Por: Omar Cruz
Aparte de lo que ya hay o había, ahora los venezolanos dependeremos en gran medida de la capacidad intelectual de Richard Blanco, Juan Carlos Caldera, Enrique Mendoza, María Corina Machado, Alfonso Marquina, Miguel Ángel Rodríguez, Julio Montoya entre otros, sin nombrar a los infiltrados y saltadores de talanquera rojos rojitos o a los infiltrados oficialistas que hacen de nuestras leyes una verdadera forma para ejercer la más brutal burocracia. Pudiéramos asegurar que las leyes en la Asamblea Nacional quedaron a la deriva o al menos será siempre una gran incógnita lo que allí se decida, pero a las “focas” les cuesta ADMITIR que estamos infiltrados hasta las metras y con ello descuidamos hacer la verdadera Revolución.
ADMITIR los errores es de sabios y el pueblo siempre ha demostrado sabiduría; acaso el pueblo estaba conforme con la actitud de algunos diputados que dicen estar con el proceso Revolucionario y que ahora no quieren ver un plátano con queso ni de lejos. ¿Dónde están las tres R, la fritanga, la depuración, los guardianes?… ¡Que ladilla perder mi tiempo escribiendo tanta paja!, pero estamos en Venezuela y aquí el que no opina al menos menta madre a los cuatro vientos. Chávez está cansado de citarnos infinidad de líneas del Arte de la Guerra de Sun Tzu, del mismo Simón Bolívar y hasta del sencillo Oráculo del Guerrero, pero gran parte de la militancia chavista no termina de entender el mensaje. Chávez firme y decidido por un camino y muchos arando por otro lado.
¿Hasta dónde vamos a llegar con tanta quejadera y esperando a que otros hagan lo de DEBEMOS hacer nosotros mismos? Esa palabrita de SOBERANO o PUEBLO también hay que profundizarla, pues nos falta mucha CONCIENCIA para asimilar la frase: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. Chávez pudiera preguntarse: “¿Yo tengo el pueblo que me merezco?”. La cosa no es tener un líder sino también que el líder tenga un pueblo donde él se sienta seguro. Ese líder necesita contar con personas capaces de defender los mismos ideales y proyectos, de lo contrario las derrotas serán evidentes. Solo la depuración nos hará libres. No estoy hablando de triunfos o derrotas ni busco ganadores o perdedores, al final todos vivimos en este gran país y las divisiones hacen que nuestro futuro sea incierto. “Cuando se consolide la unión” podremos hablar de victorias, mientras tanto, sigamos responsabilizando a los demás por nuestras derrotas, así somos.
elranchitocruz@hotmail.com
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