lunes, 8 de septiembre de 2014

Colegiación de periodistas

Eleazar Díaz Rangel.
Eleazar Díaz Rangel.
El pasado 13 de mayo de 2013 escribí en esta misma página que “En el país han ocurrido cambios de gran significación en casi todos los órdenes, y entre ellos, debemos señalar los que se producen en el ejercicio del periodismo. El más importante de ellos es quizás que han emergido nuevas formas de hacer periodismo a través de medios comunitarios y alternativos que antes apenas existían.
Hoy se cuentan por decenas (en realidad por centenares, 2014) los medios impresos y radioeléctricos formados en las mas diversas comunidades en todo el país, los cuales en su mayoría no son elaborados por periodistas profesionales, pero no se puede negar su existencia ni su inserción en el periodismo ni el rol que están jugando en su esfuerzo por informar y opinar, y dar espacios a sectores que nunca ante lo tuvieron.
“Este proceso dentro del periodismo se ha desarrollado y ha crecido sin ser valorado ni siquiera percibido por este CNP…”.
A ese cambio, de innegable trascendencia, hay que agregar el uso de las más avanzadas tecnologías en el ejercicio de la profesión, y al margen del mismo, a través de las redes sociales, que Ignacio Ramonet recoge en La explosión del periodismo y que podemos resumir en este párrafo: “El planeta Medios vive una conmoción nunca antes conocida. El impacto del meteorito ‘Internet’, comparable al que hizo desaparecer a los dinosaurios de todo el ‘ecosistema mediático’”.
Todo lo cual ocurre en nuestro país sin que ese mismo CNP lo perciba ni lo percibirá, su principal interés es hacer oposición al Gobierno.
Esos dos cambios serían suficientes para que el gremio los hubiese discutido en profundidad y tomar decisiones que le permitieran introducir los cambios indispensables en la estructura del colegio, en sus afiliados y en sus objetivos, pero por supuesto no ha hecho nada.
Ahora se ha formado una grisapa por la presentación de un proyecto de ley de comunicación por el periodista y editor Gastón Guisandes. En ese texto se encuentra de todo, planteamientos razonables y otros absurdos, pero que en el fondo revelan la necesidad de discutir el periodismo y su ley, de abrir ese gran debate que alguna vez Guillermo García Ponce propuso intentarlo en una constituyente del periodismo. Naturalmente, el CNP no recogió la idea, no podía hacerlo tales son sus intereses y componentes políticos.
Como ese debate no es posible intentarlo en el gremio, no queda mejor escenario que la Asamblea Nacional. En sus archivos reposa el proyecto de reforma a la ley propuesto por Por un Mejor Periodismo y sigue vigente una ley aprobada en 1976, y que encontró opositores dentro y fuera del periodismo, hace 39 años, cuando las condiciones para ejercer la profesión eran otras muy distintas. Una profunda reforma a la ley es necesaria para modernizarla, recoger los transcendentes cambios habidos y adaptarla a los nuevos tiempos. De suerte que esta puede ser la oportunidad para ese debate que se ha eludido por años, que sea promovido desde la propia Comisión de Medios de la AN, y que debía terminar con un proyecto de reforma radical a esta ley desfasada.
Al lector que me escribió para decirme que en Santa Fe sí se escuchó el cacerolazo, que no tenía razón cuando comenté que había sido un fracaso, es posible que él oyó cuando el mismo caceroleaba, me remito a transcribir este párrafo de un articulista en la línea opositora: “En lugar de las cacerolas, la noche del jueves pasado solo se escuchó un silencio ominoso. ¿Será eso lo que queda de la MUD? ¿El silencio y más de los mismo? O sea, ¿nada?”. Firmado por Armando Durán, “El cacerolazo de la MUD”, El Nacional, 1 de septiembre.
La forja de un rebelde es un documental de 10 horas de Oliver Stone sobre la historia contemporánea de EEUU, desde la Segunda Guerra Mundial hasta Obama. Luis Matía López escribe que se trata de “Una visión diferente y transgresora que le ha ganado feroces ataques desde los sectores derechistas…”. Está en español y la televisión pública debe buscarla.
Sorprende leer en los libritos distribuidos en el congreso de la Juventud Socialista que Ezequiel Zamora apenas es mencionado, sin referencias a la batalla de Santa Inés ni a las circunstancias extrañas de su asesinato, y en cambio, en un texto de 33 páginas (sin sumar las de introducción y explicaciones) del primero de esos librillos, dedican 10 páginas a Juan José Rondon y solo tienen estas once palabras sobre Zamora: “encabezada esta última por Ezequiel Zamora, el ‘general de hombres libres’, y en el N° 2, que dedica cuatro a “Las guerras federales” (así, en plural) solo se lee que en 1858 Julián Castro “expulsó a Ezequiel Zamora del país producto de su rol en la constitución de una junta patriótica que inició una rebelión encabezada por el general Juan Crisóstomo Falcón, cuñado de Zamora”. ¡Y es todo!
Ochocientas mil personas se suicidan cada año, según el estudio de la Organización Mundial de la Salud, y pese a que siempre se ha creído que los países nórdicos, con Suecia a la cabeza, tenían las más altas tasas, ocurre que 75 de cada cien son del mundo en desarrollo, y que nuestros vecinos de Guyana (44,2) y Surinam (27,8) figuran entre los de mayores índices de suicidios. Y ya sabrán que Venezuela aparece en esas estadísticas de la OMS (no de Min-Salud) entre los países con menos de cinco por cada 100 mil habitantes. EEUU tiene entre 10 y 15%, igual que Argentina.
Finalmente leí una opinión del PPT sobre cambios en el Alto Gobierno que no lleven implícita una sugerencia de la necesidad de incorporación a otros factores del Gran Polo Patriótico para integrar un gobierno de coalición. Pienso que tanto el PCV como el PPT debían conformar un nivel de control y vigilancia contra la corrupción, el burocratismo y darle seguimiento a los anuncios y compromisos del Alto Gobierno, para que se cumplen y lo hagan oportunamente. Sería un gran servicio al país, al Gobierno y aunque no lo crean al Psuv, que parece no se atreve a jugar ese papel.
Dante Rivas tiene el mayor reto de su vida como alto funcionario gubernamental, que ha demostrado su eficiencia en otras instancias. Ser la Autoridad Única Nacional de Trámites y Permisología, garantiza algo tan elemental como es una oportuna atención al público. Sería una revolución en la Administración Pública que todos los ciudadanos agradeceríamos.
Está bien claro Ernesto Samper, nuevo secretario ejecutivo de Unasur, en sus declaraciones donde se compromete a explorar el estancado diálogo en Venezuela, seguro de encontrar receptividad en ambas partes, así como en sus opiniones contra las “trampas ideológicas” que pretendan crear fisuras en la organización.

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