sábado, 30 de noviembre de 2019



Jeanine Añez, ¿por qué odia a los indígenas?



POR OLLANTAY ITZMNÁ
La autoproclamada gobernante inconstitucional de Bolivia, Jeanine Añez, por su apellido aparenta ser descendiente del Escudo Añez de Sevilla, España. Y por su primer nombre, de alguna comunidad francófona o anglófona. Pero, sus facciones físicas (frente y pómulos pronunciados, nariz semiaguileña, labios diminutos y gruesos cabellos) la delatan como una aborigen andina boliviana, muy a pesar de su cabello teñido.
En las repúblicas criollas fue (y aún lo es) muy común la castellanización (o traducción) de los apellidos indígenas para ser “permitidos” como ciudadanos en los estados etnofágicos.
Así, por ejemplo, los Mamani (que en aymara significa águila) se inscribían en el Registro Civil como Aguilar, Halcón, etc. Los Qhespi eran registrados como Quispe, Quisbert, etc.
En el caso de la boliviana autoproclamada, Jeanine Añez, su apellido inicialmente fue Añas (que en quechua significa zorrino), pero sus ancestros lo castellanizaron como Añez para evitar y/omitigar la discriminación racial cotidiana, y así intentar legarle “ciudadanía”
Con seguridad que los ancestros inmediatos de Jeanine migraron de la zona andina de Bolivia hacia el amazónico Departamento de Beni, en las olas migratorias internas promovidas por el Estado boliviano, durante el pasado siglo. Y, como toda migrante andina de segunda generación, Ella se asumió más camba (habitante del Oriente del país) que los mismos aborígenes del lugar.
¿De dónde proviene el racismo y fundamentalismo de Jeanine Añez?
Los diferentes mensajes racistas y fundamentalistas posteados en sus redes sociales contra los pueblos indígenas, la frialdad con la liberó de responsabilidades penales, mediante Decreto, a los militares y policías que masacraron bajo su mandato a más de 30 aymaras y quechuas en cuestión de horas, y la naturalidad con la que es capaz de discursear a sus víctimas sobre la “cultura de la no violencia”, en un país con calles impregnadas con aroma a sangre humana fresca, nos indica que Añez es una mujer racista deshabitada.
Ella padece una esquizofrenia cultural/identitario que hace que odie lo que es (indígena) y ame lo que no es (española), producto de su condición de mujer colonizada.
Odia su cuerpo indígena, intenta ocultar sus facciones indígenas en busca de ser “aceptada” como integrante de la “familia camba”, supuestamente descendiente de españoles. La identidad camba, en los hechos, se afianza en la negación violenta del “ser qholla” (andino). Las masacres contra pueblos indígenas, en buena medida, son acciones afirmativas de la “identidad camba”. Añez para demostrar que no es Añas tuvo de realizar acciones afirmativas como Añez.
Un aborigen oportunista, para llegar a ser “indio permitido” en el sistema colonial y/o republicano debía necesariamente traicionar/vender, sacrificar, a sus parientes. Sólo así gozaba del “beneficio de la duda” del patrón. Es decir, cuanto más muestras de odio y desprecio por los suyos expresaba un “indio asimilado”, más “aceptado y querido” se sentía por su patrón. Aunque éste jamás lo llegaba a aceptar o querer como parte de su gueto.
Jeanine Añez padece este síndrome de la mujer deshabitada. Sueña, se esfuerza, incluso masacra a su familia indígena, para demostrar que Ella no es indígena, pero jamás llegará a ser la sevillana o andaluz que sueña ser. Porque los cambas jamás la admitirán como tal, ni sus facciones qhollas le permitirán ser camba.
Lo cierto es que la quincuagenaria Dictadora democristiana se hunde en la vorágine de la anomia existencial, consumida por el sentimiento de culpa de ser la Malinche de América Latina Plurinacional en pleno siglo XXI.

viernes, 29 de noviembre de 2019

 *PRESIDENTE NICOLÁS MADURO ORDENA ESTAR EN MÁXIMA ALERTA!*
HACE MINUTOS EN LA ALOCUCIÓN DEL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO, AFIRMÓ QUE MANEJA INFORMACIÓN DE UN PLAN DESESTABILIZADOR QUE EL GOBIERNO NARCOPARAMILITAR DE IVAN DUQUE Y EL COMANDO SUR EEUU, PRETENDEN LLEVAR A CABO EN PRÓXIMOS DÍAS EN NUESTRA FRONTERA, PARA LO CUÁL USARÍAN LOS FALSOS POSITIVOS, POR LO CUAL ORDENÓ DESDE YA ACTIVAR AL MÁXIMO A LA FANB Y AL PUEBLO.

TAMBIÉN DIJO, QUE SI LE LLEGASEN HACER ALGO, O SE DA UN GOLPE DE ESTADO Y ÉL NO APARECIERA, *EL PUEBLO INMEDIATAMENTE DEBE DECLARAR UNA HUELGA NACIONAL INDEFINIDA Y SALIR A LA CALLE EN INSURRECCIÓN CÍVICO-MILITAR.*
EL COMPAÑERO PRESIDENTE NICOLÁS MADURO ESTÁ DANDO LINEA CLARA ANTE LAS TRAICIONES, CONSPIRACIONES Y PLANES DEL IMPERIALISMO, ASÍ QUE *TODOS ALERTAS!*
*_Lo Que Tapan Por Allá, Te Lo Mostramos Por Aquí:_* 👇
Tupamaro es Estudio(Formación),

 Trabajo(Producción) para la Defensa de 

la Revolución, Vamos X Mas





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CALDERÓN BERTI LE DIO A GUAIDÓ SU VIERNES NEGRO: COLOMBIA ME ALERTÓ EN QUE HABÍA PROSTITUTAS Y ALCOHOL EN “AYUDA HUMANITARIA”
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Humberto Calderón Berti, ex “embajador” de Juan Guaidó en Colombia, confirmó que el equipo designado por el “autoproclamado” para “administrar” la “ayuda humanitaria” en Cúcuta, que terminó siendo robada por ellos mismos y despilfarrada en lujos y otros excesos, utilizaron “prostitutas y alcohol”, mientras una parte de la oposición puso la esperanza en ellos para lograr un cambio político.
 
Berti dijo que la información del mal proceder de este grupo de confianza de Guaidó, fue confirmada por las autoridades colombianas, quienes le dieron la alerta de lo que estaba ocurriendo en Cúcuta.
 
“Están en deuda con el país. Estaban ocurriendo cosas indebidas. Las autoridades colombianas me dieron la alerta de que habían prostitutas y alcohol. Me desproporcionaron esa información”, indicó Berti.
 
“Las autoridades colombianas me dieron la alerta. Donde hablaban de prostitutas, manejo indebido de los fondos. ¿Qué era lo que me correspondía a mí como Embajador? Mandar a hacer una auditoría”, fueron sus palabras en rueda de prensa este viernes.
 
El ex “embajador” de Juan Guaidó en Colombia, apartado de ese “cargo” esta semana, denunció que su ex jefe así como Leopoldo López —prófugo de la justicia venezolana— tienen en sus manos “el informe de auditoría” sobre el escandaloso caso por “el uso irregular” de dinero en Cúcuta, razón que los obliga a “decir qué pasó” con “la ayuda humanitaria”.
 
(LaIguana.TV)

jueves, 28 de noviembre de 2019

Larga tradición de golpes de Estado en América Latina y África

América Latina y África tienen una larga tradición de golpes de Estado. En otras latitudes del planeta los mismos son raros, muy infrecuentes, o simplemente no se dan.
Cualquiera de ellos, con las diferencias y particularidades del caso, consiste en la interrupción de la institucionalidad democrática que fijan las Constituciones de cada país, reemplazándola por un nuevo orden no sujeto a ningún estado de derecho. La violencia militar cruda y descarnada hace parte vital de ese mecanismo.
En el África subsahariana, en el poco más de medio siglo que tienen sus jóvenes naciones, se llevan registrados más de 220 golpes de Estado, en todos los casos llevados a cabo por fuerzas militares. Burkina Faso, Benín y Nigeria son los que más los han sufrido, con 6 golpes en cada uno de esos países hasta el año 2001. Dada esa continua inestabilidad política, producto de lo joven y débil de esas democracias constitucionales copiadas a las ex metrópolis europeas, la Organización de la Unidad Africana -OUA- en el año 2000 reaccionó promulgando la Declaración de Lomé, la cual prohíbe taxativamente en todo el continente los cambios inconstitucionales de gobierno. Dicha declaración fue recogida en el año 2007 por la Unión Africana en la “Carta Africana sobre Democracia, Elecciones y Gobernabilidad”. Es por eso que los golpes de Estado más recientes, que tuvieron lugar luego de esa fecha, como los ocurridos en Guinea (2008), Madagascar (2009), Níger (2010), República Centroafricana (2013) y Burkina Faso (2015), no fueron reconocidos por el organismo regional, suspendiéndoseles del mismo y obligándoseles al retorno al marco constitucional.
En muchos de esos alzamientos militares estuvo presente la influencia de las ex potencias imperialistas de Europa, básicamente Gran Bretaña y Francia, que siglos atrás habían invadido el territorio africano, dividiéndolo artificialmente en lo que hoy son estas jóvenes repúblicas. Los continuos golpes de Estado de estas pocas décadas transcurridas desde su liberación -alrededor de 1960- evidencian lo precaria que son como naciones, al establecérseles límites arbitrarios destruyendo y avasallando culturas y pueblos tradicionales.
En Latinoamérica, los golpes de Estado caracterizaron la dinámica política de todos sus países (excepción hecha de Costa Rica, la “Suiza americana” … ¿y por qué no Suiza la “Costa Rica europea”?) a lo largo de todo el siglo XX. Bolivia encabeza la lista, con más de 160 alzamientos militares.
Un golpe de Estado no significa cambio alguno en la estructura económico-social de una sociedad. Es, en todo caso, un cambio brusco, repentino, en la figura que está al mando del sillón presidencial. En otros términos: luchas de poder intestinas, crisis palaciegas, simples reacomodos a espaldas de los pueblos (eso es, básicamente, lo que caracteriza los pronunciamientos militares en el África). O, en todo caso, injerencia del poder militar en la dinámica política, reemplazando el juego institucional normal cuando las clases dirigentes avizoran algún peligro en orden a un avance popular (lo distintivo de Latinoamérica).
Esto último es el caso, por ejemplo, de la intervención militar en Guatemala en 1954 desplazando la “Primavera democrática”, en Argentina en 1955 y 1976, quitando gobiernos peronistas vistos como “peligro populista” para las clases dirigentes, en Brasil en 1964, volteando al presidente João Goulart, otro “populista peligroso” para la lógica conservadora, en Chile en 1973 (“peligro comunista”, según declarara Henry Kissinger en su momento), y ahora en Bolivia (gran reserva de litio ansiada por compañías multinacionales). En todos estos casos lo que está en juego es la posibilidad de una pérdida de privilegios por parte de la clase dominante local y de los intereses estadounidenses en la región. De esto se desprenden dos conclusiones:
1) El aparato de Estado no está para beneficiar a todos los habitantes de una nación por igual, sino que es el mecanismo de dominación de una clase social (oligarquía, burguesía, empresariado, terratenientes, banqueros o como se la quiera nombrar) sobre otra (trabajadores, pueblo en general). Vale recordar aquí la definición leninista ya clásica: “El Estado es el producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase”. Las fuerzas de seguridad nunca reprimen a las clases dirigentes sino a la “chusma” que protesta. 
2) En Latinoamérica, el verdadero poder dominante final, el que tiene la última palabra, es la clase dirigente de Estados Unidos, que hace de la región su reservorio de materias primas, mercado cautivo y proveedor de mano de obra barata. Por eso, y no por otra razón, es que hay acantonadas 74 bases militares de Washington en la región, defendiendo al milímetro lo que considera su natural patio trasero: “América para los americanos” (del Norte), según la tristemente célebre Doctrina Monroe. No está de más recordar que la instalación más grande (Base Mariscal Estigarribia) se encuentra en la Triple frontera argentino-brasileño-paraguaya, “custodiando” el Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce subterránea más enorme del mundo. Y la base más grande está en construcción en estos momentos, en Honduras, para “salvaguardar” las reservas petrolíferas de Venezuela.
En todos estos pronunciamientos militares está siempre presente la mano de Washington, quien defiende a capa y espada, ante todo, sus propios intereses económicos, y secundariamente el modelo capitalista vigente, para que los “malos ejemplos populistas” no cundan. Pero los tradicionales golpes de Estado, con tanques de guerra en la calle, sangre y muchos muertos, cuestan demasiado en términos políticos. Hoy día, producto del avance en las denuncias de violaciones a derechos humanos cometidas por esos gobiernos militares producto de los golpes de Estado sangrientos, tales prácticas son impresentables. De ahí que la Casa Blanca últimamente ha variado su estrategia desarrollando lo que se conoce como “golpes suaves” (soft), o “procesos de reversión” (roll-back).
Los mismos evitan el despliegue militar violento, presentando varias aristas, articuladas entre sí a veces, que tienen por fin siempre lo mismo: terminar con un mandatario o un proceso díscolo a los dictados imperiales de Estados Unidos. Pueden presentar varias formas:
1) Maquillando el cambio político como un alzamiento espontáneo de la población que, con su protesta, reclama algo nuevo. ¿Qué representan, en realidad, estos movimientos? No son, en sentido estricto, movimientos populares. Con las diferencias del caso, todos tienen líneas comunes. Llamados también “revoluciones de colores” (probadas en otras regiones distintas a Latinoamérica: revolución de las rosas en Georgia, revolución naranja en Ucrania, revolución de los tulipanes en Kirguistán, revolución blanca en Bielorrusia, revolución verde en Irán, revolución azafrán en Birmania, revolución del Cedro en Líbano, revolución de los jazmines en Túnez, “estudiantes democráticos antichavistas” en Venezuela, las “Damas de blanco” en Cuba, las recientes “movilizaciones populares” en Bolivia fustigando el supuesto fraude de Evo Morales) son fuerzas aparentemente espontáneas, que tienen siempre como objeto principal oponerse a un gobierno o proyecto contrario a los intereses geoestratégicos de Washington.
El ideólogo que le dio forma a este tipo de intervenciones es Gene Sharp, escritor estadounidense visceralmente anticomunista, autor de los libros “La política de la acción no violenta” y “De la dictadura a la democracia”, quien fuera nominado en el 2015 al Premio Nobel de la Paz. Paradojas del destino: inspirándose en los métodos de lucha no-violenta de Mahatma Ghandi, este intelectual orgánico al statu quo estadounidense sentó las bases para que la CIA y otras agencias estatales norteamericanas (USAID, NED, algunas Fundaciones de fachada) desarrollen sus intervenciones en distintas partes del mundo, siempre en función de la geoestrategia de dominación de Washington (¡en modo alguno alejada de la violencia!). Las mismas, según Sharp, consisten en tres pasos:
  • Generación de protestas, manifestaciones y piquetes, persuadiendo a la población (léase: manipulando) de la ilegitimidad del poder constituido, buscando la formación de un movimiento antigubernamental.
  • Fomento del desprestigio de las fuerzas de seguridad oficiales (policía o fuerzas del orden), instigación a huelgas, a la desobediencia social, a los disturbios y la provocación de sabotaje.
  • Llamado al derrocamiento no violento del gobierno.
Así, un cambio de gobierno se enmascara como resultado de una protesta popular espontánea.
2) A ello se le puede complementar, como parte de estos nuevos golpes de Estado “suaves”, el trabajo disuasivo que realiza la corporación mediática comercial, siempre alineada con el gran capital y posiciones conservadoras. Trabajar sobre la corrupción, denunciando y magnificando hasta el hartazgo hechos corruptos por parte de los funcionarios “díscolos”, consigue resultados: dado que es un tema sensible, o incluso sensiblero, las poblaciones responden siempre visceralmente: “Mueren niños en un hospital por falta de medicamentos, culpa de la corrupción estatal”; “Podemos ver los resultados de la corrupción aquí en esta escuela: no tienen suficientes aulas para la gente, para los estudiantes (…) Toca al gobierno y a la gente de Guatemala luchar cada día contra la corrupción”, como declarara el entonces embajador de Estados Unidos en Guatemala preparando las “espontáneas” protestas populares. ¿Quién podría avalar la corrupción? Por tanto, insistir y sobredimensionar la misma en función de una estrategia de desprestigio, da resultados. De hecho, ello se evidenció (¿laboratorio de prueba?) en el 2015 en Guatemala, donde las denuncias reiteradas de corrupción por parte de la prensa y las “manifestaciones cívicas pacíficas” de población clasemediera urbana lograron quitar de la presidencia al binomio Otto Pérez-Molina y Roxana Baldetti, conspicuos operadores políticos de derecha (Pérez-Molina, por lo pronto, militar absolutamente comprometido en la guerra contrainsurgente de años atrás, pero ahora “utilizado” como prueba con esto de las cruzadas anticorrupción).
El mecanismo definitivamente funciona, pues fue lo que luego se utilizó para que la geoestrategia hemisférica de Estados Unidos, en connivencia con las oligarquías locales, desplazara con esta modalidad de golpes suaves al Partido de los Trabajadores en Brasil, encarcelando al ex presidente Lula y a la en ese entonces presidenta Dilma Rousseff, por hechos nunca claramente probados de corrupción. Y lo mismo sucedió en Argentina, donde sin llegar a sustanciar un golpe de Estado, la derecha pudo quitar del sillón presidencial a Cristina Fernández (una socialdemócrata pro capitalismo, en todo caso reformista, pero igualmente molesta para el statu quo), acusándola de innumerables hechos corruptos que llevaron al triunfo electoral de Mauricio Macri.
3) Otra forma de “golpe suave” desarrollada por Estados Unidos está dada por intervenciones “quirúrgicas” que, sin apelar al gran despliegue militar, “capturan” al presidente en cuestión, alejándolo de su cargo en forma silenciosa, ordenada, haciéndolo desaparecer “mágicamente” de la vida pública. Eso es lo que se hizo, por ejemplo, con Jean-Bertrand Aristide en Haití, secuestrado y llevado al África, con Manuel Zelaya en Honduras, o con Hugo Chávez en Venezuela (jugada, esta última, que no les resultó por la activa participación popular en defensa de su líder, lo que hizo abortar el golpe).
4) Complementando lo anterior, también como parte de esta nueva modalidad de golpes no cruentos, una nueva técnica que impulsa el gobierno de Estados Unidos es la “autoproclamación” como mandatario. Es una jugada casi absurda, pero que puede resultar efectiva. Crea una situación de hecho, presentando a un determinado personaje como el “nuevo” presidente, con lo que se fuerza un escenario novedoso que puede servir para desplazar al anterior mandatario. Esto se ensayó primeramente en la República Bolivariana de Venezuela, donde el diputado Juan Guaidó se autoproclamó presidente, sin que ello tuviera efecto real en la dinámica política del país. Pero sí resultó en la República Plurinacional de Bolivia, donde ilegalmente la vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, autonombrándose, ocupó el espacio dejado por la renuncia forzada del legítimo mandatario Evo Morales, completando así el golpe de Estado pergeñado por la derecha.
Esta nueva modalidad de “golpes soft” evita el desgaste político, sin tensar al rojo vivo la situación político-social. Se pueden combinar varios elementos: movilización popular manipulada, prédica antigubernamental por los medios de comunicación, operaciones quirúrgicas, mecanismos de sabotaje, etc. De todos modos, la posibilidad de la “mano dura” no se descarta. La clase dominante siempre se guarda esa carta. La Escuela de las Américas, luego rebautizada pero en esencia siempre la misma cosa, sigue preparando militares latinoamericanos golpistas y torturadores como reaseguro de las clases dominantes para todo el sub-continente. “América del Sur se nos puede embrollar de modo incontrolable si no tenemos siempre a la mano un líder militar (…) Esto reclama un jefe de la calidad solidaria del general Augusto Pinochet”, manifestó el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ante “la preocupante situación de Chile”. De hecho, en procesos llamados democráticos (que lo son solo formalmente), cuando las cosas se “complican”, aparece la bota militar. Eso ocurrió en el virtual golpe de Estado en Honduras en 2009, cuando se desplazó al entonces presidente legítimo Manuel Zelaya (un muy tibio socialdemócrata que había osado negociar el petróleo con la Venezuela chavista a través de Petrocaribe), apareciendo como antaño los tanques de guerra en las calles de Tegucigalpa.
En Bolivia acaba de consumarse un golpe que nuclea varias de estas modalidades. Las cuantiosas reservas de litio (75% de las reservas mundiales, elemento fundamental para las baterías de aparatos electrónicos y futuro posible reemplazo del petróleo) y otros recursos naturales (gran reserva de gas, de minerales estratégicos, de tierras raras) esperan por las ávidas corporaciones multinacionales, que de momento no podían entrar, dado el gobierno socialista de Evo Morales y el MAS.
La institucionalidad de las democracias formales se demuestra un absurdo. Se hace creer a la población que decide algo a través de su voto, cuando en realidad todas las decisiones importantes se toman a sus espaldas. Y si los pueblos alzan la voz, se les reprime (todas las actuales protestas, en todas partes del mundo, fueron sangrientamente reprimidas con fuerza bruta, en Francia y en Haití, en Egipto y en Honduras, en Chile y en Irak, en Ecuador y en Colombia). La actual nueva modalidad de golpes suaves no debe hacernos creer que los golpes duros desaparecieron. Las palabras de Mike Pompeo nos lo recuerdan. La petición de las Comisiones de la Verdad que investigaron los graves delitos de lesa humanidad de gobiernos dictatoriales en Argentina y Guatemala y titularon sus documentos como “Nunca más”, no pasan de un buen deseo. Nada asegura que los golpes cruentos y sangrientos no puedan volver. Las armas no están en manos de los pueblos, sino de los militares preparados para defender “el modo de vida occidental y cristiano”. Solo Cuba y Venezuela tiene fuerzas armadas no golpistas. El capital se sigue protegiendo y protege sus privilegios a toda costa, sin cuartel, sin piedad.
Marcelo Colussi .-Nacido en Argentina. Estudió piscología y filosofía. Vivió en varios países latinoamericanos. También es investigador social y escritor. Desde hace varios años radica en Guatemala. mmcolussi@gmail.comhttps://mcolussi.blogspot.com

Entrevista con Inna Afinogenova y Mirko Casale, de Russia Today (RT)

Inna Afinogenova: Autodesignados

GOLPES DE PECHO


Luis Britto García





Para defender el poder del pueblo se dispara contra el pueblo.


Presidente de la OEA pretende decidir cuáles elecciones de Presidentes Latinoamericanos son válidas pero ningún Presidente Latinoamericano puede decidir si es válida la elección del presidente de la OEA.


En defensa del pueblo los golpistas  embolsillan  los bienes  propiedad del pueblo.



Lenin Moreno llega al poder con  votos del socialista Alianza País, perdona a la oligarquía ecuatoriana 4.500 millones de dólares en impuestos evadidos  y para tapar el hueco endeuda a Ecuador con el Fondo Monetario Internacional por 4.000 millones de dólares. 


Para castigar a un Presidente que gana las elecciones con diez puntos de ventaja se autoproclama como presidenta una dama cuyo único voto es un autovideo porno.

La OEA sentencia que en las elecciones hubo fraude antes de que se publique el informe según el cual en las elecciones no hubo fraude.


El golpista irrumpe en Palacio diciendo que Cristo ha entrado al Palacio pero olvida que Cristo sólo entró a un palacio una vez en su vida,  para ser condenado.



Como representante del pueblo se  autopresenta De Mesa Gilbert,  quien asumió la presidencia después de que el Presidente Sánchez de Lozada huyera tras asesinar a 65 bolivianos en la llamada Masacre de Octubre, dejando como sucesor a De Mesa, el cual  también debió dejar el cargo ante la masiva protesta del pueblo.

Rateros  roban  carteras y a veces  presidencias. 



A fin de imponer la honestidad administrativa derroca al Presidente legítimo el millonario Camacho Vaca, cuyas empresas están vinculadas con el caso de los Panama Papers.

En el Ministerio de Finanzas tintinean eternamente los treinta dineros. 


Para evidenciar que la honradez es cosa de familia, el padre de Camacho, José Luis Camacho, es dueño de Sergas, empresa gasífera que debe al Estado boliviano 2.890.173 de dólares por evasión de impuestos, los cuales seguramente serán perdonados por su amoroso hijo. 


A fin de mejorar la economía del país más próspero de América Latina toman el poder a tiros los mismos que lo habían convertido alguna vez en el país más pobre del hemisferio. 


Si no es a balazos, cómo se impondrían. 


En el país donde el 64% de la población es indígena y el resto mestiza comienza una cacería humana contra los representantes de la población indígena o mestiza.



El pueblo armado dispara contra el pueblo desarmado.


El pueblo será convocado a votar en elecciones para las cuales no podrán postularse los candidatos por los cuales quiere votar el pueblo. 


Al pueblo se le prohíbe usar el agua de la lluvia y al Presidente que lo defiende se le vetan los cielos.


La implacable Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas que tan exhaustivamente descubre violaciones de  derechos en otros países todavía no descubre una sola en el suyo.


En vez de  detener a quienes quitan la vida la policía encarcela a  los médicos que salvan la vida. 


En defensa de  derechos humanos los autoproclamados decretan la cacería de seres humanos.


Para garantizar  libertad de información el ejército persigue como sediciosos a quienes informan.


Criminales criminalizan la protesta contra el crimen.


Poder Legislativo el fusil M16, Poder Judicial el campo de concentración, Poder Legislativo la fosa colectiva.


Sobre cadáveres de pueblo asesinado pisan supuestos representantes del pueblo.


Explótalo. Hambréalo. Engáñalo. Espíalo.  Traiciónalo. Calúmnialo.  Róbalo. Endéudalo. Bloquéalo. Atropéllalo.  Persíguelo. Exílialo. Condénalo. Rocíalo. Golpéalo. Gaséalo. Dispárale. Hiérelo. Captúralo.  Enciérralo. Tortúralo. Amárralo. Mátalo.  Remátalo. Desaparécelo. Quémalo. Convéncelo de que todo  lo haces por su bien y en su nombre.




INCOHERENCIA

Así fue que cayó sobre nosotros la plaga de la incoherencia. De tanto fingir lo que no somos terminamos siendo lo que no fingíamos. Esta es una situación misteriosa en la cual las contradicciones dejan por fin de atormentarnos. Igual pensamos esto y decimos aquello que ofrecemos  una cosa y hacemos otra. No hay idea excluyente que expulse de la mente la que la contradice, ni gesto que no esté en discordia con su fundamento. Una cosa parecemos y resultamos la contraria. No hay institución  que no funcione para un objetivo opuesto a aquél para el cual fue creada, ni antítesis suficientemente diabólica como para intimidarnos. Si ejercemos la ambigüedad principista es imposible que se nos culpe de rectitud modificable. Asumamos inconmoviblemente la incongruencia. No temamos al enemigo  que exige concordancia. Los poderes mismos no se ejercen salvo para perpetuar su impotencia. En la medida en que no haya vara con qué medirnos nadie puede pillarnos en falta.


EL CÓNCLAVE DE LOS AUTOPROCLAMADOS

Enfadosa tarea es tener que esperar a que otros nos elijan o confirmen. Más de una dama rechazada en todos los concursos de Miss Princesita puede ahora ceñirse a sí misma la corona de Miss Universo. Una oportunidad se presenta de arrebatar la Medalla Olímpica de Oro  por atletas  que nunca abandonaron su  sofá. El confirmado analfabeto puede autoconferirse  diploma de docto aunque no sepa leerlo. Tampoco se exigen méritos, canonizaciones y ni siquiera avemarías para encenderse velas como santo. Exhibimos el más sublime de los poetas que nunca ha escrito un verso. El Héroe que sólo ha huido  luce brillantes  medallas que él mismo se  impuso.  Presea de orgullo es el arquitecto que no ha erigido una sola casa y el sastre que jamás enhebró una aguja. Pasamos mucha hambre por solidaridad con el cocinero que jamás ha freído un huevo. Admitimos autoeróticos y autosuicidas.  Esperamos  emocionados la incorporación del presidente y la presidenta autoelegidos por quienes no votó  nadie. 


COMITÉ POR LA ABOLICIÓN DEL PERO


PERO allí está el Pero al comienzo de toda iniciativa, al arranque de cada plan, al final de todo entusiasmo, para convertirlo todo en peros, obstáculos, laberintos, esperas, desesperos. Pero podríamos abolir el Pero, para que hubiera esperanza.

Pero qué cosas se me ocurren.

FOTOS/ILUSTRACIONES: LUIS BRITTO


PD: Hidrocapital echó tierra en  el boquete que hace cinco semanas abrió  frente //al garaje de mi casa en Santa Marta pero dejó el pavimento sin arreglar. Pero sería bueno que lo taparan. El suscriptor 2107 3450 00.

  EL MUNDO CAMBIARÁ, EL CORONAVIRUS LO LOGRARÁ. Desde que el mundo es mundo, los imperios con sus monarquías y con apoyo de las religiones, ...