PERO LA FUERZA BOLIVARIANA, ESTA LISTA PARA DERROTARLOS NUEVAMENTE.
El escenario político venezolano está signado este año por las elecciones para Diputados a la Asamblea Nacional. Los bolivarianos, para continuar el proceso de transformación con el Socialismo del Siglo XXI y los opositores tratando de juntar los votos para sacar a Chávez del poder. Unos y otros centrados en la escogencia de los mejores candidatos para lograr sus objetivos.
En esta lucha por las candidaturas se han puesto de relieve algunas contradicciones. Los sectores de oposición o “democráticos” como se hacen llamar están inmersos en una feroz lucha entre las cúpulas de los partidos tradicionales para imponer cada uno “sus” candidatos en los llamados puestos salidores (generalmente el primero de la lista porque en estos tiempos no tienen fuerza para sacar más). En esa lucha todo se vale, zancadillas, descalificaciones, guerra sucia, alianzas con unos para dejar por fuera otros y así reducir la competencia por los pocos puestos que puedan lograr, etc.
Por otra parte está la lucha entre los sectores de base de esos partidos junto a opositores independientes por lograr que esta vez sean tomados en cuenta por los cogollos partidistas, que tradicionalmente se reparten los cargos y solamente se acuerdan de ellos cuando los necesitan para hacer campaña.
A medida que avanza el tiempo y algunos ex-gobernadores, ex-alcaldes, ex-diputados, ex-dirigentes, endurecen sus posiciones tratando de imponer sus candidaturas a fuerza de maniobras, en esa misma medida pareciera que la única posibilidad de la oposición ponerse de acuerdo sería sobre la base de unas elecciones primarias, donde todos tengan oportunidad; sin embargo, las cúpulas de esos partidos que se dicen democráticos no son capaces de ejercer la democracia entre sus propios partidarios y aliados. Tienen miedo de consultar las bases porque el resultado podría indicar que esos “líderes” de TV, Prensa y Foros en Hoteles cinco estrellas, no liderizan ya a los sectores que se oponen al proceso revolucionario y temen ser desplazados por otras generaciones.
Estos “demócratas” cuando la cuarta república hacía elecciones cada cinco años, ponían los candidatos entre las cúpulas sin consultar a nadie, son los mismos que dieron un golpe de estado en el 2002 y disolvieron con un decreto todos los Poderes Públicos. Pero son tan descarados que tienen el tupé de acusar de autócrata a Chávez que es el líder del único partido que se atreve a consultar a las bases para que sean los propios militantes quienes escojan libremente a los candidatos que los van a representar en la Asamblea Nacional.
En esta lucha por las candidaturas se han puesto de relieve algunas contradicciones. Los sectores de oposición o “democráticos” como se hacen llamar están inmersos en una feroz lucha entre las cúpulas de los partidos tradicionales para imponer cada uno “sus” candidatos en los llamados puestos salidores (generalmente el primero de la lista porque en estos tiempos no tienen fuerza para sacar más). En esa lucha todo se vale, zancadillas, descalificaciones, guerra sucia, alianzas con unos para dejar por fuera otros y así reducir la competencia por los pocos puestos que puedan lograr, etc.
Por otra parte está la lucha entre los sectores de base de esos partidos junto a opositores independientes por lograr que esta vez sean tomados en cuenta por los cogollos partidistas, que tradicionalmente se reparten los cargos y solamente se acuerdan de ellos cuando los necesitan para hacer campaña.
A medida que avanza el tiempo y algunos ex-gobernadores, ex-alcaldes, ex-diputados, ex-dirigentes, endurecen sus posiciones tratando de imponer sus candidaturas a fuerza de maniobras, en esa misma medida pareciera que la única posibilidad de la oposición ponerse de acuerdo sería sobre la base de unas elecciones primarias, donde todos tengan oportunidad; sin embargo, las cúpulas de esos partidos que se dicen democráticos no son capaces de ejercer la democracia entre sus propios partidarios y aliados. Tienen miedo de consultar las bases porque el resultado podría indicar que esos “líderes” de TV, Prensa y Foros en Hoteles cinco estrellas, no liderizan ya a los sectores que se oponen al proceso revolucionario y temen ser desplazados por otras generaciones.
Estos “demócratas” cuando la cuarta república hacía elecciones cada cinco años, ponían los candidatos entre las cúpulas sin consultar a nadie, son los mismos que dieron un golpe de estado en el 2002 y disolvieron con un decreto todos los Poderes Públicos. Pero son tan descarados que tienen el tupé de acusar de autócrata a Chávez que es el líder del único partido que se atreve a consultar a las bases para que sean los propios militantes quienes escojan libremente a los candidatos que los van a representar en la Asamblea Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario