martes, 13 de septiembre de 2016

Análisis de Entorno  
Si lo ves que viene, palo al tiburón 
Una de las principales características de la Revolución Bolivariana es su carácter ofensivo, en el sentido de que no recula jamás, no se rinde, no rehúye los retos ni se arredra a la hora de cantarle cuatro verdades a nadie. Este legado de Chávez lo está siguiendo Maduro al pie de la letra y cuidado si el discípulo no supera al maestro en ocasiones, en cuanto a esa faceta revolucionaria. Maduro se ha movido de manera preventiva, ante la conspiración imperial-oligárquica, con más fuerza que el propio Chávez antes del golpe de 2002. Acaso se deba al dicho de que “el que está picado de culebra cuando ve el bejuco tiembla”. El Presidente y su Gobierno no dan tregua al enemigo histórico. No solo mide con él fuerzas en la calle y en la iniciativa política, como ha ocurrido con ocasión del plan del 1-S, sino que además lo persigue, lo acosa y lo amenaza, como debe ser en toda guerra, y para remate utiliza todos sus recursos institucionales para ponerlo en su lugar, sin dejar por ello de seguir adelante con sus políticas económicas y sociales. Así es que se gobierna, así es que se resiste, así es la única manera en que se puede vencer a un enemigo poderoso, con ingentes recursos, guapo y apoyado. El gran ejemplo de esto es la Cuba revolucionaria, que ha resistido de ese modo el acoso imperial por casi 60 años. Como un nuevo botón de muestra de lo que decimos está el caso de la XVII Cumbre del MNOAL en Margarita. La derecha se puso como meta sabotear ese evento y montar en la isla un súper set mediático de importante proyección internacional, en su aspiración de promover la intervención foránea en Venezuela. Sin pestañear, el Gobierno Bolivariano ha comenzado a frustrar ese plan jugando posición adelantada y utilizando su poder institucional (y además constitucional) para preservar la paz, la integridad de la Patria, la seguridad de los distinguidos invitados y, al hacerlo, defender la Revolución Bolivariana, que es un deber sagrado. El talante antipatriótico del plan anti-Cumbre lo ha dejado en claro el candidato profesional derechista Henrique Capriles, al afirmar que “Reiteramos nuestro llamado a los señores embajadores de los Gobiernos que vendrán a la Cumbre en la Isla de Margarita. Con el debido respeto a ustedes les pedimos evaluar la situación y el momento que vive nuestro pueblo y no hacerse partícipes del show que pretende montar el Gobierno”. Con su proverbial ignorancia, Capriles aseveró además que el Gobierno organizó la Cumbre “para tratar de lavarse la cara frente al mundo, ante la crisis humanitaria que se vive en el país”. Como hemos dicho, esta Cumbre tiene varios años ya programada. Inmediatamente después de esta opinión, actores políticos derechistas como Adriana D'Elia, José Manuel Olivares, Carlos Paparoni, Ángel Medina Devis, Juan Requesens, Carlos Peñaloza, Marta Colomina, entre otros, manifestaron su respaldo a Capriles, a través de sus diferentes cuentas Twitter. Recordemos que el presidente de la Asamblea Nacional, el rabioso opositor Henry Ramos Allup, anunció que el parlamento inauguraría su nuevo período de sesiones precisamente en Margarita, en paralelo con la Cumbre. Esto era, por supuesto, parte fundamental del plan de sabotaje al evento. Pero llegó el Comandante Maduro y mandó a parar. El Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y el Ministerio para la Defensa actuaron de manera conjunta y prohibieron los vuelos y la navegación privados hacia Margarita durante los días en que se desarrollará la Cumbre, y suspendieron temporalmente el porte de armas de fuego y blancas en el estado Nueva Esparta. Ramos Allup se ha quedado con los crespos hechos y anunció que la sesión provocadora ya no va. También ha sido tomada la isla por los cuerpos de seguridad. Las autoridades iniciaron desde el 28 de agosto una operación con 14.000 policías para garantizar la seguridad de la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, además de la presencia del factor militar. La actitud de los sectores más radicales de la derecha no hace sino justificar la actuación ofensiva del Gobierno revolucionario, que no debe abandonar jamás, mucho menos cuando esos sectores están convirtiendo su desesperación en amenazas. El alcalde del municipio caraqueño El Hatillo y dirigente del partido fascista Voluntad Popular, David Smolanski, ha vociferado: “¿Por qué esa ola de persecución? Porque el primero de septiembre pasado más de un millón de venezolanos tomamos Caracas, y esto quiere decir que si siguen retrasando la fecha del revocatorio ya no será la Toma de Caracas, sino que será una toma de Venezuela indefinida hasta que haya revocatorio en 2016”. Por su parte, otro derechista, Antonio Ecarri, ha dicho que “El país se ha convertido en un hervidero y las rectoras son las responsables de lo que pueda a pasar. Señoras del CNE, desde el oeste de Caracas le advertimos que hay sectores populares a punto de estallar por las penurias que están pasando, este país tendrá un fatídico desenlace si no fijan la fecha para que se produzca la salida constitucional y pacífica de este Gobierno”. Y María Corina Machado afirmó que el presidente Maduro tiene que “dar la fecha para el revocatorio o lo haremos renunciar... estamos en tiempos de hambre y el hambre no espera”. Bien, si lo ves que viene, palo al tiburón. 

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