martes, 24 de noviembre de 2015

Néstor Francia/Análisis de Entorno: Derrota en Argentina 

– 13 días

– Derrota en Argentina

– ¿Qué pasó?

– Fuerza peronista-kirchnerista

– Aprender de las derrotas

– La derecha continental celebra

– Tintori en el bunker de Cambiemos

– Una derrota de todos

– Las barbas en remojo

– Próximo capítulo: Venezuela

– Alineaciones continentales

– La MUD descalifica a Unasur

– La influencia argentina en las elecciones venezolanas

El resultado del balotaje presidencial en Argentina, que consagra el triunfo de la derecha en ese país y le devuelve el Gobierno, es una mala noticia para todas las fuerzas progresistas del continente. Se trata de la primera gran victoria del imperialismo y el neoliberalismo en la más reciente y poderosa contraofensiva de esos factores que dirigen toda su artillería política, económica mediática contra gobiernos empeñados a defender su independencia y explorar caminos de justicia social.
Tal como en otros países de esa tendencia renovadora, los más importantes indicadores sociales que benefician al pueblo han abundado en la Argentina gobernada por el peronismo-kirchnerismo: notable reducción de la pobreza, aumento relevante de las matriculas educativas, construcción de más de un millón de viviendas, mejoras de la salud, reversión de privatizaciones de sectores muy sensibles de la economía nacional, etc. ¿Qué pasó entonces? Para responder esta interrogante, habrá que esperar que aparezcan los análisis de voces progresistas y críticas, sobre todo aquellos que no muestren complacencia ni auto justificaciones. Ya ayer había algunos en Argentina que se vanagloriaban del aproximadamente 46% de votos que obtuvo Scioli, tratando de mitigar la amarga realidad de esta derrota. Por supuesto, es verdad que el peronismo-kirchnerismo seguirá siendo una fuerte presencia política en aquel país que podría conducir al pueblo a nuevas victorias, si es que aprende de la derrota. La única forma en que puede ser útil una derrota es que sirva para corregir rumbos y enmendar errores.  Entonces la derrota será relativa. En caso contrario, será absoluta.
Ahora bien, sin duda la derecha continental estará celebrando, abierta o veladamente, según se lo dicten la conveniencia y su oportunismo de acuerdo a cada país donde desarrolle sus conspiraciones como parte de la mencionada contraofensiva continental. Algunos lo harán con absoluto descaro, como Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López, que aparece en una foto celebrando en el bunker de Cambiemos con la diputada derechista de PRO Patricia Bullrich. La gráfica fue transmitida desde el Twitter de la diputada, @PatoBullrich, con el texto “Cambia Argentina, Cambia Venezuela con @liliantintori esposa de @leopoldolopez en el bunker de #Cambiemos”.
Ese Twitter comprueba que la derrota en Argentina es también del chavismo, del PT, de la Revolución Ciudadana, de la Revolución Boliviana, del sandinismo, del fidelismo. Es un duro golpe para todos nosotros, que nos debe llamar a redoblar tanto el combate como la reflexión crítica de todo lo que hacemos. Quizá es la hora de poner las barbas en remojo.
Bien, el próximo capítulo de esta gran contienda continental se va a dar en Venezuela en menos de dos semanas, lo cual aumenta el tamaño de nuestra responsabilidad, que ya de por sí era bastante grande. Las alineaciones de fuerzas se producen en todas las latitudes del continente. En torno a la OEA, vemos como Francisco Guerrero Aguirre, quien ostenta el cargo de “Secretario para el fortalecimiento de la democracia” del organismo se pronuncia en el mismo sentido que Luis Almagro cuando opina que “Particularmente ha llamado la atención de la OEA que algunos opositores se encuentran afrontando procesos legales y algunos de ellos están en la cárcel”. Esto lo dijo en el marco de una reunión de organismos electorales americanos en Río de Janeiro, para más señas. Guerrero Aguirre blandió lanzas en defensa de Almagro al afirmar que “Lo que ha hecho el secretario es, en el ejercicio de su libertad y como ser humano, manifestar sus puntos de vista sobre elementos de integridad electoral que son importantes para que una elección sea creíble y aceptada tanto por quienes triunfan como por los derrotados”.
En la acera de enfrente, ya vimos como el ex presidente de Uruguay y actual senador José “Pepe” Mujica rompió relaciones con su ex canciller Almagro por la carta que este dirigió a Tibisay Lucena: “Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido”. En el mismo sentido se pronunciaron el Partido Comunista de Uruguay y el Movimiento de Participación Popular (MPP), del cual forma parte Almagro. El MPP expresó que la carta del secretario de la OEA “no solo no ayuda al proceso electoral que vive la República Bolivariana de Venezuela sino que contribuye a deslegitimarlo y a dificultar la convivencia democrática en ese país”.
También en Chile se enfrentan acciones y posiciones en cuanto a las elecciones venezolanas. El gobierno de Chile anunció que ejecutará la orden de la Corte Suprema de Justicia de ese país de solicitar a la OEA el envío a Venezuela de una comisión que constate la situación de los políticos presos Leopoldo López y Daniel Ceballos, según informó el canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien se excusó aduciendo que cuando hay una decisión del Poder Judicial, “la cancillería lo que hace es ejecutar o traspasar esa decisión, y eso es lo que hará Chile, trasladar esto a la OEA”. Pero por otro lado, los senadores chilenos Alejandro Navarro Brain y Hugo Gutiérrez rechazaron la decisión de la Corte Suprema contra Venezuela. Absolutamente claros con lo que ocurre, los senadores declararon que “esto ocurre si y solo si es producto de las próximas Elecciones Parlamentarias en Venezuela, el 06 de diciembre; de no ser así, estos hechos no ocurrirían. Este fallo parece ser un hecho premeditado para presionar la intervención de la OEA en las elecciones venezolanas, que por lo demás, cada vez que han sido examinadas, han resultado altamente valoradas por organismos internacionales independientes… este es un fallo que va a avergonzar a Chile en el nivel jurídico internacional, tras poner un Poder del Estado al servicio de una operación política internacional, la cual busca desestabilizar al Gobierno de Venezuela utilizando a la OEA como instrumento para ese objetivo”. Más claro no canta un gallo.
Así pues, los ejércitos políticos de esta guerra continental se ubican en el campo de batalla por doquier (y ojalá la cosa no se extienda a ejércitos militares, lo que no puede ser descartado en un futuro hipotético). Esto lo sabe la derecha de Venezuela, que ya se lanza abiertamente a descalificar a la Misión electoral de UNASUR para las elecciones venezolanas. Según el secretario ejecutivo de la MUD, Chuo Torrealba, la misión de acompañamiento del organismo suramericano “llegó a Venezuela tarde, incompleta y mal”, y se refirió a la supuesta inasistencia de Brasil y Uruguay, y a la  “presencia menguada” de Chile. Torrealba añadió que “La Misión Samper-leonelFernández-Exeni (este último representante de Bolivia) se estrenó intentando continuar la maniobra del Gobierno y del CNE de forzar un acuerdo de reconocimiento a priori de los resultados electorales antes de intentar siquiera contener los abusos y el ventajismo oficial”, y añadió: “La Misión de la UNASUR no merece ni el beneficio de la duda”. De esta manera, la derecha profundiza en su plan de desconocer los resultados electorales si no le son favorables.
Sin duda la victoria de Macri en Argentina tendrá alguna influencia en las elecciones del 6D, aunque su importancia no puede ser medida el día de hoy. Los sectores más conservadores del voto opositor se sentirán envalentonados y estimulados. Es tarea nuestra evitar que la derrota en Argentina pueda inhibir la acción de los sectores ideológicamente más débiles de nuestra militancia y nuestra base electoral.
¡Forza Argentina!: El texto enviado lo escribí a mi hija chavista y peronista que vive en Buenos Aires: Por supuesto estoy triste con lo que nos pasó en Argentina, pero he leído que el peronismo ya está en la calle anunciando la resistencia al gobierno de la derecha. Viene una nueva etapa de luchas en ese hermano país, de ese pueblo con tanta tradición de combate. La esperanza se mantiene, se perdió una batalla pero si persistimos, se ganará la guerra. Ahora es que el pueblo argentino va a demostrar su calidad y su abolengo histórico. No es tiempo de lamentarse, es tiempo de luchar ¡Viva Argentina! ¡Un gran abrazo de padre y camarada.

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