HORA DE CAMBIOS

GALERÍA IMPACTANTE: LO QUE LOS MEDIOS PRIVADOS NO CUENTAN DE LOS GUARIMBEROS

Detenidos y luego liberados. Es exactamente lo que sucede luego de que chamos sin control parental, sin responsabilidad civil y fuera de todo margen constitucional agreden a quienes piensan distinto.

Detenidos y luego liberados… Es exactamente lo que suele ocurrir con la mayoría de muchachitos que se concentran frente a instituciones públicas para incendiarlas y atacarlas con objetos contundentes. Detenidos y luego liberados… Es exactamente lo que sucede luego de que chamos sin control parental, sin responsabilidad civil y fuera de todo margen constitucional agreden a quienes piensan distinto y queman todo medio de transporte de trabajadores que, afectados por las guarimbas, deciden reclamar su derecho al libre tránsito.

Detenidos y luego liberados… fue lo que ocurrió con la mayoría de los panas que durmieron días frente a la sede del PNUD en el municipio Chacao, exigiendo una intervención extranjera, obstaculizando una vía importante de la ciudad capital, mientras fumaban hierba y consumían cocaína.

¿Saben qué es lo más lamentable de todo esto? Da lástima dejar preso a unos compañeros que han salido a las calles con ropa de marca, con la barriga llena por las 3 comidas diarias y apoyados por padres irresponsables que no tienen mayores necesidades, porque sencillamente los chamos no saben por qué están luchando.

Se hacen llamar miembros de una legión, cual neonazis inexpertos, buscan tutoriales en redes sociales para aprender a manipular armas de fuego, dicen defender la educación pero tienen meses sin estudiar, aseguran luchar por la alimentación y contra la escasez e incendian camiones de distribución de alimentos, llaman dictador al Presidente Nicolás Maduro, pero pretenden derrocar por la vía de un golpe suave al Gobierno Nacional -y lo dicen abiertamente-, hablan de amor por Venezuela y no conocen su constitución, sus leyes, sus derechos, sus deberes y por lo tanto tienen más de 90 días haciéndose llamar resistencia, sin darse cuenta que por la mitad de las cosas que han hecho, la cuarta república los habría masacrado, dando origen a un nuevo capítulo del Caracazo.

Por el contrario, han sido puestos en libertad para que reincidan en sus fechorías, que por lo visto sólo sus representantes y desaforados del Twitter, fanáticos del odio y la irracionalidad extremista, son incapaces de ver.

Son menos de 100 por cada manifestación. Sus concentraciones sólo se mantienen en máximo cinco municipios del país (Maracaibo, San Cristóbal, Mérida, Chacao y Baruta). Siempre terminan en violencia y por supuesto, como se dijo anteriormente son detenidos. Es el momento de la detención el más indicado para que palangristas como Braulio Jatar, de Reporte Confidencial, y @sincepto, fotoreportero colaborador del diario hiperderechista “El Nacional” capturen el instante en el cual los alocados con cara de niños buenos empiezan a llorar y a pedir auxilio porque los agarró la guardia o la policía.

A continuación, compararemos la actitud de estos radicales sin control antes y después de ser capturados, esperando que sus padres, madres y representantes entiendan de una buena vez que no está bien lo que hacen, porque han muerto 42 personas (repartidas de lado y lado) en estos hechos impulsados por un loco llamado Leopoldo López, bajo el nombre de una “salida” que jamás va a llegar, porque a Venezuela le gusta la democracia, ir a votar y participar en la política diaria sin violencia. Con cara de niños y niñas buenas y todo, se han convertido en malandros intolerantes, sin respeto por el contrario.

Con cara de niños y niñas buenas, amenazan a chavistas por tuiter, llamando al linchamiento de los mismos otorgándoles el pseudónimo de “sapos”. Con cara de niños y niñas buenas, quemaron un preescolar en Chacao, golpearon a médicos cubanos y le juran a diario la muerte a todo aquel que diga ¡No a las guarimbas!

En fin, un niño bueno no llama “maldito mam#güe$o chavista” a un hermano venezolano.

ESTA ES LA FACETA DE UN GUARIMBERO ANTES DE SER DETENIDO

(La Redoma)