RECUPERADA CASA SINDICAL PARA LOS TRABAJADORES

Las “Casas Sindicales” son monumentales obras arquitectónicas construidas durante el periodo de Marco Pérez Jiménez, en algunas de las principales ciudades del País, siendo las más conocidas la ubicada en El Paraíso en Caracas y la de Barquisimeto, las cuales son patrimonio del Instituto Nacional para la Recreación y Capacitación de los Trabajadores (INCRET), quien desde antaño las concedía en una especie de comodato a la organización más representativa de los trabajadores.En Barquisimeto, la olvidada Casa Sindical, ubicada en ubicada en la calle 40 entre carrera 32 y avenida Libertador, ha sido centro noticioso durante los últimos días, a raíz de la toma el día jueves 27 de agosto, por parte de cientos de trabajadores y organizaciones adscritos a la Unión de Trabajadores al Socialismo (UTS), quienes reclamamos dichos espacios para ponerlos realmente al servicio de los trabajadores.Este hecho como es obvio, ha producido serias confrontaciones contra algunos elementos de la oposición, que se resisten a entregar uno de los últimos símbolos de lo que fuera la todo poderosa y ahora semi-extinta Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV).¿Pero cual es la situación actual de estos enormes inmuebles?. Basta un corto recorrido por sus instalaciones para percatarse del deplorable estado en que hasta ahora la han mantenido los opositores: ascensores que no sirven, oficinas largamente abandonadas, baños sin agua, pasillos y escaleras sin iluminación y llenos de heces y orines, basura, alimañas y malezas; es decir, un alto y generalizado grado de deterioro de sus estructuras.En sus espacios, fuera de escasos inquilinos sindicales, también se encuentran algunos sub-arrendatarios como un taller mecánico, una congregación religiosa y una cantina, amén de un local para consultas de la Misión Barrio Adentro. Ésta última, la que descaradamente han tomado los opositores como bandera salvadora, para intentar defender su carácter de buenos comodatarios, pese a las descalificaciones que perenne, pública y notoriamente mantienen contra la noble misiónAhora bien, siendo esta una estructura del Estado, que debería estar puesta al servicio de los trabajadores…¿se puede justificar que la misma se encuentre en manos de unos seudo-dirigentes que ya no dirigen ni representan a nadie, salvo las bandas de mercenarios y brigadas de choque que utilizan comúnmente en sus planes desestabilizadores y que lanzaron durante tres días a piedra y plomo, a tratar de reconquistar los espacios reconquistados por el verdadero proletariado?.¿Se justifica acaso que mientras cientos de trabajadores y organizaciones de trabajadores, no disponemos aún de espacios propios para nuestra organización o formación, en la Casa Sindical barquisimetana se sub-utilicen y deterioren sus enormes instalaciones por capricho de unos cuatro fantasmas de la burocracia cetevista?.¿Es posible que mientras este año se han consultado proyectos de leyes vitales para el desarrollo del país y de la clase obrera, como el de la propia Ley Orgánica del Trabajo por solo mencionar una de importancia capital…y los cetevistas no hayan organizado allí el más mínimo foro para debatir sobre temas tan importantes para quienes en teoría afirman representar?. Definitivamente todas las respuestas solo pueden ser negativas. Por tanto, la Casa Sindical de Barquisimeto no puede volver en forma alguna al control de esa burocracia, tal como no volverán nunca más a su control, los cientos de sindicatos que les pasaron factura a su traición y a su barraganato con el capitalismo y golpismo criollo e imperialista.A partir de ahora, nuestra Casa Sindical ha vuelto a manos de la clase trabajadora, y debe convertirse desde ya, en centro de formación integral de los dirigentes y trabajadores larenses, y en foro de debate permanente, franco, abierto, y sin sectarismos de ningún tipo, donde se confronten y encuentren las mejores ideas para defender y hacer avanzar nuestro proceso revolucionario y socialista.