Solidaridad con el camarada Ilich Ramírez Sánchez (Carlos)
El próximo 7 de noviembre del presente año el Estado francés pretende dictar una nueva sentencia definitiva contra nuestro camarada Ilich Ramírez Sánchez (Carlos) después de haberlo retenido de forma ilegal, o mejor dicho, secuestrado en Sudan, trasladado a Francia y confinado en sus mazmorras por más de 17 años sin juicio justo, cercenándole todos sus derechos humanos fundamentales. Los años de confinamiento y la tortura sufrida por nuestro camarada Ilich no han podido doblegar su determinación de seguir luchando contra el enemigo de todos los pueblos el sionismo internacional. Mucho menos la difamación de su causa ha podido destruir su verdadera imagen quijotesca de soldado defensor del pueblo oprimido palestino. Ilich es un revolucionario internacionalista consecuente que llevó a la praxis su ideas aun sabiendo que con ello arriesgaba su vida.
El inmoral y criminal sionismo internacional, Estados Unidos y Francia han invertido millones de dólares para intentar desprestigiar al camarada Ilich construyendo una falsa imagen de “terrorista” a genuino revolucionario. Pero nuestro Ilich -o Carlos- está cada día más justificado frente al GENOCIDIO que por más de 64 años ha venido cometiendo la ilegal entidad ocupante israelí contra el pueblo palestino, apoyada particularmente por EUA y Francia. Pero también la lucha de Ilich hoy se encuentra aun más reivindicada por los crímenes que comente el Estado francés contra el valiente pueblo libio que resiste a la barbarie imperial. EEUU, Francia e Israel han causado millones de muertes de civiles inocentes en toda la orbe, no tienen moral para calificar de “terrorista” a nuestro camarada Ilich.
Al camarada Ilich las fuerzas oscuras del imperialismo y del sionismo no le perdonan su internacionalismo revolucionario; su valiosa idea de enfrentar al poderoso enemigo bajo el método lucha asimétrica, o no-convencional, que tanto temen y más daño propina a las fuerzas bélicas imperiales. Tampoco le perdonan su idea de que procuró fundir el marxismo con el islam revolucionario. Es precisamente a esto último lo que más temió y sigue temiendo el enemigo. A Ilich el imperio le sigue temiendo aún después de su secuestro porque quieren evitar que sus ideas y método de lucha se propaguen por todo el mundo árabe e islámico.
La guerra asimétrica fue y es la única alternativa que tienen los pueblos y su vanguardia organizada para enfrentar al mil veces más poderoso y arrogante imperialismo que también tiene su talón de Aquiles. Ilich no inventó nada nuevo, pero supo rescatar y nutrirse de la misma experiencia de lucha guerrillera histórica de los pueblos árabes que desde siempre han sido victimas de la rapiña de todos los imperios que han pasado por la región. Bien lo resume el investigador Jorge Verstrynge en su libro titulado “Guerra Periférica e Islam Revolucionario”, donde expresa que la guerra asimétrica permite hacer que el enemigo se desgaste y pierda; que no le interese intervenir, porque al final él va a perder “porque una guerra, al fin y al cabo, es una apuesta de riesgo calculado, en la que el beneficio que se espera es mayor a ese riesgo… Por tanto, si a través de la guerra asimétrica, tú consigues que el riesgo sea mayor al beneficio, el imperio no vendrá, porque no le compensa”. (Verstrynge, 2007)
Sabemos que la defensa de Ilich puede ser utilizada por los medios transnacionales imperiales para atacar a la Revolución Bolivariana, pero si nuestra política es no provocar al enemigo nos estamos equivocando, pues el imperialismo no escatima razones o justificaciones valederas cuando decide atacar a los pueblos. La defensa jurídica de Ilich es un derecho humano inalienable y el Estado revolucionario está obligado por muchas razones en facilitar su desarrollo, pues no se trata sólo de un venezolano más, sino de un revolucionario internacionalista que necesita hoy más que nunca de nuestra solidaridad.
basemtch@gm
ail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario