jueves, 19 de noviembre de 2015

El Ecoparque “Los Flamencos de Helímenes Perozo”:

 un destino ecoturístico casi prístino donde la magia y la aventura se conjugan a partir del viaje como vehículo de reencuentro con la naturaleza, una experiencia complementaria de la educación ambiental y el conocimiento de valores paisajísticos.

Con un cielo despejado en el aire se despide el inicio de una aventura, el vaivén de las olas dibujan el punto de partida de nuestra trayectoria en el bioma estuarino Lago de Maracaibo, todas las miradas se vuelven hacia el horizonte ansiosas por ver que nos depara el viaje.

El equipo de expedición acompañado de los especialistas Miguel Pietrangeli Biólogo botánico e investigador, Lermith Torres experto ornitólogo también fotógrafo de vida silvestre, Gustavo Carrasquel, Asesor de Educación Ambiental de la Fundación Ecoparques del Zulia, fueron quienes conformaron la tripulación que se dirigía en lancha hacia un lugar de la costa donde se unen el fuego del sol y la caricia del viento cautivando a quien acepta adentrarse en un refugio natural de manglares con parajes que invitan a la contemplación.


Cuando se escucha hablar al Prof. Lermith Torres quien es uno de los más reconocidos especialistas de flamencos en el Caribe, puede sentirse la pasión y amor que imprime en su labor.

Saliendo bien temprano en lancha de Maracaibo o de los Puertos de Altagracia tendrá el placer de recorrer y visualizar la actividad en el lago de Maracaibo y en pocos minutos toparse de frente con una gran barrera de manglares que cerca el sagrado Refugio de Fauna Silvestre “Ciénaga los Olivitos” que abarca 26.000 hectáreas. Éste espacio es declarado como parque natural en el año 1986 y en 1991 es denominado como Reserva de Pesca, seguidamente en el año 1996 se posiciona en el quinto puesto de Categoría Ramsar en Venezuela.

Puede adentrarse por Caño Viejo punto al que llegan solo baquianos y viajeros que ya lo han visitado, nos conducimos a través de un túnel de manglar rojo y negro que se despliega en forma de galería sobre aguas tornasoladas que actúan como espejos refractantes de sol, causando un reflejo capaz de inmutar sentidos, iluminando todo el bosque y los ojos de quien lo ve.


Se trata de un emocionante recorrido donde pueden vislumbrarse exóticas especies como el corocoro rojo (Eudocimus ruber) ave de pico curvo y largo, vestida de rojo escarlata con un plumaje de color intenso, la garza real (Ardea cinerea), elegante en su postura con patas firmes hacia atrás y con cuello en forma de “S” y el famoso martín pescador (Alcedo atthis), un ave difícil de fotografiar por su vuelo veloz, esta pequeña ave de ojos pardos cristalinos, llena de colores vivos, brillantes azules y verdes, se alejaba entre un cielo de manglares y agua envuelta por plumas casi iridiscentes, junto a una majestuosa biodiversidad de avifauna.

A medida que cruzábamos la senda del espejo de agua, en medio de este territorio de ensueño, contemplamos cómo se encontraba posada sobre alguna rama caída de manglar la cotúa olivácea (Phalacrocórax olivaceus) conocida por su sobrio negro plumaje y por poblar en numerosas cantidades de especies, las copas de los manglares, taciturna y como detenida el tiempo, mantenía sus alas abiertas esperando se secaran, luego de alguna inmersión acuática.


En la bitácora de la tripulación enmarcamos uno de tantos recuerdos, a medida que la lancha navegaba, se delineaba una estela de arena removida por el agua, sobre la que se posaban Pelícanos que acompañaron parte importante de la travesía, podía verse como se elevaban hasta alcanzarnos y aterrizaban, flotaban estas aves acuáticas junto a la embarcación, algunas de estas aves pescaban luego de dar vuelos en semicírculo, empujando sus alas con fuerza hacia el agua con la intención de encontrar peces para su sustento. En grandes grupos visibilizamos varias subespecies de la familia Pelecanidae (Pelícanos) algunos con su blanco plumaje, otros con tez grisácea oscura y clara.

Esta especie tan conocida por surcar los cielos y las orillas del Lago de Maracaibo, el pelícano recibe la mención como Ave Regional del Zulia y es llamada por el común como pájaro buchón por la gran bolsa que cuelga debajo de la parte inferior de su pico naranja, robusto y largo que le sirve como red para la pesca de alimento en buches de agua.


Fascinados por el vuelo blanco de pelícanos que acompañaron la travesía, 30 minutos después avistamos una colosal formación geológica salina bordeada de manglares denominada Laguna de Los Corianos, es allí donde al llegar, la atracción focal representa uno de los mayores reservorios del ave icónica -flamenco-(Phoenicopterus), conocida en nuestra bioregión como Togogo, este nombre viene otorgado por los pescadores atribuido al sonido que emite el ave.

La ciénaga que navegábamos ocupa el segundo lugar en el Caribe en reproducción y conservación de Flamencos, con una población de hasta 110.000 individuos de acuerdo con las últimas estimaciones de Torres.

Además indica que hasta este momento el refugio cuenta con 195 especies de aves de las cuales 185 están documentadas, Torres precisa que en este espacio llegan a alimentarse 5 especies de tortugas marinas, de las 7 que existen en el mundo, la caguama, carey, cardona y lora, también habitan en esta reserva mamíferos como el oso palmero y el mapache, es uno de los principales espacios de conservación para el caimán de la costa.


Maravillado por la belleza natural Miguel Pietrangeli refiere estar frente a un ecosistema frágil, con una composición donde predominan árboles bien estructurados de mangle rojo y negro, así como especies de zona seca como cardón, olivo, cují y yabo siendo estos los que principalmente pueblan el bosque de ciénaga.

El estado Zulia cuenta con innumerables atractivos naturales que se configuran como espacios para la preservación, así el Parque Ecoturístico “Los Flamencos de Helímenes Perozo” protege las 6 mil hectáreas de bosques de manglar presentes en este importante ecosistema. Es un maravilloso patrimonio ecológico que se sitúa en medio de un área diversa en la Bioregión Lago de Maracaibo, dispuesta como un destino para ecoturistas y aventureros respetuosos de la naturaleza.

Y es que el Ecoparque “Los Flamencos de Helímenes Perozo” es turismo de aventura, avistamiento y contemplación en medio de un ecosistema complejo prácticamente prístino, que ofrece al visitante un espectáculo lleno de colorido, emociones, aprendizaje e introspección.


Viviana Camacho – Gustavo Carrasquel | Periodistas Ambientales
Fotografías | Viviana Camacho y Rafael Peñaloza

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