España tendrá un papel mucho más arriesgado después de que la base de Torrejón de Ardoz, en Madrid, se “haya integrado en el concepto de seguridad colectiva de la OTAN”, afirma en una entrevista con Sputnik Nóvosti Manuel Pardo de Donlebún, capitán de navío de la Armada en la reserva.
Torrejón se convierte así “en un blanco de primer orden en el caso de que la presión militar contra Rusia desencadenara un conflicto abierto” alerta el miembro del Colectivo Anemoi y del Foro “Estamos en guerra”, contra la guerra imperialista y la OTAN, porque ya “se habla sin tapujos de que este sistema está orientado claramente para neutralizar la fuerza nuclear de Rusia”.
Inicialmente, el sistema antimisiles “se decía que se trataba de un sistema contra los misiles de Corea, otras veces contra Irán,… siempre dependiendo de la coyuntura”.
El militar afirma, respecto al rol de la base de Torrejón, que tiene “un papel fundamental en la vigilancia y el control del espacio aéreo español, lo que se llama la policía aérea”.
El problema está en que “este sistema de seguridad se haya integrado en el concepto de seguridad colectiva de la OTAN”, afirma el especialista.
“Las amenazas aéreas a cualquiera de los países europeos del sur de la OTAN serían respondidas por las fuerzas que estuvieran en alerta, de cualquiera de los países miembros, y el control de estas operaciones aéreas se haría desde el CAOC (Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, en sus siglas en inglés) de Torrejón”, alerta el militar a esta agencia.
La OTAN, que disponía de varios centros de este tipo en toda Europa, decidió hace un par de años reducirlos a dos (Uedem, en Alemania y Torrejón) para todo el territorio europeo.
“De manera que la relevancia de esta base ha dado un salto cualitativo: de ser una instalación de seguridad nacional ha pasado a ser uno de los dos únicos CAOC de la OTAN en Europa”, denuncia Pardo.
El militar explica que “de la misma manera que se controlan las eventuales operaciones defensivas puede hacerse con las ofensivas”.
“El CAOC dispondrá de elementos desplegables allí donde falten, de manera que su cobertura es, virtualmente, planetaria, en el caso de que la OTAN desencadenara operaciones fuera de su teatro natural de operaciones, como ha sido el la operación ISAF, en Afganistán”, afirma.
Y no solo para operaciones propias de la OTAN, “sino incluso para las que emprendieran algunos de sus países miembros por su cuenta, como fue el caso de Libia”.
Esa campaña no fue propiamente de la OTAN, sino de alguno de sus países miembros (Reino Unido, Italia o EEUU), por lo que el control de las operaciones aéreas no podría hacerse desde Torrejón, “sino desde los centros de operaciones aéreas de los países intervinientes”.
Secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg y ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García Margallo
Sin embargo, “es obvio que toda la infraestructura de sensores, inteligencia o comunicaciones de todos los países de la OTAN están integrados para que respondan de inmediato y el CAOC es el punto nodal en el que converge y desde el que se distribuye toda esa información”, señala el capitán.
Esto le convierte, de facto, en un elemento esencial de soporte de esas operaciones, aunque no sean propiamente de la OTAN.
“En consecuencia, España se hace cómplice de esas operaciones, aunque sin mancharse las manos”, sostiene.
Según el militar, todo este desarrollo de las capacidades de Torrejón y su nuevo papel estratégico tiene que ver con la reorientación que viene sufriendo la OTAN desde hace unos años.
“De ser una alianza supuestamente defensiva de su propio espacio vital, se ha convertido en un actor global, en especial, después de la última cumbre de Cardiff”, que sitúa a la organización militar en alerta permanente “para su intervención inmediata en cualquier parte del globo”, opina Pardo de Donlebún.
También se ha venido desarrollando la cobertura europea del “escudo antimisiles”, en el que el CAOC de Torrejón “juega un papel fundamental como nodo de información y respuesta”.
“El escudo antimisiles es un invento de los EEUU que, al colapso de la Unión Soviética, en lugar de hacer todos los esfuerzos por conseguir una verdadera extinción de las armas nucleares, lo ha utilizado como pretexto para el desarrollo de un sistema de interceptación de misiles balísticos”, señala Pardo.
El capitán denuncia que “la imagen de España como aliado incondicional de la OTAN se refuerza enormemente, pero se oculta deliberadamente el sentido auténtico de las agresiones originadas desde los EEUU en sus aventuras imperialistas”.
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