EEUU: Senadores intentan reducir pagos suntuarios a expresidentes
Tres senadores republicanos estadounidenses anunciaron hoy que alistan un proyecto para limitar las pensiones y otros beneficios financieros a los expresidentes norteamericanos, a un máximo de 200 mil dólares anualmente.
Los exmandatarios gastaron en el año fiscal 2014 casi dos millones y medio de dólares, incluyendo el dinero para viajes, oficinas y comunicaciones, y en el caso de George W. Bush las erogaciones destinadas a mantener su despacho en la ciudad de Dallas, Texas, superaron los 420 mil dólares.
Los senadores Joni Ernst, Marco Rubio y Mark Kirk son los autores de esta legislación que afectaría a William Clinton, George H. W. Bush (padre), Bush hijo y a James Carter, los únicos expresidentes vivos, aunque la provisión no incluye recortes a los gastos de seguridad y protección de esas personalidades.
Ernst sugirió que la iniciativa forma parte de un esfuerzo integral para limitar las erogaciones del Gobierno y restaurar la confianza de los contribuyentes mediante la búsqueda de reformas en las asignaciones a los exmandatarios, quienes obtienen grandes ganancias después que abandonan sus cargos.
La propuesta se conoció tras la publicación de informes que revelan que el expresidente Clinton y su esposa, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, ganaron más de 30 millones de dólares en los últimos 12 meses por su participación en eventos de diferentes tipos.
En la Cámara de Representantes, el legislador republicano Jason Chaffetz y su colega demócrata Elijah Cummings introdujeron un proyecto similar, con el fin de conciliarlo con el Senado y enviar la propuesta a la firma del presidente Barack Obama para convertirlo en ley, si este está de acuerdo.
El salario anual de Obama rebasa los 400 mil dólares, pero prometió recientemente donar 20 por ciento de esa cifra este año para contribuir a la reducción del gasto público.
PL
Tres senadores republicanos estadounidenses anunciaron hoy que alistan un proyecto para limitar las pensiones y otros beneficios financieros a los expresidentes norteamericanos, a un máximo de 200 mil dólares anualmente.
Los exmandatarios gastaron en el año fiscal 2014 casi dos millones y medio de dólares, incluyendo el dinero para viajes, oficinas y comunicaciones, y en el caso de George W. Bush las erogaciones destinadas a mantener su despacho en la ciudad de Dallas, Texas, superaron los 420 mil dólares.
Los senadores Joni Ernst, Marco Rubio y Mark Kirk son los autores de esta legislación que afectaría a William Clinton, George H. W. Bush (padre), Bush hijo y a James Carter, los únicos expresidentes vivos, aunque la provisión no incluye recortes a los gastos de seguridad y protección de esas personalidades.
Ernst sugirió que la iniciativa forma parte de un esfuerzo integral para limitar las erogaciones del Gobierno y restaurar la confianza de los contribuyentes mediante la búsqueda de reformas en las asignaciones a los exmandatarios, quienes obtienen grandes ganancias después que abandonan sus cargos.
La propuesta se conoció tras la publicación de informes que revelan que el expresidente Clinton y su esposa, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, ganaron más de 30 millones de dólares en los últimos 12 meses por su participación en eventos de diferentes tipos.
En la Cámara de Representantes, el legislador republicano Jason Chaffetz y su colega demócrata Elijah Cummings introdujeron un proyecto similar, con el fin de conciliarlo con el Senado y enviar la propuesta a la firma del presidente Barack Obama para convertirlo en ley, si este está de acuerdo.
El salario anual de Obama rebasa los 400 mil dólares, pero prometió recientemente donar 20 por ciento de esa cifra este año para contribuir a la reducción del gasto público.
PL
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