irresponsabilidad. Porque se trató de una decisión política extraordinariamente
importante. Y la vía tenía que política. El tiempo sólo permitía la consulta
entre las direcciones de las organizaciones Chavistas. Y el resultado puede no
ser de la simpatía de algunos, cosa humanamente comprensible, pero todo el
Chavismo, todos los revolucionarios, debemos asumirlo militantemente. No se
trata de elegir a una reina de belleza. Sino de preservar los espacios
políticos conquistados por el Chavismo y de ser posible incrementarlos.
La actitud de la derecha fascista, como lo
es desconocer los resultados del 14 de abril, llamar a la violencia, con 11
muertos, múltiples heridos, agresiones a instituciones hospitalarias, sedes
regionales del CNE y del PSUV. Campaña internacional para deslegitimar a
nuestro presidente, sabotaje económico permanente. Sabotaje en los servicios
públicos. Severo paro universitario. Compra de aviones de guerra y ubicarlos en
un País vecino. Desarrollar un plan macabro para cometer un magnicidio y
provocar inestabilidad en la Venezuela Bolivariana, para pedir invasión a los
EUA. Son elementos que me permiten afirmar que estamos en guerra. Extraña, no
tradicional, pero guerra al fin. Por lo tanto todo hecho político (las
elecciones de alcaldes incluso) hay que asumirlo en este contexto. Por supuesto
que la situación es compleja, difícil. Pero la tarea es vencer.
Otro recuerdo, nada grato, por cierto, es
lo que les tocó vivir a mis padres, españoles, republicanos. En esa España en
guerra civil entre 1936 y 1939. Donde cada organización revolucionaria tenía su
propio ejercito, tácticas y quizás hasta estrategias diferentes, por un lado y
por el otro el ejercito falangista unido. Dio como resultado la derrota de los
republicanos, la perdida de la II Republica, un millón de muertos, un millón de
presos y un millón de exiliados. La izquierda no logró ponerse de acuerdo para
derrotar a los falangistas y ganar la guerra en España. Las consecuencias se
pagan todavía. Esa experiencia y muchas otras, nos obliga a pensar, unirnos más
que nunca y actuar. Está claro que derrotar al fascismo en las elecciones de
alcaldes de diciembre es la tarea de todo aquel que se califica de
revolucionario, de Chavista. No existen variables. No podemos escoger,
necesario es vencer.
El trabajo que tiene todo el Chavismo es
arduo, complicado, sistemático. La lealtad al pensamiento y a la inmensa obra
del comandante eterno Hugo Chávez, nos obliga a derrotar las conductas…de ese
candidato no me gusta.
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