jueves, 7 de noviembre de 2019

¿QUO VADIS, MADURO?
"Romam vado
iterum crucifigi"
Jesucristo
La imagen puede contener: Manuel Silva, sonriendo, primer plano e interior
por Manolo Silva
Para este próximo 16 de Noviembre, algunos días después del día de los muertos, "jalogüin" en el léxico de los "sambileros", han resucitado muchos de ellos quienes nos prometen unas amargas hallacas. Otra vez vuelta la burra al trigo, otra vez las pataletas que conllevan al cierre de calles, avenidas, autopistas, callejones e intersticios y boca calles, otra vez la suspensión del béisbol profesional en el momento crucial cuando el Caracas esté comandando la liga, otra vez jugando a la candelita para asar a la parrilla a esa chusma chavista cubanófila, comunistas de mierda y madurístas coño e´madres, póngale usted imaginación y súmele a los epítetos anteriores todo el que se le ocurra, serán interminables, los hay ad nauseam.
Ante ese "esperanzador" panorama que nos espera después de las declaraciones de "la nada" quien convocó a una mega marcha llamando a la reiterada violencia para salir de la usurpación en la fecha señalada, no nos queda otra cosa que reiterar el trillado "guerra avisada...".
Se ha vuelto común en el sector opositor y en gran parte de un sector "chavista", reiterar aquella conseja que no es nueva, la del venezolano flojo, que no le gusta trabajar, que lo único que quiere es recibir dádivas del estado y vivir como parásito, otros llegan al extremo de calificarlo de ladrón o por lo menos y para estar a la moda, tildarlo de bachaquero.
Cuando digo que la conseja no es nueva, me refiero al calificativo que se le daba al criollo por el "musiú" en gran parte venido de la Europa de la pos-guerra y en menor medida por emigrantes del medio oriente, soy referente por mi origen canario y doy fe de esa apreciación. Nuestros padres venían en su mayoría huyendo del hambre que les causó la guerra, muchos emigrantes que llegaron con una mano atrás y otra delante y quizás por ese trauma, mucha Pepsicola con pan era su almuerzo para ahorrar, con perseverancia y trabajo lograron salir adelante y en muchos casos amasar fortunas no despreciables, eso no es si se quiere criticable, la crítica la hacemos cuando ese emigrante se vuelve un feroz explotador y aumenta su capital a expensas de ese obrero o trabajador que lo recibió con cariño y lo acogió muchas veces en el seno de su hogar del cual denigra y desprecia, en estos tiempos hay que sumarle un nuevo delito a gran parte de ese pueblo que no es otro que, estar con el proceso bolivariano y declararse chavista, ¡¡¡habráse visto semejante afrenta!!!.
Confieso que a veces me paseo por la peregrina idea de justificar toda la dádiva que se le pueda dar a nuestro pueblo, que se alboroten mis críticos, que se arrechen ya que abrogo porque los servicios básicos sean regalados, casa, comida, agua, luz, gasolina, gas, etc., es utópica la vaina pero sería fantástico como la letra de aquella canción del Quilapayun, "...que la tortilla se vuelva...". En este país desde que se descubrió el primer brote de petróleo, los ricos se apropiaron de este recurso y de todos los rubros de explotación minera, agrícola y de cualquier otra índole, se robaron todo bajo gobiernos complacientes y los llaman empresarios prósperos cuando en realidad le entraron a saco a este país, ladrones, simple y llanamente ladrones, viendo ese latrocinio inclemente durante siglos me pregunto: ¿y por qué el pueblo no puede gozar de esos privilegios?.
No tengo idea de hacia donde se dirige Maduro, hay una frase o varias frases que se han convertido en consuetudinarias en boca de sus detractores tanto de la oposición fascista "guaidoguiana" como la de la oposición fascista de la mesa del diálogo o la oposición "chavista" endógena. Frases como: "si Chávez estuviera vivo, esto no estuviera pasando", "esto no tiene que ver con Trump", "Diosdado es el dueño de...", "todos los militares son corruptos" y paremos de contar.
En un reciente artículo que publiqué por este medio y en otros de gente que se auto proclama chavista pero anti-Madurista al punto de tildar al Presidente de canalla, observamos una inmisericorde crítica achacándole al mismo estilo de la media fascista internacional, todos los males de nuestro pueblo y ni con lupa vi en esa crítica una referencia al bloqueo económico de Trump o sea, el bloqueo no existe, es una falacia. Nadie es tan torpe para defender al gobierno y hacerse el loco ante sus evidentes errores, hay una burocracia enquistada que debemos combatir y en mi caso combato, solo que, nadie y menos los laboratorios de guerra yanqui me van a llevar a hablar el mismo lenguaje de la canalla opositora.
Algo deben tener Maduro y Diosdado que los amos del norte los detestan, independientemente de que nos gusten o no sus posiciones, el imperio y sus lacayos están empeñados en depararle un destino similar al de Kadaffi o el de Husseim, algo debe tener este pequeño pero aguerrido país, que se ha convertido en el centro quizás donde se haga definitiva la guerra final contra el capitalismo. Tengo la impresión de que aquí alguien no supo interpretar algunos códigos en esta guerra que libramos de cuarta generación, aún no se ha lanzado el primer misil desde un portaaviones yanqui, que la falta evidente de muchos rubros de la dieta diaria, medicinas y artículos de asepsia personal por el criminal bloqueo, lo hemos sentido peor que un bombardeo, en definitiva, aquí alguien fue agarrado fuera de base.
Vietnam como ejemplo de liberación, pasó por la unificación obligada de su pueblo compuesto por una variopinta gama de sectores antagónicos, desde budistas, cristianos, comunistas, anarquistas y pactaron la unidad en contra de un enemigo común saliendo victoriosos expulsando al enemigo, ese solo ejemplo nos convoca a la unión.
La crisis económica nos vuelve viscerales, no estábamos preparados para ello, sumado a esto, debo reconocer la gran arrechera que da cuando simples mariqueras no se resuelven con prontitud y eficacia, pero esa es una lucha que debemos librar siendo protagonistas, viviendo el proceso junto al pueblo, denunciando, militando, luchando, pero sobre todo, argumentando, la descalificación personal termina descalificando a quién la usa como mecanismo para argumentar, la verdad no es patrimonio de nadie, debemos unirnos para las grandes batallas que se nos avecinan, no podemos darle cabida al cálculo político, a la política de cuantos puestos me tocan, partidos u otras organizaciones que arrollan con su inmensa militancia y no por el valor del cuadro, partidos que argumentan movilizaciones multitudinarias y en cada elección disminuyen su militancia porque en realidad su mensaje no convence y por supuesto deben revisarse.
No sabemos a donde va Maduro, solo se que hay que calzar sus zapatos y ponerse en su lugar, no se a donde va Maduro, pero estoy seguro a donde nos quiere llevar Trump.
En este trajinar de dos décadas, he visto mucha agua correr por debajo de este puente bolivariano, he visto mucho chavista ocupando puestos de dirección en empresas del estado, con actitudes prepotentes para ocultar sus carencias profesionales y terminar en estas redes sociales acusando de ineficaces a tirios y troyanos, pontificando más que Juan Pablo II rumiando su arrechera acusando al gobierno con la misma saña y el mismo lenguaje de Guaidó, a ellos debo recordarles que el autoproclamado tiene la madre de todas las marchas este 16 de Noviembre para derrocar a Maduro, están todos invitados.
CHILE Y LA PRIMAVERA SURAMERICANA:
Repito una anécdota del Che que conté en días pasados por esta vía: Daba el guerrillero heroico una rueda de prensa en la ONU y un periodista argentino le preguntó, ¿cuando piensa usted regresar a su ex-patria (Argentina)?, el Che lo mira fijamente y le dice, "dije que vine a esta rueda de prensa a contestar preguntas, no provocaciones, pero sepa que yo tengo un concepto más grande y mas digno de patria que usted, porque mi patria es América".
Esta anécdota viene a colación, ya que en estas redes hay "chavistas" que les escuece nuestra posición solidaria con los pueblos de Chile, Bolivia, Haití, Ecuador, Panamá, Colombia, Honduras, Perú, Paraguay, Argentina y otros, incluso Cataluña, reclama el impoluto revolucionario nuestra febril solidaridad con los pueblos del mundo y desliza de manera falaz una mentira tan burda como el que no nos ocupamos de Venezuela, no solo me remito al Che, sino a la inmensa hemeroteca que sobre nuestros problemas he publicado, no se puede andar por ese mundo con ese odio visceral quedando en evidencia con tanta falacia.
Manolo Silva

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