De la idea al papel:
CUENTOS DEL ARAÑERO
- Me llevaré una ropita
Les voy a decir algo, para que ustedes vean hasta donde ha llegado el mundo. En una ocasión llegaron a plantearme, un alto jefe político de un país determinado, que las comisiones esas que en el mundo se pagan y se cobran, por ventas de cualquier cosa, que “eso es normal”. Yo le dije: “No me hable de ese tema, no quiero ni hablar de ese tema”. Es la descomposición, la ambición.
Les pido a todos los que me puedan estar oyendo: vamos a mirar a Jesús en el burriquito, vamos a montarnos en nuestro burrito con humildad. Les juro una vez más, delante de Dios y delante de todos ustedes: si salgo vivo de este compromiso, yo no voy a tener casa propia, y me voy a morir sin tener casa propia. No me importa. Ni quiero casa propia. No voy a tener carro propio. Los regalos que me han dado, algunos muy valiosos. Un regalo, por ejemplo, que me hizo llegar una vez nuestro hermano –fallecido en circunstancias extrañas, por cierto– Yasser Arafat. Una vez me llegó una gente de Palestina con una invitación para pasar allá la Navidad, en Jerusalén. No pude ir. Era 2001 cuando aquí se prendió aquel berenjenal de la locura, de la violencia inyectada por los medios. Yasser Arafat me mandó una vez un regalo, el escudo venezolano hecho con joyas, perlas. Bueno, eso vale millones de dólares, porque además los colores amarillo, azul y rojo, son colores naturales. ¿Cómo se llama esa concha?, ¿nácar? Además, con la explicación que mandó Arafat, de dónde trajeron las piedras preciosas, del mar de no sé dónde. Una cosa bellísima. Y me han regalado no sé cuántos relojes, que hasta me da pena ponérmelos. Una vez me puse uno, no sé por qué lo agarré. ¡Me pelaron!, por ahí, en una columna: “Mira a Chávez, los relojes”. ¡Ninguno es mío, nada de esto es mío! Bueno, por lo menos una ropita me llevaré. Humildemente invito a todos los que estamos gobernando, a que hagamos lo mismo.
CADENA NACIONAL
Mañana sí es verdad que no nos salva ni “bambarito” de la cadena nacional a las siete y media. Se salvarán de un pasmo, pues, a los que no les gusta esto, porque yo sé que a la mayoría les gusta. Bueno, por ahí decían que las mujeres están bravas. Mentiras.
Incluso hace poco andaban tres muchachos con sus novias por allá por Caracas, en una esquina. Yo iba manejando y me paro en el semáforo: “Chávez, ¿cuándo hay cadena?” Yo pensé que era para criticarme y les dije: “Bueno, ¿a ustedes les gusta?” “Sí, vale, eso es muy bueno porque nos estás enseñando. No te dejes, hazlo, cada vez que tú quieras, nosotros, los jóvenes, queremos saber”. Y es verdad, porque ellos oyen, toman nota.
Hace poco estábamos viendo la luna y Rosinés me preguntó: “¿A cuántos kilómetros está la luna, papá?” Me pregunta tantas cosas, como todo niño. Al fin concluyó ella: “El universo sí es grande, ¿cómo nació el universo?”. Estábamos sentados en un patio; yo le digo varias ideas. Una de ellas es que Dios lo creó. “¿Y eso es verdad?”. Le dije: “Sí, creo que sí, pero nadie lo vio”.
“Pero, ¿qué trabajo le costaría a Dios hacer todas esas matas y todo esto?”. “Sí, trabajó mucho”. Y ¿saben lo que me dijo?, en el fondo un reclamo. “Sí, pero Dios descansó el domingo, ¿verdad? ¿Por qué tú ni siquiera los domingos?, porque tienes ‘Aló, Presidente’”. Ja, ja, ja, por ahí se fue la Rosinés.
Al país hay que decirle, “Aló, Presidente” no descansará. Así que mañana, a los que me critican, se salvarán de un pasmo, pero no de la cadena nacional. Con todos los hierros..
POR HUGO CHÁVEZ FRÍAS
ILUSTRACIÓN L. “RAZOR” BALZA
ILUSTRACIÓN L. “RAZOR” BALZA
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