El dedo pintado de rojo
rojito
Reinaldo Quijada
Los estatutos del PSUVvestablecen
varios métodos para la práctica de la democracia interna: elección directa,
cooptación, elecciones de primero, segundo o tercer grado, o consenso. Métodos
que no se utilizaron para el 8D… Los que deciden, no son, estamos convencidos
de ello, ni
el Presidente Nicolás Maduro, o antes
el Presidente Chávez, ni la Dirección Política Nacional del
PSUV. Participan pero no deciden
en lo substancial. Muchísimo menos deciden las bases. A ellas se les pide, lo pidió
Maduro, en El Poliedro, el pasado 09 de junio, que, discutan en mesas de
trabajo,
luego en Asambleas Patrióticas
Populares, y después al pueblo, precisamente, lo dejan “como
novia de pueblo”… El pueblo, con
disciplina, cumple las tareas encomendadas. Luego sus
opiniones son ignoradas. Las decisiones. ¿Quién las toma entonces? ¿El
ánima de
Taguapire? Y los métodos. ¿Cuáles
se utilizaron? Dos que no están en los estatutos: el dedo pintado de rojo
rojito de los gobernadores de estado y el marketing publicitario, ocurrencia de
la Dirección Política Nacional del PSUV. El primero prevaleció. Los gobernadores
impusieron su ley
de caudillos. Se mueven al son de
sus intereses grupales o particulares, e imponen sus
candidatos. Lejos el Plan Patria,
las Líneas Estratégicas de
Acción Política o los Cinco
Grandes Objetivos Históricos. Lejos el Estado Comunal o el
socialismo. Al controlar toda la estructura
burocrática regional y demás estructuras estadales, y
además los medios de comunicación,
incluso los privados, vía pautas publicitarias, tienen “la sartén por el
mango”. Son voraces. Nada se les escapa. La memoria objetiva de ello, la
tenemos en la derrota de la Reforma Constitucional del 2007 o la Enmienda
Constitucional del 2009 que hubo que extenderla, por presión de ellos, de la
reelección continua del Presidente de la República a
todos los cargos de elección
popular. El otro método es el marketing publicitario. Los candidatos son
productos de consumo, cuya posición en la farándula, el deporte o en los
medios, es, explotada, y se busca trasladarla a la política. Fórmula simplista,
no socialista, que pareciera poco efectiva. Como bien sabemos, el capitalismo
todo lo transforma en mercancía. La pregunta es: ¿Dónde queda la democracia
participativa y protagónica?
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