La Grecia de hoy, la UE del mañana
Mientras Grecia podría necesitar un tercer paquete de ayuda financiera de 10.000 millones de dólares, los expertos indican que el futuro de la Unión Europea también sigue siendo incierto y que el panorama no es nada optimista.
El economista Mijaíl Jazin advierte en su columna de la revista rusa ‘Odnako’ que todo lo que ahora pasa en la UE ya era predecible desde el principio y que bajo la revisión del programa de ayuda a Grecia subyacen problemas de calado.”Todo el sistema económico de la UE desde hace décadas se ha construido bajo el esquema del incremento del PIB de los países miembros mediante el aumento de la demanda interna, es decir, el nivel de vida de la población. Y esto último fue estimulado activamente por los gastos presupuestarios, lo que requería el crecimiento de la deuda pública”, señala.El economista explica que, por supuesto, no en todos los países la situación es idéntica, ya que, por ejemplo, el presupuesto federal de Alemania es aún estable, mientras en Grecia las cosas están muy mal.Jazin también subraya como problema la incapacidad de las economías de la UE de recurrir a la devaluación monetaria. “Los países que formaban parte de la zona euro veían de repente que su industria local empezaba a desaparecer, ya que una herramienta para protegerla como la devaluación de la moneda nacional ya no existe, y tampoco es posible competir con las multinacionales. La misma situación se observa en aquellos países que se adhirieron a la UE en los años 90, pero allí la causa de la destrucción de empresas rentables era pura política. El resultado, sin embargo, es el mismo: una desindustrialización total”, explica.LA SITUACIÓN DE LA UE SE DESESPERADA Y ahora la realidad es que estos países no se pueden salir de la zona euro, ya que el nivel de vida de la población caería por debajo de un nivel crítico.
“Retirarlos de la UE significaría perder toda la organización y para siempre. Y obligar a los países pequeños a pagar las deudas es una tontería: su economía no genera flujos necesarios a tal escala. Sólo se puede desplazar el problema para más tarde”, señala Jazin.
“En general, podemos decir que la política de la UE está llegando a su conclusión natural. No hay posibilidad de éxito porque dar dinero a todos los países (y los problemas los tienen no solo Grecia o España, sino todos) es sencillamente imposible, algún día habrá que pararse y empezar a arreglar los daños, incluyendo a la población de los países de la UE, cuyo nivel de vida se reducirá seriamente”, explica el economista.
El experto advierte que las elecciones alemanas en septiembre de este año serán un momento clave para la UE, ya que si Angela Merkel gana las elecciones nada cambiará.
“En general, en cierto sentido, la situación es desesperada. Los políticos nunca van a admitir que la política que han defendido durante décadas está mal, ya que en este caso tendrían que abandonar sus puestos. La negativa a discutir los problemas convierte su resolución en imposible. En otras palabras, llegamos a una situación en la que la democracia parlamentaria se transforma no solo en un obstáculo para el desarrollo, sino en un instrumento de destrucción de la misma sociedad que la ha posicionado como el principal garante de su prosperidad. Sic transit gloria mundi”, concluye.
“Retirarlos de la UE significaría perder toda la organización y para siempre. Y obligar a los países pequeños a pagar las deudas es una tontería: su economía no genera flujos necesarios a tal escala. Sólo se puede desplazar el problema para más tarde”, señala Jazin.
“En general, podemos decir que la política de la UE está llegando a su conclusión natural. No hay posibilidad de éxito porque dar dinero a todos los países (y los problemas los tienen no solo Grecia o España, sino todos) es sencillamente imposible, algún día habrá que pararse y empezar a arreglar los daños, incluyendo a la población de los países de la UE, cuyo nivel de vida se reducirá seriamente”, explica el economista.
El experto advierte que las elecciones alemanas en septiembre de este año serán un momento clave para la UE, ya que si Angela Merkel gana las elecciones nada cambiará.
“En general, en cierto sentido, la situación es desesperada. Los políticos nunca van a admitir que la política que han defendido durante décadas está mal, ya que en este caso tendrían que abandonar sus puestos. La negativa a discutir los problemas convierte su resolución en imposible. En otras palabras, llegamos a una situación en la que la democracia parlamentaria se transforma no solo en un obstáculo para el desarrollo, sino en un instrumento de destrucción de la misma sociedad que la ha posicionado como el principal garante de su prosperidad. Sic transit gloria mundi”, concluye.
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