El Vuelo del Colibrí
Crónica
de un Canto
Colectivo en
tierras larenses
de un Canto
Colectivo en
tierras larenses
18 08 2014.- Cantar es orar dos veces, decía San Agustín. Y cuando se canta conectado a la conciencia, la oración, el verso, la música y todos los elementos de dicho arte adquieren un poder extraordinario. Latinoamérica se ha destacado por una conexión con la Canción. Alí Primera, cantor del pueblo venezolano, entendía muy bien esa dimensión del Canto. Él vistió de pueblo su trabajo y por ello trascendió. Esa magia también la posee la Nueva Trova Cubana.
El movimiento de la Nueva Trova Cubana se caracteriza por su compromiso social. La Canción describe la realidad. Cantautores como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Noel Nicola se convierten en la vanguardia de una canción distinta, pensante, con mucha riqueza musical e intelectual. Corrían los años sesenta y ese grupo de cantores y cantoras tenían una actitud ante la vida y ante todo. Su legado se mantiene y no hay ningún secreto ante lo que es auténtico para el pueblo.
Las canciones con semejante carga de poesía y de rebeldía han marcado varias generaciones. En Lara, hace unos años, perdimos físicamente a un juglar que fue amigo personal de Alí Primera y que nos cantó sus propios temas y los que hizo suyos como sonidos de vida. Jesús Páez, el Gordo, el Cantor que se autoproclamó Guardaplaneta, tomó al Colibrí como una referencia personal. Cuando los grupos y cantores contemporáneos deciden trabajar unificados toman su nombre y el símil del pajarito.
Es así como el Colectivo “Jesús Gordo Páez” organiza “El Vuelo del Colibrí” como un homenaje póstumo a su memoria. En dicho acto, organizado en el año 2010, se cantaron sus canciones. Los creadores y creadoras hicieron versiones de los temas de autoría del Gordo. Pero el Gordo era un trovador que hacía suyos los temas que le gustaban y ese fue el concepto de la segunda edición, hacer esas canciones, entre otras de su autoría que no habían sido incluidas dos años antes.
En el año 2013, al cumplirse 40 años del asesinato de Víctor Jara, se dedicó a la obra, militancia y legado del Cantor del Pueblo Chileno. Con el mismo formato de grupos y cantores que entonaban sus voces para socializar el canto de aquel que hasta el final de su existencia se mantuvo firme a su idea. El III Vuelo del Colibrí se hizo con los temas de Jara.
Para el año 2014, entre Gustavo Romero y Juan Urdaneta surge la idea de hacer un tributo musical a Pablo Milanés. Sin embargo, cuando la propuesta se hace amplia, se decide que el IV Vuelo del Colibrí sería en honor al aporte generacional del Movimiento de la Nueva Trova Cubana. Fue así como además de algunos temas de los fundadores como Pablo y Silvio Rodríguez, se incorporan los de Frank Delgado, Sara González, Vicente Feliú y Pedro Luis Ferrer.
Y llegó el día…
Y llegó el día de cantar con motivo del IV Vuelo del Colibrí. Aún con el telón cerrado, se dejaba escuchar el piano mientras Héctor Salas daba la bienvenida a los asistentes al teatro del Complejo Cultural “Andrés Eloy Blanco”, mejor conocido como la Casa de la Cultura de Cabudare, espacio cómodo y propicio para un encuentro de esta naturaleza. Por su parte, las cámaras activas de Vive Tv iniciaban el registro audiovisual de la cita nocturna del sábado 16 de Agosto.
Aguasalá sería el primero en cantar. La primera era “Yo no te pido” de Pablo Milanés, acompañado por la banda Voz Urbana conformada por Juan Urdaneta en el teclado y la dirección musical, Gustavo Romero en el piano, Franklin Pereira en el bajo, Juan Luis Oropeza en la batería, Oswaldo Álvarez en la Percusión y con la participación especial de Luis Miguel Badaraco en la guitarra y la sección de metales de la banda De Khalafary’s que cuenta con Joseluis Rivero en la trompeta y Agustín Hernández en el saxofón.
Mervin Rodríguez sería el segundo en aparecer en escena con un tema de Silvio, “Pequeña serenata diurna” también acompañado por la banda. Seguidamente aparece René Torres con guitarra en mano y a dúo con Dennys “La Negra” Rumbos para estremecer al auditorio con uno de los temas más hermosos del repertorio, cantando “Créeme” de Vicente Feliú. En la misma onda de guitarra y voz apareció Ernesto Orellana haciendo, de Frank Delgado “Con la adarga al brazo” porque Guevara así vuelve al camino.
Pedro Hernández hacía de Silvio Rodríguez “El viento eres tú”. Tema cargado de nostalgia y que el trovador compuso en el año 1965 y fue grabado en el año 1996 a dúo con su madre, en el tercero de su trilogía llamado Domínguez. Luego vendría la voz inconfundible y delicada de Aurita Urribarri, cantando con la banda, “El Primer Amor” de Pablo Milanés.
Marco Sarmiento, de la banda De Khalafary’s, evocaría la memoria del Gordo Páez al cantar el tema “Espuma y Arena” de Pedro Luis Ferrer. Uno de los temas más caribeños de la selección y que fue coreado por todos los presentes en el tributo. Ya el colibrí aleteaba con fuerza y pasión. Seguidamente, Orlando Padilla y Elías Perozo del Grupo “Mestizo” cantaban, de Silvio, “Preludio a Girón” llegando el concierto a su primer intermedio.
Héctor Salas volvería al micrófono para recordarnos lo que habíamos visto y lo que faltaba por ver. Mientras Karen Cordero aparecía en escena para cantar, del disco “Rabo de Nube” uno de los clásicos de Silvio el tema “Te Amaré”. Aurita Urribarri cantaría luego “Oh Melancolía” y seguidamente a piano y voz, Gustavo Giménez interpretaría, de Pablo Milanés una de sus canciones más amadas “Para Vivir”.
René Torres, de Karuai, volvería a la tabla para cantar un tema hecho a dos manos y de nuevo a dúo con Dennys “La Negra” Rumbos. La música de la canción “Perderse juntos no es perderse” es del cubano Carlos Manuel Céspedes, quien armonizó un texto del poeta Carlos Angulo que se hizo presente junto a los trovadores, lo que se convirtió en un momento muy grato de la velada.
El tema “Óleo de una Mujer con Sombrero” sería en la voz de Marco Sarmiento, la canción fue presentada en la versión que el mismo Silvio ha usado en sus más recientes recitales. De las más emblemáticas del repertorio de Rodríguez, pasó de una guitarra y su voz, a ser acompañada por la banda en pleno. Fuerza y presencia ante uno de los poemas-canción más enigmáticos del trovador antillano.
Ya nos acercábamos al final del viaje y la Casa de la Cultura de Cabudare volvería a ver en escena a Karen Cordero. En su voz, la interpretación de “Canto Arena”. En el atril se mantenía la pañoleta que identifica la cultura árabe, quedando claro el apoyo a la lucha que libra el pueblo de Palestina por el genocidio que lo acecha. Víctor Jara dijo: “Canto que ha sido valiente, siempre será Canción Nueva” y esa noche, los cantores y su pueblo, así lo reafirmaron.
“Sí pienso que fui hecho, para soñar el sol y para decir cosas que despierten amor…” entonaba Aguasalá en su segunda participación. “Sueño de una noche de verano” era el tema de Silvio que, entre el público y el resto de los presentes se cantaba. Ese coro colectivo recibiría a Marián Torres quien cantaría “Qué dice usted” de Sara González. La compañera, una de las voces más nobeles del movimiento, encantó con su carisma y su voz y el contenido de la lírica siempre reivindicando el rol de la mujer en la sociedad.
Llegaría el momento del cierre. Con un canto colectivo los cantores y cantoras despedirían esta IV Edición del Vuelo del Colibrí. El tema elegido fue “Son de Cuba a Puerto Rico” de Pablo Milanés. Alzados en canto volaron los aplausos y el reconocimiento al trabajo realizado. Había mucha alegría por haber llevado, una vez más, a feliz término el vuelo de una Canción Urgente y Necesaria que aprendimos de Alí Primera y la asumimos como nuestra gracias al movimiento de la Nueva Trova Cubana, por dejarle al mundo una obra cultural que nos hace cantar como si fuésemos a orar.
Por Marco Sarmiento
Cantor, Periodista y Aspirante a Maestro Ambulante
@cantourgente
Luego del Canto, recordando… reviviendo!
Luego del Canto, recordando… reviviendo!
Agosto del 2014
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