DE LA GUARIMBA A LA DESESTABILIZACION DE LA
REGION
Manuel Briceño Méndez
Y no han podido con la fuerza del
Poder Popular, con ese chavismo silvestre que ha demostrado como un pueblo ha
madurado políticamente y ha hecho suyo el legado del Comandante Eterno en su
propuesta política para el mundo; pero sobre todo en ese sentimiento de Patria
que hizo: ¡Chávez somos Todos!
Es obvio que la oposición imperial
–la verdadera oposición- , ya ni siquiera busca la posibilidad de un golpe
suave o de una primavera colorida que justifique su intervención en los asuntos
de la República Bolivariana de Venezuela, porque su objetivo geopolítico no es
solamente un país siempre libertario que inicio la última revolución del siglo
XX y la primera Gran Revolución del siglo XXI que puede, sin ninguna duda,
equivalerse a aquella otra Revolución de 1917.
Se trata de intervenir en la
fortaleza y consolidación de un proceso de integración latinoamericana y
caribeña emergente, que se impone en el nuevo orden internacional y que traduce
un profundo cambio en la geopolítica mundial.Desestabilizar el proceso
revolucionario venezolano apunta a desestabilizar una Región que crece con peso
propio, con nuevas instancias soberanas como el ALBA, PETROCARIBE, UNASUR, la
CELAC: ¡No es poca cosa!
Este nuevo relacionamiento entre los
países Latinoamericanos y Caribeños, y
de la Región con los demás países del mundo, es precisamente lo que se niegan a aceptar quienes ejercieron su
hegemonía desde los inicios mismos del capitalismo como racionalidad
socioeconómica y geopolítica.
De allí que importa entonces generar
conflictos, ya no mediante descontentos e inconformidades de las clases
dominantes desplazadas en los procesos políticos internos de la República
Bolivariana de Venezuela, la República Federativa del Brasil, La República
Argentina, La República del Ecuador, el Estado Plurinacional de Bolivia y la
República Oriental de Uruguay, o en las Repúblicas de Nicaragua y de Cuba, y
ahora la República de El Salvador que se suma con un triunfo significativo del
pueblo sobre las oligarquías nacionales: no son gratuitos los golpes de Estado
en Honduras y Paraguay.
Se trata de fomentar una conflicto de
dimensión regional que obstaculice la consolidación de este nuevo poder
regional emergente, rico en recursos estratégicos, con una población
demográficamente creciente que se reconoce hoy entre los suyos y que ya no
acepta seguir siendo explotada y consumidora de espejitos y baratijas
resplandecientes bajo el viejo principio del american way life.
Editar la política del conflicto en
el nuevo ordenamiento geopolítico del mundo, ya no en el Medio Oriente y
Africa, sino también en la Región Latinoamericana y Caribeña, no es más que la
respuesta bélica desesperada de un Imperio que agoniza; que se consume en sus
propias crisis económicas y financieras que espera resolver una vez más con el negocio de la
guerra.
Es por ello que la guarimba, bajo la
imagen de una protesta estudiantil, ha venido desarrollando los escenarios que
incentiven y muestren una situación conflictiva de tal magnitud como para
justificar la intervención de las instancias internacionales, léase Naciones
Unidas, Organización de Estados Americanos u Organismos Humanitarios.
De la guarimba quema basura pasaron
al bloqueo de sectores en las principales ciudades del país, buscando
territorializar una supuesta protesta que hoy se declara insurgente – por
ejemplo, en Mérida se crea la Junta Patriótica Estudiantil y Popular -, queriendo
crear supuestos territorios liberados donde de la quema de basura se transita hacia
la acción de francotiradores, en una clara provocación para que las fuerzas el
orden público, particularmente la Guardia Nacional, intervengan represivamente,
y sellar con esto lo que podría difundirse en la opinión internacional como un
enfrentamiento militar entre las fuerzas del régimen castro - comunista del
Presidente Nicolás Maduro y las fuerzas rebeldes que luchan por la democracia y
la libertad: el inicio de la guerra civil tan buscada por el Imperio para
justificar cualquier intervención y generar el conflicto regional ampliado
hacia todos aquellos países que conforman la Patria Grande.
El pueblo venezolano estamos dando
una gran lección política al mundo, y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha
demostrado con creces que no es una fuerza mercenaria al servicio de intereses
subalternos; no se equivocó el Comandante: ¡Chavez somos todos!
manutheri@gmail.com
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