sábado, 19 de octubre de 2013

CONTRA LA CORRUPCION
Federico Ruiz Tirado

Mi impresión es que cuando se habla de la corrupción ésta no se asocia a la miseria humana y espiritual, ni alude a las tramas de la lógica del capital que nos devora en el capitalismo. En América Latina y el mundo la peste es variable, brutal y deliberada, y se torna chocante contra toda ética saber que se ve como algo folclórico, o como un sancocho al aire libre y unas cervecitas frías. La condición corrupta en el capitalismo es redundante: es el alma de ese esquema en el que se empotraron las bases del Estado tutelado y diseñado por las compañías petroleras norteamericanas. American way of life.
El Estado actual garantiza el control imperial del funcionamiento de la cosa pública. La corrupción es (neo) colonial: amenaza nuestra soberanía e independencia.
El Estado gomecista que señalaba Kléber Ramírez –citado por el Presidente Maduro el 8-O- se refleja en el funcionamiento administrativo que al pasar por la IV República terminó de asentarse y ahora hace metástasis: nacieron hasta partidos fascistoides modelados en esa corrupción (¿o no, Julio Borges?).
Su sedimento cultural  pervive, es la principal garantía de su expansión sobre la burocracia. Alcanzado este estadio de la revolución bolivariana, la lucha contra la corrupción es también una batalla cultural, de ahí que el combate y el proyecto avancen en su radicalidad, como dijo Maduro, por la creación de “una nueva ética política y una nueva vida republicana”. Por ahí pasa también el Plan de la Patria concebido por Chávez: “Construir una sociedad igualitaria y justa”. Toca no sólo a Maduro alcanzar la  irreversibilidad del proceso. Maduro somos todos los chavistas.
El castigo debe ser ejemplar para que se vea su rostro feo. Y los corruptos que agradezcan, porque Bolívar decretó: quien se llevara una locha del erario público,  fusilado se quedaba.

Aquí se van de vacaciones.

No hay comentarios:

  EL MUNDO CAMBIARÁ, EL CORONAVIRUS LO LOGRARÁ. Desde que el mundo es mundo, los imperios con sus monarquías y con apoyo de las religiones, ...