MIGUEL ENRIQUE OTERO, A TRAVÉS DE EL NACIONAL, LE DESEA LA MUERTE A TIBISAY LUCENA Y LA INSULTA
La portada de El Nacional del día de hoy es un ataque contra la presidenta del CNE, contra el Gobierno Nacional y contra el sistema electoral venezolano. La derecha y EE.UU. muestran su táctica: afirmar que no habrá elecciones libres el 14 de abril.
El Nacional le “advierte” a Lucena que no se convierta “en cómplice de alguna maniobra que oscurezca las próximas elecciones presidenciales”. Aparece clara la táctica de la derecha para el 14 de abril.
El diario El Nacional apareció hoy con una portada que más que portada es un ataque, una agresión abierta y directa contra la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena. En sus líneas se muestra también una serie de descalificaciones al sistema electoral venezolano y a Nicolás Maduro en una clara muestra de la táctica de la derecha. El nombre de la nota: “Doña mentira”.
El artículo comienza retomando la crítica que realizó Lucena a las declaraciones de la secretaria de Estado de EE.UU., que calificó de “temerarias” ya que daban “a entender que los comicios (en Venezuela) no cumplen con las premisas de ser justos y libres”. La presidenta del CNE afirmó en esa ocasión que, a diferencia de los Estados Unidos, aquí “tenemos un sistema que garantiza la decisión soberana de las electoras y los electores porque es auditado en cada uno de sus pasos, antes, durante y después”.
La respuesta no se hizo esperar, y la portada de El Nacional se encargó de ser portavoz de la derecha y de los intereses de los EE.UU. Con adjetivos descalificadores como “histerismo”, los párrafos del texto atacan, en primer lugar, a Lucena de quien dice “se ha montado en cólera” debido a las declaraciones de la secretaria de Estado de los EE.UU. Y en un acto de descalificación y machismo afirman que lo dicho por la Presidenta del CNE se debe a una orden de Nicolás Maduro o Elías Jaua.
Pero no solamente atacan a Lucena por responder y defender al sistema electoral venezolano, sino que incluso se entrometen en su vida personal de forma condenable: “La prensa ha sido lo suficientemente discreta y honesta para no hablar de sus condiciones de salud y de asistir a su restablecimiento con respeto y respaldo pleno”.
Sobre esa cantidad de críticas, con repetidas frases como “el Gobierno enquistado en el CNE”, El Nacional expone su argumento político: están de acuerdo con la secretaria de Estado de EE.UU. en que Venezuela “merece unas elecciones abiertas, justas y transparentes”. Esto, que significa que no habría tales elecciones en nuestro país, es complementado con la calificación del CNE como “mamotreto”, como un ámbito que recibe “acusaciones de fraude”.
Así, el CNE se habría convertido en “el obstáculo permanente porque cada vez que se convoca a elecciones inventa una nueva trácala”. Y sentencia con la advertencia final de que Lucena no se convierta “en cómplice de alguna maniobra que oscurezca las próximas elecciones presidenciales”.
La portada de El Nacional no es inocente, no es simple difamación. Es un ataque político y personal a Lucena, al CNE y al Gobierno Nacional. Una agresión que pone evidencia la línea política de la derecha y de los Estados Unidos: afirmar que aquí no hay elecciones libres, que nada garantiza la libertad del voto popular, que las próximas elecciones del 14 de abril no serán transparentes.
La portada de El Nacional del día de hoy es un ataque contra la presidenta del CNE, contra el Gobierno Nacional y contra el sistema electoral venezolano. La derecha y EE.UU. muestran su táctica: afirmar que no habrá elecciones libres el 14 de abril.
El Nacional le “advierte” a Lucena que no se convierta “en cómplice de alguna maniobra que oscurezca las próximas elecciones presidenciales”. Aparece clara la táctica de la derecha para el 14 de abril.
El diario El Nacional apareció hoy con una portada que más que portada es un ataque, una agresión abierta y directa contra la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena. En sus líneas se muestra también una serie de descalificaciones al sistema electoral venezolano y a Nicolás Maduro en una clara muestra de la táctica de la derecha. El nombre de la nota: “Doña mentira”.
El artículo comienza retomando la crítica que realizó Lucena a las declaraciones de la secretaria de Estado de EE.UU., que calificó de “temerarias” ya que daban “a entender que los comicios (en Venezuela) no cumplen con las premisas de ser justos y libres”. La presidenta del CNE afirmó en esa ocasión que, a diferencia de los Estados Unidos, aquí “tenemos un sistema que garantiza la decisión soberana de las electoras y los electores porque es auditado en cada uno de sus pasos, antes, durante y después”.
La respuesta no se hizo esperar, y la portada de El Nacional se encargó de ser portavoz de la derecha y de los intereses de los EE.UU. Con adjetivos descalificadores como “histerismo”, los párrafos del texto atacan, en primer lugar, a Lucena de quien dice “se ha montado en cólera” debido a las declaraciones de la secretaria de Estado de los EE.UU. Y en un acto de descalificación y machismo afirman que lo dicho por la Presidenta del CNE se debe a una orden de Nicolás Maduro o Elías Jaua.
Pero no solamente atacan a Lucena por responder y defender al sistema electoral venezolano, sino que incluso se entrometen en su vida personal de forma condenable: “La prensa ha sido lo suficientemente discreta y honesta para no hablar de sus condiciones de salud y de asistir a su restablecimiento con respeto y respaldo pleno”.
Sobre esa cantidad de críticas, con repetidas frases como “el Gobierno enquistado en el CNE”, El Nacional expone su argumento político: están de acuerdo con la secretaria de Estado de EE.UU. en que Venezuela “merece unas elecciones abiertas, justas y transparentes”. Esto, que significa que no habría tales elecciones en nuestro país, es complementado con la calificación del CNE como “mamotreto”, como un ámbito que recibe “acusaciones de fraude”.
Así, el CNE se habría convertido en “el obstáculo permanente porque cada vez que se convoca a elecciones inventa una nueva trácala”. Y sentencia con la advertencia final de que Lucena no se convierta “en cómplice de alguna maniobra que oscurezca las próximas elecciones presidenciales”.
La portada de El Nacional no es inocente, no es simple difamación. Es un ataque político y personal a Lucena, al CNE y al Gobierno Nacional. Una agresión que pone evidencia la línea política de la derecha y de los Estados Unidos: afirmar que aquí no hay elecciones libres, que nada garantiza la libertad del voto popular, que las próximas elecciones del 14 de abril no serán transparentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario