viernes, 4 de octubre de 2019



Ecuador decreta el estado de excepción ante las protestas por el alza del precio del combustible

Hay carreteras y calles bloqueadas en varias ciudades, el transporte público ha iniciado un paro total de actividades y se han suspendido las clases en todo el país




Varios taxistas queman neumáticos y cortan carreteras como forma de protesta en Ecuador. En vídeo, los sindicatos piden la movilización de la población. AFP | EFE
Ecuador ha decretado este jueves el estado de excepción 
ante las protestas que ha desatado el alza del precio del 
combustible decretado por el Gobierno. Con esta medida, 
que se aplicará en todo el país durante 60 días, el presidente,
 Lenín Moreno, pretende "garantizar la seguridad" y prevenir
 un posible estallido de las protestas violentasDesde la 
medianoche del miércoles no hay transporte y las clases
 han sido suspendidas en todo el país. A media mañana, 
el ambiente de las protestas subió de tono por la quema 
de neumáticos para bloquear calles y carreteras en varias 
ciudades, hubo cargas policiales en la capital y se desplegaron
 militares en la sede del Gobierno, el palacio de Carondelet.
 19 personas han sido arrestadas en todo el país "por obstruir 
la vía pública y por ataques y resistencia", ha asegurado la 
ministra de Gobierno [interior], María Paula Romo.
La ola de movilizaciones responde al incremento del precio 
del diésel y gasolina extra, que se ha producido por la 
eliminación del subsidio estatal. La medida, con la que
 el Gobierno pretende ahorrar 1.400 millones de dólares 
al año (más de 1.276 millones de euros), es parte de 
un paquete de ajustes anunciado por el presidente
el martes por la noche.
“Quiero insistir en que las medidas anunciadas el martes 
están en firme, especialmente las relacionadas con un 
subsidio perverso que estaba causando demasiado daño
al país y que distorsionaba la economía", ha asegurado
 el mandatario ecuatoriano al anunciar en una rueda
 de prensa el estado de emergencia. “Con el fin de controlar
 a quienes quieren imponer el caos he dispuesto el estado 
de excepción a nivel nacional. Los derechos se exigen 
sin perjudicar”, ha reprochado el presidente.



Con el estado de excepción quedará limitado el derecho 
de reunión y el de libertad de tránsito y se desplegará 
a la policía y a las Fuerzas Armadas en todo el país. 
Los ministros de Defensa y de Gobierno, Oswaldo Jarrín 
y María Paula Romo, anunciaron que se perseguirá la
 paralización de vías, la suspensión de derechos públicos
 y todo lo que altere el orden, la paz y las actividad laboral 
y productiva del país. 
El nuevo precio del combustible comenzó a regir desde 
la medianoche de este miércoles, así como la convocatoria 
de los transportistas de todo tipo a un paro nacional
. Ni autobuses internos, ni interprovinciales, ni grúas, 
ni rutas escolares ni taxis. El llamamiento hecho en 
un principio para este jueves, ya ha sido extendido 
por los representantes de los trabajadores de forma indefinida.
“Esta medida es indefinida. Espero que el presidente tome 
la decisión correcta. Sé que va a perjudicar al pueblo ecuatoriano 
esta suspensión pero exigimos nuestros derechos”, ha anunciado
 a través de las redes sociales, Abel Gómez, presidente de la
 Federación Nacional de Cooperativas de Transporte
 Interprovincial de Pasajeros (Fenacotip). 
Ante la convocatoria, el Gobierno anunció en la noche 
del miércoles la suspensión de clases y envió un aviso 
ante un previsible acaloramiento de las protestas. 
“La decisión tomada por el Gobierno es clave para 
el presente y futuro de Ecuador y vamos a defenderla”,
 indicaba el comunicado oficial. “De ser necesario
 invocaremos las normas constitucionales y legales 
que prohíben la paralización de servicios públicos”,
 advertía el boletín de Presidencia.
La gasolina extra ha pasado de costar 1,85 dólares 
por galón a 2,22, respectivamente. El diésel, habitual
 combustible de
l transporte de mercancías, estaba entre un dólar
 y 1,37 dólares, dependiendo del tipo, y ahora sube 
a casi el doble, con algo más de 2,10 dólares el galón.
El Secretario Particular de la Presidencia, 
Juan Sebastián Roldán, reiteró este jueves que la 
retirada de las ayudas estatales al consumo de combustible
 son inamovibles. Y aseguró que el Ejecutivo no aceptará “
chantajes”. “Ahora son los ecuatorianos quienes tienen que
 decidir qué país quieren. Si cedemos a los grupos que 
quieren chantajear al país, o si les jalamos para que ellos 
también empujen el carro con nosotros”, ha propuesto 
el Secretario, en una entrevista con la prensa local.
 El vicepresidente del país, Otto Sonnenholzner, ya
 había pedido “comprensión” a los ecuatorianos una 
semana antes de anunciarse las medidas.

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