DESDE COLOMBIA NOS LLEGA EL HAMBRE, LA MUERTE...
Javier del valle Monagas Maita
Contra Venezuela se siguen aplicando las estrategias de agresión usadas contra otras naciones del mundo por parte del sionismo capitalista, dueño del poder en USA, Israel, Europa… Tal como en libia, siria, Irak, Afganistán. Primero se infiltran mercenarios asesinos que matan por dinero, a la vez se alimenta una supuesta oposición conformada por miserables tarifados, que venden hasta a sus madres, padres, hijos por dinero. Después se desarrolla una campaña mediática internacional con la cual sorprenden, confunden y engañan a los incautos y no tan incautos opinadores internacionales que por vía de los medios también pagados difunden y ensalzan las mentiras para hacerlas digerir por la gran masa impensantes del orbe que se comportan como robots programados para actuar de una forma especifica ante estímulos absurdos de propaganda. Es tan así la insensatez y la ignorancia, que incluso he llegado a leer a “revolucionarios”, opinadores, escribidores; que se proyectan por la red y otros medios supuestamente al margen de la prensa tarifada, opinando en contra de Gadafi, basados en las informaciones emanadas y digeridas por el sistema mediático sanguinario del sionismo judío – católico yanqui mundial.
Venezuela hoy es receptora de todas esas descargas criminales de esos mismos poderes ya nombrados, el objetivo es el mismo que se persigue al atacar a los países ya citados. La propagación de las mentiras y medias verdades es tan acelerada, que apenas da tiempo de responder con el agravante que existen medios de comunicación supuestamente alternativos, que están muy prestos a repicar esas mentiras, bajo un estúpido manto de objetividad comunicacional, pero que en verdad es complicidad solapada. Lo vergonzoso de estos medios (mediocres), es que después de difundir la mentira, la cambian de forma sibilina para despistar.
Hoy Venezuela está sembrado de paramilitares colombianos en casi todos los espacios de vida popular. Con la anuencia, promoción solapada y apoyo del gobierno de Colombia y de Estados Unidos. Lo mismo que hicieron Turquía, el mismo Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita, Qatar, emiratos árabes, contra Siria, hasta casi destruirla solo con la intención de reventarla y apoderarse de sus recursos, a la vez que expulsan a Rusia, como pretenden de Tartus.
Desde Colombia se introduce droga a Venezuela, para luego hacer la propaganda de que es al contrario. Desde Colombia se trafican armas hacia Venezuela, para generar muertes en las calles. Desde Colombia se infiltran asesinos paracos, previamente desmovilizados allá, en una mampara de acuerdo para generar terror en el país. Desde Colombia se saquean los alimentos y fuentes de energía en detrimento de la nación y su pueblo. Desde Colombia se aplican los planes y estrategias desarrollados en la oficina de inteligencia yanqui contra Venezuela. Desde Colombia se apoyan y cobijan a los cobardes traidores que huyen del país o que actúan como malinches dentro de la nación. Desde Colombia se lanzan matrices falsas de noticias, opinión y propaganda en contra de Venezuela, para contribuir al deterioro de la situación interna y acelerar las malas percepciones internacionales, a los fines de preparar el terreno para una intervención extranjera. En fin, desde Colombia se induce la muerte de cientos de venezolanos mensualmente, en acatamiento a las órdenes del Sion imperio yanqui.
Nuestro gobierno debe asimilar las experiencias de los países ya atacados con esos mismos métodos. La respuesta ha de ser más eficaz, oportuna y contundente. Permitir que desde Colombia se siga actuando impunemente contra nuestra soberanía e integridad territorial y contra nuestra seguridad social sería un ato criminal.
Venezuela debe increpar ya a Colombia a que actúe en contra de esas organizaciones criminales en su territorio. No podemos seguir poniendo la otra mejilla de por vida. Si Colombia y su gobierno oligárquico, no ponen freno a su locura y enfermiza agresión contra nosotros, entonces debemos hacerle saber en clara demostración, que sufrirán las consecuencias. Ellos tienen sus objetivos de ataque contra nuestra nación en caso de una conflagración y ¿Nosotros? Hay que tener claro que el real enemigo, no es el pueblo colombiano, pero lamentablemente parte de ese pueblo, por ignorancia, se presta para atacarnos y también deberían sufrir las consecuencias de sus actos. Pero los sitios claves de la oligarquía deben ser bien precisados y hacia ellos deben ir las primeras acciones, al igual que los objetivos militares.
Si no apretamos el puño a la oligarquía criminal colombiana, una agresión directa hacia nosotros solo es asunto de poco tiempo. Por eso es necesario actuar con asertividad y oportunidad. No debe importar el manejo mediático que den al asunto sus amos y cómplices. Lo importante es demostrar voluntad y decisión para actuar. Si vacilamos nos perdemos. Es mas, si no peleamos, nuestros derechos, las consecuencias serían peores para la población venezolana. En otras palabras: “O se come sardina, o se muere arponeao” por esa razón Chaves modernizó y reequipó a nuestra FF.AA, creó las milicias populares o la reserva activa. Por eso lo asesinaron…
Lo aquí expresado no es paranoia ni odio. Es simple precaución y comprensión del momento y sus características. Por lo tanto sus consecuencias obvias.
Venezuela hoy es receptora de todas esas descargas criminales de esos mismos poderes ya nombrados, el objetivo es el mismo que se persigue al atacar a los países ya citados. La propagación de las mentiras y medias verdades es tan acelerada, que apenas da tiempo de responder con el agravante que existen medios de comunicación supuestamente alternativos, que están muy prestos a repicar esas mentiras, bajo un estúpido manto de objetividad comunicacional, pero que en verdad es complicidad solapada. Lo vergonzoso de estos medios (mediocres), es que después de difundir la mentira, la cambian de forma sibilina para despistar.
Hoy Venezuela está sembrado de paramilitares colombianos en casi todos los espacios de vida popular. Con la anuencia, promoción solapada y apoyo del gobierno de Colombia y de Estados Unidos. Lo mismo que hicieron Turquía, el mismo Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita, Qatar, emiratos árabes, contra Siria, hasta casi destruirla solo con la intención de reventarla y apoderarse de sus recursos, a la vez que expulsan a Rusia, como pretenden de Tartus.
Desde Colombia se introduce droga a Venezuela, para luego hacer la propaganda de que es al contrario. Desde Colombia se trafican armas hacia Venezuela, para generar muertes en las calles. Desde Colombia se infiltran asesinos paracos, previamente desmovilizados allá, en una mampara de acuerdo para generar terror en el país. Desde Colombia se saquean los alimentos y fuentes de energía en detrimento de la nación y su pueblo. Desde Colombia se aplican los planes y estrategias desarrollados en la oficina de inteligencia yanqui contra Venezuela. Desde Colombia se apoyan y cobijan a los cobardes traidores que huyen del país o que actúan como malinches dentro de la nación. Desde Colombia se lanzan matrices falsas de noticias, opinión y propaganda en contra de Venezuela, para contribuir al deterioro de la situación interna y acelerar las malas percepciones internacionales, a los fines de preparar el terreno para una intervención extranjera. En fin, desde Colombia se induce la muerte de cientos de venezolanos mensualmente, en acatamiento a las órdenes del Sion imperio yanqui.
Nuestro gobierno debe asimilar las experiencias de los países ya atacados con esos mismos métodos. La respuesta ha de ser más eficaz, oportuna y contundente. Permitir que desde Colombia se siga actuando impunemente contra nuestra soberanía e integridad territorial y contra nuestra seguridad social sería un ato criminal.
Venezuela debe increpar ya a Colombia a que actúe en contra de esas organizaciones criminales en su territorio. No podemos seguir poniendo la otra mejilla de por vida. Si Colombia y su gobierno oligárquico, no ponen freno a su locura y enfermiza agresión contra nosotros, entonces debemos hacerle saber en clara demostración, que sufrirán las consecuencias. Ellos tienen sus objetivos de ataque contra nuestra nación en caso de una conflagración y ¿Nosotros? Hay que tener claro que el real enemigo, no es el pueblo colombiano, pero lamentablemente parte de ese pueblo, por ignorancia, se presta para atacarnos y también deberían sufrir las consecuencias de sus actos. Pero los sitios claves de la oligarquía deben ser bien precisados y hacia ellos deben ir las primeras acciones, al igual que los objetivos militares.
Si no apretamos el puño a la oligarquía criminal colombiana, una agresión directa hacia nosotros solo es asunto de poco tiempo. Por eso es necesario actuar con asertividad y oportunidad. No debe importar el manejo mediático que den al asunto sus amos y cómplices. Lo importante es demostrar voluntad y decisión para actuar. Si vacilamos nos perdemos. Es mas, si no peleamos, nuestros derechos, las consecuencias serían peores para la población venezolana. En otras palabras: “O se come sardina, o se muere arponeao” por esa razón Chaves modernizó y reequipó a nuestra FF.AA, creó las milicias populares o la reserva activa. Por eso lo asesinaron…
Lo aquí expresado no es paranoia ni odio. Es simple precaución y comprensión del momento y sus características. Por lo tanto sus consecuencias obvias.
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