Un culto a la cosecha

Celebramos el Día de la Cruz de Mayo, 

patrimonio cultural de Venezuela




Tradicionalmente se elabora
 la Cruz con madera,
 ubicándola siempre 
en 
un lugar alto y visible; 
pintada de azul o 
caoba
Foto: Referencial
Yvke Mundial/Agencias
El Velorio de Cruz de 
Mayo es una 
manifestación 
cultural-religiosa 
sembrada en la tradición 
venezolana desde hace más de 150 años en casi todo el territorio nacional. 
En muchas 
regiones de Venezuela se conmemoran las tradicionales celebraciones de la 
Cruz de Mayo todos los sábados de Mayo en las casas particulares, en las que 
se preparan altares especiales para la cruz, en la mayoría de los sectores del país 
se 
acostumbra a vestir la cruz, adornarla, montarla en un altar y alumbrarla.
El motivo principal de esta fiesta en Venezuela y en otros países del mundo, es 
rendir 
a la naturaleza un homenaje por ser en mayo el inicio de la temporada de 
cosechas, 
y se vincula a la naturaleza por el hecho de que empieza la época de lluvias. 
La evolución 
de la costumbre ha llevado a considerarla como una forma de pedir su protección 

durante 
el resto del año.
Estas fiestas van acompañadas de manifestaciones musicales propias de 
cada región, 
como son los galerones, punto y llano, fulías, malagueñas, romances y tonos. 
Los 
instrumentos utilizados son el cuatro, la mandolina, la guitarra, el tambor 
cuadrado, 
las maracas y el acordeón. Se reparten también bebidas y dulces típicos. 
La música, 
los rezos, la comida y demás elementos varían de acuerdo con la localidad.
Tradicionalmente se elabora la Cruz con madera, ubicándola siempre en un 
lugar alto 
visible; pintada de azul o caoba la cual es vestida con papeles de colores y 
adornada con flores campestres, tales como rosas, jazmines, malabares, 
trinitarias y 
clavellinas. El altar es elaborado con una armazón de caña amarga arqueada y 
muy bien labrada conformando una especie de nicho forrado con sábanas 
y adornado 
con cintas de colores.
En pueblos como Choroní Puerto Colombia en el estado Aragua, esta 
celebración es de suma importancia y tradición. Tanto el pueblo como los 
visitantes 
participan en una gran fiesta a orillas del malecón y amanecen al ritmo de 
los tambores,
 bailando en honor a la Cruz de Mayo.
El principal acontecimiento para los pueblos con raíces africanas, situados 
a lo largo 
de la costa central, es la fiesta de San Juan Bautista, del 23 al 24 de junio. 
Por ser 
un amigo especial para los afro americanos, lo “bautizan”, en el mar o algún río, 
acto que festejan al son de los tambores y abundante aguardiente 
(licor fuerte de azúcar de caña) o ron.
Dice la tradición, que el estado Miranda tiene el golpe de tambor más fuerte 
que cualquier otro sitio, pero no se baila porque es un culto a la cruz, 
sin embargo, 
sí se le canta toda una noche. Por esa razón se le llamaba velorio, porque 
el homenaje duraba hasta que las velas se acabaran, o en ese caso, de la noche 
hasta el amanecer.