UN EX CONSCRIPTO CONFESÓ CÓMO JUGARON A LA RULETA RUSA CON EL POPULAR CANTAUTOR DURANTE LOS ÚLTIMOS MINUTOS DE SU SECUESTRO
36 AÑOS SIN RESPUESTAS.
Detalles nunca revelados del asesinato del trovador popular chileno Víctor Jara salieron a la luz gracias a un inesperado testimonio brindado a la investigación judicial que lleva el caso desde hace 36 años.
Corrían los primeros días de la dictadura pinochetista y en el camarín del estadio oficial de fútbol de la selección chilena un subteniente apoyaba su revolver en la sien del autor de Te recuerdo Amanda para jugar a la ruleta rusa hasta que el percutor dejó de golpear en seco y le asestó un tiro que le perforó el cráneo.
Luego, este uniformado ordenó a sus compañeros de armas que descargaran ráfagas de fusiles para terminar de liquidar al artista vinculado al comunismo trasandino cuyo cuerpo aún ardía en convulsiones. Uno de las conscriptos implicados en el fusilamiento decidió romper el silencio días atrás luego de permanecer callado por más de tres décadas y se acercó a las oficinas del Juez Federal Fuentes Belmar. Los datos brindados por el hoy obrero de la construcción José Paredes, que fueron recogidos en primicia exclusiva por la revista mexicana Emeequis, permiten reconstruir con más fidelidad el horror vivido en el vecino país durante los años de plomo del Terrorismo de Estado cuando se cumplen 36 años del golpe militar al gobierno socialista de Salvador Allende.
Además, la crónica del periodista chileno Jacmel Cuevas titulada Los testimonios de cómo y quiénes asesinaron a Víctor Jara recrea cómo era la dantesca escenografía del campo de exterminio que la dictadura pinochetista instaló en el campo de fútbol donde juegan actualmente los dirigidos por el director técnico argentino Marcelo Bielsa.
"El comandante a cargo de todo colocó dos ametralladoras punto 50 -usadas en la Segunda Guerra Mundial - en los balcones del edificio, las que eran publicitadas por los parlantes como las sierras de Hitler, capaz de partir a una persona en dos. En el segundo piso también se instalaron potentes focos de luz, que permanecían encendidos día y noche, provocando que todos los que estaban en el interior del Estadio perdieran la noción del tiempo", detalla Paredes en el mencionado artículo periodístico. Por otro lado, la reactivación de la cusa judicial -motorizada además por el reciente testimonio de una anciana que reconoció en el año '73 el cadáver abandonado del folklorista en un baldío pegado al Cementerio Metropolitano- que investiga el asesinato de Jara puede precisar ahora que otras quince personas fueron fusiladas junto al trovador cuando compartían cautiverio en los vestuarios del Estadio Nacional de Chile; entre las que estaba el reconocido militante allendista y ex director de Gendarmería Litre Quiroga.
"Víctor Jara fue interrogado al menos dos veces en los camarines del recinto, ubicados en la zona nororiente del subterráneo. Allí fue sometido a diversas torturas, entre ellas la fractura de sus manos a golpes de culata. Tras la segunda de esas sesiones, Jara logró acercarse a personas que habían sido detenidas con él en la Universidad Técnica, quienes lo limpiaron y trataron de cambiar su aspecto, cubriéndolo con una chaqueta azul y cortándole su pelo negro rizado con un cortauñas. Los últimos detenidos que lo vieron con vida han dicho que estaba muy golpeado, con la cara hinchada y sus manos fracturadas. Muchos coinciden en que durante el traslado al Estadio Nacional, que duró muchas horas, su cuerpo sin vida fue visto en el lobby del recinto, junto a otros cadáveres", finaliza Cuevas en el artículo que más estremece por estos días a los chilenos que fueron víctimas directas de la última dictadura militar trasandina
Por Emiliano Guido
Fuente: Miradas al Sur
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