EL SINIESTRO ALMAGRO Y LA SINIESTRA
OEA –
Por KLORIAMEL
YÉPEZ OLIVEROS
“Vosotros devoradores
de la canción,
que durante sombras seculares me habéis tenido
acorralado en este cerco de tristezas:
¡escuchadme bien!
es cierto que estoy hecho para grandes decepciones
y cierto también, preparado,
para inexorables alegrías que vendrán.”
VICTOR VALERA MORA
A esta hora exactamente hay un indio en la calle… muchos
indios en las calles bolivianas, no lograrán matarlos a todos. Y a esta hora
exactamente, con todos los indios y las indias que se niegan a postrarse de
rodillas ante el fanatismo religioso, colonizador de Cristo crucificador, y de
Luteranismo fondomonetarista, con sus supersticiones, biblias, maldiciones
eternas, iglesias, inciensos, pederastias, celibatos y otros ritos inhumanos
como el aquelarre oficiado a esta hora exactamente, por el macho Camacho,
Almagro, la OEA y la autoproclamada porno-Barbie; decía que, a esta hora de
heroicas gestas colectivas protagonizadas por el pueblo de Evo, por nuestra
maravillosa cosmogonía ancestral Suramericana, por nuestras telúricas raíces
culturales. Digo, agigantada por la certeza de ser parte de ese todo
trascendental; me abandono al azar de decir en primera persona, para saltar
cual cabra montesa este acorralamiento, este cerco de tristezas que sofoca los
sueños, los envilece, los convierte en vigilia blasfemante de tormentosos
cauces desbocados hacia al siniestro Almagro, la siniestra OEA, y el agonizante
imperio USA con su bufón bravucón, de dorada cabellera plástica.
Pero, Chávez nos reparó horizontes infinitos; nos preparó
con su gesto, su palabra y su acción bolivariana, para esas inexorables
alegrías que vendrán de la mano de los pueblos anticapitalistas,
antimperialistas, socialistas, libertarios de Nuestramérica indómita.
Gracias Chino, Gracias Chávez Veguero universal. Gracias Revolución Bolivariana,
con todo y tus tres heridas.
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